Traducción al español por el equipo de Sott.net en español

Los tres conspiradores - los neoconservadores estadounidenses, Arabia Saudita e Israel - que perpetraron con éxito el crimen más grande del siglo 21, es decir, los ataques terroristas del 11-S en EEUU, se encuentran lidiando con una lucha interna tal, que las capas de secreto que rodean a los ataques del 11-S están empezando a desaparecer.
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El eslabón más débil de la troika de conspiradores es Arabia Saudita, el país que proporcionó la mano de obra, las finanzas y los secuestradores para la creación del título de portada ("Al Qaeda lo hizo") del 11-S. El gobierno saudí está responsabilizando a Estados Unidos de perpetrar los ataques del 11-S, como represalia a los movimientos del Congreso estadounidense para que las familias de las víctimas del 11-S demandaran a Arabia Saudíta, y por las peticiones para que la administración de Obama publicara 28 páginas clasificadas en la investigación conjunta del Congreso sobre los fallos de inteligencia durante el 11-S.

El jurista saudí, Kátib Al Shammari, que representa el punto de vista del gobierno de Arabia, declaró en el diario londinense Al Hayat: "El 11 de septiembre es uno de los comodines en los archivos estadounidenses, porque todos los expertos del mundo sobre política estadounidense que han analizado las imágenes y los vídeos, están de acuerdo por unanimidad que los ataques a las Torres Gemelas fueron una acción puramente estadounidense, ellos lo planearon y lo llevaran a cabo dentro de su propio país. Una prueba de esto, fue la secuencia de explosiones consecutivas que destrozaron de forma espectacular ambos edificios... Ingenieros estructurales expertos las demolieron con explosivos, mientras que el choque de los aviones solamente dio luz verde para la detonación, no fue la razón de la caída. Pero los EE.UU. extienden la culpa en todas direcciones. Esto puede ser apodado 'la victoria por medio de archivos.'"


Comentario: El chantaje y las amenazas directas e indirectas son una de las herramientas favoritas de EEUU para obligar a países aliados o no alineados a hacer su voluntad. Otro ejemplo, es la presión que ejerce sobre la UE para que se aleje completamente de Rusia, apoye sus tácticas belicistas y apruebe a como dé lugar el TTIP, que representan la imposición de un nuevo orden económico unipolar en el mundo.


Alarmados por la disposición de su aliado regional, Arabia Saudita, a cuestionar la versión oficial del 11-S, Israel intervino ante el senador demócrata Charles Schumer de Nueva York para colocar una "píldora de veneno" contra el proyecto de ley JASTA (Justicia Contra los Patrocinadores del Terrorismo) que fue aprobada por votación unánime en el Senado. El proyecto de ley permitiría a las familias de las víctimas del terrorismo patrocinado por gobiernos extranjeros a demandar a los gobiernos involucrados por daños y perjuicios. La ley - que el presidente Obama intenta vetar - levantaría la "inmunidad soberana" de países como Arabia Saudita, lo que los haría responsables ante juicios civiles.

Schumer colocó una enmienda dentro del proyecto de la ley JASTA que permitiría a Arabia Saudita evitar demandas en tanto que el Estado y los Departamentos de Justicia de Estados Unidos certificaran ante el juez de primera instancia, que los dos departamentos estaban haciendo esfuerzos de buena fe con el país demandado para resolver el problema bilateralmente en cualquier caso relacionado con JASTA. La enmienda de Schumer - la SAPSN o Suspensión de las Acciones Pendientes de Negociaciones del Estado - también le permitiría al Estado y a los Departamentos de Justicia pedir a la corte estancias de 180 días durante el caso, terminando así con cualquier demanda por tiempo indefinido.

Israel también está preocupada de que pueda enfrentar demandas en virtud a lo dispuesto en la ley JASTA. La WMR ha informado anteriormente que algunas de las notas al pie de las 28 páginas clasificadas, proporcionan vínculos que conducen a la participación israelí en el 11-S. Es de destacar que los saudíes culpan a la administración de George W. Bush de perpetrar los ataques del 11-S, y están dejando a Israel fuera de la ecuación. Las acciones de Schumer en nombre de los saudíes son una clara indicación de que la alianza saudí-israelí se mantiene intacta.

Junto con la decisión del presidente de la Cámara, Paul Ryan - después de su reciente viaje a Arabia Saudita -, para no permitir que JASTA se apruebe antes de la votación completa y la promesa de Obama de vetar el proyecto de ley, todo esto está más que terminado. Mientras tanto, el Congreso ha sido inundado por grupos de presión saudíes, que ahora parecen haber tenido éxito en terminar con la JASTA. Sin embargo, el daño a la troika de conspiradores posible que ya se ha hecho.

Ahora, tenemos a un jurista saudí ligado al gobierno dando constancia de que el 11-S fue un "autoatentado". Schumer, un agente virtual para el gobierno de Israel, ha terminado con la JASTA para proteger a dos de los conspiradores; Israel y Arabia Saudita. Eso deja solos y sin protección a los neoconservadores estadounidenses que participaron en la facilitación del 11-S. Y con Donald Trump ya dando señales silenciosas de que el 11-S fue un auntoatentado, los neoconservadores sólo tienen a Hillary Clinton para proporcionarles protección. Si Trump llega a la Casa Blanca, los neoconservadores quedarán expuestos como la tercera pata de la troika del 11-S.
Publicado anteriormente en el Wayne Madsen Report.

Wayne Madsen es un periodista de investigación en Washington, y columnista de distribución nacional. Él es el director y editor del Wayne Madsen Report (requiere suscripción).