Imagen
© AP / El UniversalUn hogar se inunda en Washingtonville por nieve derretida
Además, en el oeste de Connecticut lluvias torrenciales provocaron el desborde de algunos ríos que se llevaron partes de viviendas y automóviles. En varios puntos habían caído unos 60 centímetros de nieve. Esta tormenta contribuyó a que el invierno 2010-11 ascendiera en la lista de récords, aún antes de que cediera.

Una intensa tormenta afectó este lunes el norte de Nueva Inglaterra y del estado de Nueva York hasta con 76 centímetros de nieve.

Mientras tanto, en el oeste de Connecticut lluvias torrenciales provocaron el desborde de algunos ríos que se llevaron partes de viviendas y automóviles, destacó la agencia AP.

Hasta la 1:00 p.m. (hora local) habían caído unos 60 centímetros de nieve en el aeropuerto internacional de Burlington, la mayor nevada en el mes de marzo de que se tenga registro, y aún no concluía. Las palas para nieve más populares se agotaron en Aubuchon Hardware, un establecimiento ferretero del centro de Montpelier, donde las semillas de césped ya estaban en exhibición y la tienda alistaba sus anaqueles para la venta de plantas de primavera.

Esta tormenta contribuyó a que el invierno 2010-11 ascendiera en la lista de récords. Aun antes de que dejara de nevar, ya era el cuarto invierno de mayor acumulación de nieve en la historia de Burlington, con 308,36 centímetros.

Y la tormenta parecía aún más fuerte que la ventisca del Día de San Valentín del 2007 que acumuló 65,2 centímetros en Burlington, comentó Taber.

En el norte de Vermont, la nieve arrastrada por el viento casi nulificó la visibilidad. Un tramo de entre 16 y 19 kilómetros en la autopista Interestatal 89 fue cerrado varias horas el lunes por la mañana en el área de Richmond-Williston.

Al mediodía del domingo, el pronóstico para el área era de más de 25 a casi 60 centímetros de nieve, pero la situación empeoró a medida que transcurrió el día.

Partes del estado de Nueva York quedaron enterradas bajo más de 61 centímetros de nieve, además de lluvia helada y vientos de 48 kilómetros por hora, creando una situación intolerable que provocó el cierre de escuelas. También se desplomaron tendidos de electricidad, dejando sin servicio a más de 40.000 usuarios.

Las áreas más afectadas fueron los montes Adirondack, en el noreste de Nueva York, y el área de Syracuse.