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La organización incrementó a 24 las horas de vigilancia. No obstante el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen, dijo que por el momento no tienen previsto intervenir. Siguen los enfrentamientos entre tropas leales a Khadafui y lo rebeldes.

Los países de la OTAN solicitaron al Comité Militar aliado que comience a preparar la planificación militar "necesaria" y "prudente" para poder hacer frente a "cualquier eventualidad" en Libia, aunque el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen, dejó en claro que una eventual intervención de la OTAN requerirá un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y que por el momento la OTAN no tiene previsto intervenir.

"No puedo imaginar que la comunidad internacional y Naciones Unidas permanezcan al margen si el señor Gadafi y su régimen continúan atacando a su pueblo sistemáticamente", aseguró en rueda de prensa Rasmussen.

"Hemos pedido a nuestros militares que lleven a cabo la planificación necesaria para que estén preparados en caso de cualquier eventualidad", ha recalcado, insistiendo en que se trata de una planificación "necesaria y prudente".

Aunque formalmente se solicitó el viernes pasado al Comité Militar de la OTAN, que reúne a los responsables militares aliados, comenzar los preparativos necesarios para atender una petición de intervención de la OTAN, Rasmussen ha dejado claro que ello requerirá un mandato de la ONU. "Asumo que cualquier operación de la OTAN se llevaría a cabo en concordancia y consonancia con un mandato de la ONU", precisó.

Además, Rasmussen advirtió que decretar una zona de exclusión aérea sobre Libia constituye una cuestión compleja y ha asegurado que de momento la Alianza Atlántica no ha recibido ninguna petición de intervención.

Sube la tensión

La aviación gubernamental lanzó ayer hasta cuatro ataques contra las posiciones de los rebeldes próximas a la ciudad de Ras Lanuf, donde se encuentra una de las más importantes terminales petroleras del este de Libia.

Los enfrentamientos armados se han convertido en una sucesión de ataques y contrataques entre el ejército rebelde, formado por jóvenes voluntarios y militares desertores millas, y las fuerzas de Gadafi, por el control del suministro petrolero y de la desértica zona de amortiguamiento entre el este y el oeste del país.