De nuevo Washingont le pide a Rusia que no bombardee al Frente Al-Nusra, antes conocido como al-Qaeda. Al-Nusra muestra su reconocimiento jugando un papel estelar en la reciente masacre de 270 civiles en 24 horas...
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El engaño del cese al fuego en Siria se ha hecho tan claro como el agua. Ha sido utilizado por las fuerzas de la oposición, frente a la derrota, para detener los avances de la coalición liderada por el ejército árabe-sirio con el fin de reagruparse, rearmarse y lanzar ataques de nuevos; los cuales estamos viendo ahora. Washington le ha pedido nuevamente a Moscú que no conduzca ataques aéreos contra al-Nusra, temiendo que los miembros de la "oposición moderada" también pudieran ser golpeados; así lo reportó el Ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov.

Justo en el momento preciso e ilustrando lo infame que es esta propuesta, el viernes las fuerzas se opusieron a Assad. Al-Nusra, que se destacaba entre ellas, mató a 270 civiles en 24 horas con un bombardeo masivo a lo largo de Siria.

El cese al fuego no ha sido visto desde la oposición como un punto de partida para un proceso hacia la paz total. En vez de esto, ha sido utilizado para intentar ganar ventaja sobre fuerzas progubernamentales. No existe dedicación para una solución pacífica de la guerra, solo una manipulación cínica de una paz anhelada; mientras que se rearman con armas más poderosas y, en paralelo, se lleva a cabo el suministro de refuerzos de combate.

Cuando el cese al fuego fue abierto, EE.UU hizo intentos de incluir a al-Nusra. Rusia y Siria se negaron con justa razón, señalando de forma correcta que al-Nusra es un grupo terrorista internacional designado, con la resolución de la ONU 2254 que obliga a la continua lucha para degradar y destruir a este grupo terrorista.

Después de haber fracasado en este empeño, EE.UU. puso sus esperanzas en la protección de al-Nusra mediante el aprovechamiento de las alianzas que mantiene con otros grupos que designan unilateralmente como "moderados" (en realidad, terroristas con un nombre diferente). Lo que llama EE.UU. "entremezcla" o estar "muy cerca a", es un oscurecimiento del hecho de que al-Nusra trabaja en estrecha colaboración con los grupos de combate "moderados".

Rusia pidió que EE.UU utilizara sus influencias sobre los grupos de oposición para que se desentendieran de al-Nusra. Rusia mantuvo a raya los ataques aéreos contra objetivos de Al-Nusra, mostrando paciencia y ejecutando diplomacia para proporcionar a EE.UU., con la oportunidad de trabajar con sus aliados en la obtención de una separación real de al-Nusra.

En semanas recientes, ha quedado claro que este enfoque no ha servido, Sergey Lavrov lo resumió de forma correcta durante una entrevista con Komsomolskaya Pravda: que EE.UU quiere ganar tiempo mientras que los terroristas se rearman para lanzar nuevos ataques.

Los planes de que EE.UU, Turquía y Arabia Saudita darían a la oposición armas más grandes y poderosas si el cese al fuego no funcionaba, son bien sabidos. Ésta es una invitación abierta para que la oposición asegure que el cese al fuego sea descarrilado, para recibir sus nuevas armas y volver a entrar en lucha, refrescados y con más provisiones. Entre su gama de 'golosinas' está la artillería antiaérea, un potencial cambio de juego que la oposición encontrará difícil de resistir.

A lo largo del alto el fuego, los combatientes han estado fluyendo a través de la frontera con Turquía, en sustitución de los miles de muertos en los últimos meses por la coalición dirigido por Siria, proporcionando la mano de obra necesaria para múltiples ofensivas nuevas que podrían forzar al límite las fuerzas dirigidas por Siria y llevar a cabo con éxito el objetivo aparente de recuperar el terreno perdido. El ministro de Información sirio, Omran al-Zoubi, habló con los medios de comunicación árabes, informó de la afluencia de 6.000 terroristas a través de la frontera con Turquía en las provincias de Idlib y Alepo a finales de abril.

Sin embargo, a pesar de los nuevos reclutas procedentes de Turquía, las armas acumuladas y la provocación en forma de violaciones constantes del alto el fuego, el gobierno sirio sigue comprometido con el proceso de paz.

El alto el fuego se ha logrado mantener, aunque, a veces, pende de un hilo debido al peso de las violaciones del alto el fuego. Curiosamente, la oposición ha acusado a Assad de tratar de descarrilar el proceso de paz: "sitiando ciudades" y "bombardeando a civiles." La mentira y la manipulación son más fáciles de salirse con la suya cuando su línea principal es el apoyo casi total en los medios de comunicación occidentales. Y todo se ve reforzado por declaraciones ridículas de los líderes occidentales y árabes que demonizan a Siria y Rusia - las dos partes que han demostrado estar más comprometidas en encontrar una solución política - culpándolos por poner en peligro un alto el fuego que ellos mismos están realmente en el proceso de intentar hacer añicos.

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12 de mayo de 2016 - Los miembros de Ahrar al-Sham sobre su trabajo en Zahraa. "No son terroristas". Protegidos por EE.UU., el Reino Unido y Francia.
Al-Nusra y sus aliados (entre los que se encuentran los "moderados" tales como Ahrar al-Sham y Jaysh al-Islam) han llevado a cabo numerosos ataques en los últimos meses, buscando provocar acciones vengativas; algo que en gran medida no ha funcionado. Esto incluye las ofensivas de la coalición de Jaysh al-Fatah en Alepo, que anteriormente probaron ser muy exitosas en Idlib; y los ataques en diferentes hospitales de Alepo. El hecho de que se hayan suprimido estos bombardeos de hospitales y que se haya elevado al estatus de titular a otro bombardeo cuestionable del hospital Al-Quds, del cual culparon al Ejército sirio; es un síntoma de la desinformación descarada por parte del pensamiento grupal enfermizo de los medios masivos de comunicación occidentales.

Dado que esta estrategia había fallado enormemente, llegó el momento de elevar la presión a un nivel superior; y para esto sólo una cosa sería suficiente: las matanzas de civiles. Y entonces aparecen Ahrar al-Sham y al-Nusra en su matanza de civiles en la ciudad de al-Zara el 12 de mayo. Al amanecer, las fuerzas terroristas atacaron la ciudad y mataron a al menos a 19 civiles.

Los sobrevivientes de la masacre contaron historias desgarradoras:
En declaraciones a la televisión siria, uno de los sobrevivientes dijo que los grupos terroristas armados se infiltraron en la ciudad en la madrugada, mientras que su gente estaba durmiendo, allanaron casas y mataron a niños, mujeres y ancianos de una manera brutal; y añadió que los terroristas mataron a su madre y su tía, secuestraron a su tío y mataron a sus hijos.
Dos semanas antes de esta matanza, Rusia intentó nombrar a Ahrar al-Sham y Jaysh al-Islam como organizaciones terroristas por sus vínculos con Al-Nusra y el EI. Si esto hubiera tenido éxito, habría tenido consecuencias de largo alcance. Para empezar, los habría descalificado en las negociaciones de paz que han trabajado para destruir. Los habría hecho un objetivo claro para los ataques aéreos rusos y los ataques de fuerzas terrestres. Lo siguiente sería deslegitimar el armamento y el apoyo por parte de Turquía y Arabia Saudita, quienes no tendrían ninguna defensa para armar a los terroristas mencionados. Por último, se habría eliminado en gran medida el problema de tener que discernir entre los "moderados" y los terroristas legítimos. Los dos grupos y al-Nusra (las fuerzas dominantes en Alepo e Idlib) serían presa fácil para el bombardeo extremadamente eficaz de Rusia.

Sin embargo, como era de esperarse, los patrocinadores del salafismo internacional, hipócritas al extremo en sus afirmaciones risibles de librar una guerra contra el terrorismo, bloquearon la propuesta. Como informó Reuters:
Diplomáticos dijeron el miércoles que Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Ucrania bloquearon la propuesta rusa en las Naciones Unidas de poner en la lista negra a los grupos rebeldes sirios de Jaysh al-Islam y Ahrar al-Sham, por sus vínculos con el Estado Islámico y con militantes de al-Qaeda.
La justificación del bloqueo tenía un hueco: la posición que anunció EE.UU mediante un portavoz que dijo que esto tendría consecuencias dañinas para el cese de hostilidades. Un diplomático del Consejo de Seguridad expandió la posición, diciéndole a la AFP que "sería seriamente contraproducente y perjudicaría los esfuerzos tanto para mantener el cese de hostilidades, como para reanudar las negociaciones de paz en Ginebra". Argumentó que aislar a los grupos de la oposición moderada tendría como resultado una postura más dura y los alejaría de la búsqueda de un acuerdo político para la guerra civil de cinco años en Siria.

Esto fue el 10 de mayo. Dos días después, como si fuera una celebración, Ahrar al-Sham y al-Nusra llevaron a cabo la atrocidad espantosa en al-Zara.

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Una de las víctimas de los ataques "moderados" en Alepo durante el viernes.
No se puede decir que las fuerzas que se aliaron con al-Nusra sean moderadas; incluso si creemos sus reclamos de que sólo hacen esto de vez en cuando, a pesar de lo que ellos y sus partidarios digan. Tampoco podemos darle credibilidad a las afirmaciones que se escuchan comúnmente, de que grupos rebeldes han trabajado con al-Nusra para poder sobrevivir o por necesidad en tiempos de guerra. ¿Qué necesidad puede existir para masacrar a pobladores inocentes?

Ahora bien, con las últimas noticias de los ataques del Viernes Negro, que reclamaron la muerte de 270 civiles en 24 horas, la apuesta se ha incrementado de manera definitiva: un día completo de aterradores bombardeos masivos con sistemas lanzacohetes múltiples y morteros por parte de grupos como Al-Nusra, Ahar al-Sham y Jaysh al-Islam; un verdadero eje del mal, autores de crímenes de guerra con una ideología idéntica, separados sólo por sus nombre diferentes.

El Ministerio de Defensa ruso informó sobre los siguientes ataques:
Las formaciones del Jaysh al-Islam, que han reclamado pertenecer a la oposición, han llevado a cabo dos bombardeos con morteros y sistemas lanzacohetes múltiples en contra de al-Assad, Meidan, Halidiya, la sectores de la Vieja Alepo en la ciudad de Alepo.

Después de los ataques de artillería intensiva, los terroristas de Jabhat al-Nusra y las formaciones armadas de Ahrar al-Sham han atacado posiciones de la milicia y voluntarios kurdos, en Sheikh Maqsood (norte de Alepo). El bombardeo causó la destrucción de la oficina de la policía y varios edificios en áreas limítrofes. Más de 40 civiles, policías y militares fueron asesinados; cerca de 100 personas resultaron heridas.

En el sur-oeste de Alepo, formaciones armadas (más de 1.000 hombres) lanzaron la ofensiva sobre posiciones de las Fuerzas Armadas sirias, cerca de la ciudad Buraij y de la localidad de entrenamiento militar ubicada en el sector de al-Nasr. El ataque se ha realizado desde Ansari, que había sido controlado por las fuerzas de la "oposición moderada."
Enfrentados a tal barbaridad y fragante violación del alto al fuego, ¿qué se supone que deban hacer las fuerzas sirias? ¿Seguir observando el cese al fuego manipulado por grupos rebeldes y sus patrocinadores extranjeros? ¿Debe Rusia ejercitar una interminable paciencia mientras que al-Nusra se rearma de forma activa? El Ministerio de Defensa reportó lo siguiente en el mismo comunicado:
Jabhat al-Nusra ha reagrupado sus fuerzas, ha repuesto su almacenamiento de armas y municiones, y puso en marcha una guerra activa al explotar las oportunidades del régimen del alto el fuego y las ubicaciones de las formaciones de la "oposición moderada", que habían sido localizadas en las mismas regiones.
Esta declaración capta los elementos clave de cómo el cese al fuego está siendo utilizado como una herramienta de guerra por al-Nusra.
  1. Utilizarlo para reagruparse y reabastecerse.
  2. Ocupar posiciones donde hay fuerzas "moderadas" para poder protegerse de ataques.
  3. Participar en violaciones al alto el fuego en conjunto con fuerzas "moderadas".
  4. Llevar a cabo ofensivas nuevas, una vez que se hayan reforzado lo suficientemente bien con combatientes, armas y municiones.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha hablado de dar armas mejores y más grandes a los terroristas, si el alto el fuego no funciona y el proceso político no progresa. Incluso se dio una fecha límite, el 1 de agosto, para que Bashar al-Assad inicie la transición política a un gobierno libre de Assad; o sino EE.UU. va a adoptar un nuevo enfoque para poner fin a la guerra. Esto plantea la cuestión de quién evalúa si el progreso es suficiente. Fiel a su naturaleza arrogante, esta tarea, sin duda, está en el dominio de los EE.UU. También debemos preguntarnos qué derecho tiene EE.UU. para dictar al gobierno sirio y a su gente.

El ministro de exteriores saudí, Adel al-Jubeir, sin ninguna timidez en ocultar su desprecio por Assad, se muestra entusiasta sobre el prospecto de proveer armas mejores y mayores a los terroristas, incluyendo misiles antiaéreos. Lo que él realmente está diciendo es que Arabia Saudita y sus aliados están dedicados a esta guerra subsidiaria y no tienen ningún problema con proveer a los terroristas de los medios para derribar aviones rusos, lo que intensificaría peligrosamente esta guerra llevándola al terreno apocalíptico.

Ante la derrota del plan para invadir Siria, quitar a Assad e instalar una marioneta a la cabeza del Estado vasallo de EE.UU. más reciente; EE.UU. ha pasado al plan B. La manipulación del cese al fuego como instrumento de guerra es un componente del plan B. En este sub-plan los terroristas siguen atacando, lo que resulta en la muerte de 270 civiles, las negociaciones de los delegados saudíes instalados en el Comité plantean exigencias que saben que no serán aceptadas, después usan esto como justificación para salir de las conversaciones. Lo hacen con la tranquilidad de saber que esto va a ser tergiversado por los medios convencionales, mientras que el Ejército sirio sitia ciudades y niega la ayuda humanitaria; y Rusia continúa bombardeando y matando a los civiles. Todo muy limpio y ordenado. Y una gran mentira.