TERRACOTA
© Nicky Loh/Reuters
El diseño de los soldados de arcilla sugiere la existencia de contactos estrechos entre Oriente y Occidente mucho antes de lo que se pensaba. Los antiguos escultores griegos podrían haber inspirado las famosas esculturas chinas: los más de 8.000 guerreros de terracota, que llevan más de 2.000 años vigilando la tumba del primer emperador de China.

Los arqueólogos e historiadores que han estado estudiando las figuras creen que deben su aspecto sorprendentemente realista a la influencia de artistas llegados desde la Antigua Grecia a China, informó 'The Guardian'.

Li Xiuzhen, uno de los principales arqueólogos del lugar, aseguró que los recientes descubrimientos, incluidos rastros de ADN de europeos recuperados en varios lugares de la región de Xinjian (sudeste) que datan de los tiempos del primer emperador, llaman a revisar la suposición tradicional sobre el nivel de contactos entre Asia y Europa, la cual se remontaría a 1.500 años antes de los viajes de Marco Polo.
"Ahora contamos con pruebas de que había contactos estrechos entre la China del primer emperador y Occidente antes de la apertura formal de la Ruta de la Seda. Estos existían mucho antes de lo que se pensaba", apuntó el investigador.

"Ahora creemos que los Guerreros de terracota, los acróbatas y las esculturas de bronce hallados en este sitio fueron inspirados por las esculturas y el arte de la Antigua Grecia", subrayó.
Los Guerreros de terracota, que fueron descubiertos en 1974, forman parte del complejo funerario del emperador Qin Shi Huang, construido en 210-209 a.C. Su superficie, de 56 kilómetros cuadrados, lo convierte en el mausoleo subterráneo más grande del mundo.