Después de más de 7 años de enfermedades, muerte e impotencia, la planta de San Nicolás de la multinacional Atanor - segunda productora de glifosato en el país - fue clausurada en uno de sus sectores por orden judicial, al comprobarse que arroja químicos contaminantes al río Paraná.
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© glifosato
El 7 de septiembre se clausuró la extracción de los millones de litros de agua de las napas que extrae esta empresa y también el vertido de efluentes al Rio Paraná. Asimismo se suspendió provisionalmente la planta de Atracina, un herbicida agrícola muy usado en el mundo, que suele combinarse con el glifosato.

La acción llevada a cabo por Juzgado Penal N°1 y que está a cargo del Dr. Facundo Puente, se debe a una de las causas contra Atanor en donde se la acusa de contaminación del aire y del suelo, además de corrupción por la manera confusa en que se le otorgaron las habilitaciones.

Sin embargo, lo más alarmante es el reclamo de los vecinos del Barrio Química -que consta de 6 manzanas- en el cual denuncian al menos 200 casos de enfermedades y muertes, el más reciente el de una niña de 6 años que perdió su vida a causa de una leucemia.

Una de las organizaciones demandantes, la ONG Protección Ambiental del Río Paraná, a través de uno de sus voceros Walter Ibarra, explicó a los medios que Atanor incumplió y nunca se molestó por tener los permisos correspondientes que tienen que tener todas las empresas y ahora se encuentra con esta clausura porque el juez allanó con la prefectura, la gendarmería y la policía constatando que se volcaban efluentes contaminantes al río y que se sacaba agua de las napas. Entonces en principio está clausurada hasta tanto tenga todo lo que tiene que tener una empresa para trabajar.

Ibarra también explicó que Atanor tiene otras causas en la justicia federal. Una efectuada por los vecinos y otra por las ONGs de San Nicolás, en la cual se denuncia que la empresa tiene productos químicos enterrados, altamente contaminantes, explosivos y tóxicos. Según él eso está en la justicia federal, de acuerdo a lo informado por Red Nacional de Medios Alternativos.

Relevamientos mortales

Los vecinos de la zona, al ver que la situación con Atanor no tenía avances y al detectarse tantas enfermedades y muertes, decidieron hacer un relevamiento que constató que hay más de 200 muertes a causa de cáncer en un radio de cinco manzanas.

El relevamiento, realizado en 2010, se plasmó en un mapa bocetado a mano en donde se indican las enfermedades y las muertes, un trabajo similar a los realizados por el Grupo de Madres de Ituzaingó en Córdoba, o en San Salvador de la provincia de Entre Ríos, en su lucha contra las fumigaciones y el cáncer.
La alarma surgió cuando comenzó a verse un número desproporcionado de casos de cáncer, entre otras enfermedades que prácticamente nunca habían padecido allí...
Según los vecinos, entre los obreros e incluso personal jerárquico de Atanor hubo varios casos de necrosis y en el barrio prácticamente todos los vecinos tienen problemas respiratorios, asma, bronquitis y enfermedades de piel. La alarma surgió cuando comenzó a verse un número desproporcionado de casos de cáncer, entre otras enfermedades que prácticamente nunca habían padecido allí.

Primero eran casos aislados, pero con el tiempo se tornó más preocupante, dado que se dio un caso de 5 personas con cáncer en una misma familia, tres de ellos fallecidos en muy poco tiempo y dos que aun padecen la enfermedad. Asimismo en solo dos manzanas, hubo 17 fallecidos por cáncer, según informó el portal contrainfo.

Hay más de 200 muertes por cáncer, es el único lugar de la ciudad en el que esta enfermedad evolucionó notablemente en la última década. Los vecinos y las ONG que los apoyan hace años vienen denunciando que la municipalidad se niega sistemáticamente a hacer un control sanitario de la zona, lo que toman como una señal de complicidad.

"Prontuario" de Atanor

Atanor registra casos de conflictos por contaminación ambiental en esta y otras plantas ubicadas en otras regiones del país, por ejemplo el caso de una sede emplazada en Vicente López que estuvo clausurada preventivamente por el municipio, según informó La Capital.

Asimismo el matutino destacó que en 2014, la empresa fue denunciada por un episodio ocurrido en San José de la Esquina en el que el accidente y vuelco de un camión ocasionó el derrame de 18 mil litros de 2,4-D, un poderoso herbicida que Atanor sintetiza en la planta de Río Tercero.

Los vecinos y ambientalistas, que hace tiempo vienen bregando por las malas y nocivas prácticas de la multinacional instalada hace 20 años, denuncian haber sufrido todo tipo de amenazas y persecuciones, por encima del dolor que les causa perder a sus seres queridos, uno tras otro.

Sin embargo, de acuerdo a lo que ellos declararon a RNMA, nada les impide que vivan esta decisión de clausurar ciertas actividades de la empresa como un triunfo y recibieron la noticia con mucha alegría.

"Nosotros hemos sido perseguidos, el fiscal de la causa nos ha iniciado causas penales a nosotros por coacción agravada, hemos tenido denuncias a causa de la empresa, hemos estado amenazados, nos han cruzado autos de alta gama. Llevamos una lucha de años y esto nos pone muy felices y nos hace pensar que la justicia todavía existe y que la única guerra que se pierde es la que se abandona. Por eso nosotros seguimos para adelante y está en juego la salud de toda la gente" declaró Walter Ibarra a este medio.

Al menos esto es un indicio también de que no todo es tan impune y que tarde o temprano hay una retribución de los actos.

Estamos en un momento clave donde todos tenemos que decidir correctamente qué valores y acciones vamos a apoyar, lo que determinará la manera en la queremos vivir en los próximos años y el legado que vamos a dejar para las próximas generaciones, es un tema de consciencia.

Después de todo, la verdad brillará por sí misma.