Desde que la Segunda Guerra Mundial finalizó, existen multitud de leyendas que hablan de un misterioso búnker ubicado en el Ártico en el que los alemanes habrían resistido durante años los ataques aliados. El mito afirma incluso que incluía una base de para los populares submarinos alemanes (los U-Boote). Más allá de la leyenda, lo que sí es cierto es que, como ya adelantó ABC en 2015, la última unidad germana en rendirse lo hizo cuatro meses después del cese de las hostilidades. Y pertenecía a un comando destinado en las heladas tierras al sur de Groenlandia.

artico ruso
© GoogleLos restos de un pasado

Con todo, esta unidad no estaba formada por soldados de élite dispuestos a resistir subfusil en mano los ataques de los soldados aliados, sino que incluía a científicos como Wilhelm Dege. La mayoría de ellos, meteorólogos que habían sido destinados de forma secreta a la zona para enviar periódicamente a Hitler informes meteorológicos.

«El trabajo diario del grupo comenzaba a las siete de la mañana y les ocupaba hasta las seis de la tarde. Después de transmitir puntualmente los mensajes a Berlín a las ocho de la tarde, los miembros de la expedición cenaban y pasaban un rato de esparcimiento», explicaba el historiadorJesús Hernández a ABC en 2015.

Pues bien. Precisamente una base similar a aquella en la que vivió el equipo de Dege es la que ha sido hallada por un equipo expedicionario del Parque Nacional «Ártico Ruso». Una reserva natural con una extensión de más de 14.000 kilómetros ubicada al norte del país e inaugurado en 2009.

Más concretamente, el hallazgo se realizó el pasado agosto -tal y como afirman varios medios locales- en Alexandra, una isla ubicada a más de 1.000 kilómetros del Polo Norte. Este octubre, no obstante, la base ha sido noticia de nuevo debido a que la entidad ha publicado un vídeo en el que se pueden apreciar los restos del lugar.


Puedes leer el informe del parque siguiendo este enlace

Los empleados del parque han recogido cerca de 500 artículos de gran valor histórico en esta base (la cual, según han averiguado, fue bautizada con el nombre de «Schatzgraber» («Caza Tesoros»). Entre los mismos restos han destacado cajas de munición, equipo militar, artículos para el hogar, electrodomésticos, objetos personales o partes meteorológicos.

Todos ellos, utilizados mientras la estación estuvo activa entre (según las primeras investigaciones) septiembre de 1943 y julio de 1944. Al menos, según informó en su momento el propio parque.
«La estación fue destruida deliberadamente en los años 50 del siglo pasado, y solo han sobrevivido en su interior fragmentos, restos de escombros, trozos del edificio... De momento no podemos llegar a ninguna conclusión», señaló uno de los investigadores del parque, Evgeny Ermolov.
El clima, eso sí, ha permitido que algunos restos de plástico en buen estado, así como madera, cuero y tejidos naturales. El metal, por el contrario, se ha oxidado. «Estamos analizando los artículos para tratar de confirmar el número de miembros que había en la estación y delimitar más concretamente su periodo de actividad», completó el experto.

Verdades y suposiciones

-La estación se encuentra en la Tierra de Alexandra, a unos 500 metros de la costa.

-Se eleva 30 metros sobre el nivel del mar.

-Se cree que pudo operar desde septiembre de 1943 hasta julio de 1944.

-Según los primeros datos, transfirió más de 700 informes meteorológicos.

-En julio de 1944, podría haber sido evacuada por una infección sufrida por sus empleados tras comer carne de oso polar.