explosion Japon
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Los países de la Unión Europea (UE) decidieron imponer controles de resistencia a sus centrales nucleares ante eventuales sismos, tsunamis y ataques terroristas, tras el accidente en Japón. "En Japón se habla de apocalipsis y creo que es una palabra particularmente bien elegida", dijo hoy el comisario europeo para la Energía, Günther Öettinger, sobre la crisis nuclear en ese país, ante una comisión del Parlamento Europeo en Bruselas.

"Prácticamente todo está fuera de control", agregó el comisario. Y dijo "no excluir lo peor en las próximas horas y días". Previamente, Öettinger había anunciado que los países de la UE decidieron aplicar controles de resistencia a sus centrales nucleares, tras una reunión extraordinaria en Bruselas con representantes de gobiernos, autoridades nacionales de seguridad nuclear y de la industria del sector.

La evaluación de la gravedad de los accidentes nucleares en Japón "pasó de un nivel 4 a 6 en base a lo sucedido en las últimas 24 horas", explicó el comisario. La idea que plasmó en conferencia de prensa es "reexaminar los riesgos de tsunamis, ataques terroristas, sismos y cortes de electricidad" en las instalaciones en Europa, dotadas con unos 150 reactores. Según el experto, la antigüedad y el tipo de construcción de las centrales también se tendrán en cuenta.

Según lo dicho, la participación en los controles será voluntaria y se ofrecerá a otros países no miembros de la UE, como Suiza, Turquía o Rusia, la posibilidad de tomar parte.

Horas antes, André-Claude Lacoste, presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia, uno de los miembros atómicos del Consejo de Seguridad de la ONU, había asegurado que tras los nuevos problemas, la crisis atómica alcanzó el nivel 6 de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES, su sigla en inglés). Este es el segundo nivel más grave y está por debajo de la tragedia de la planta ucraniana de Chernobyl de 1986 que llegó al nivel 7.

Mientras tanto, en Japón el paso de las horas y el trabajo de los operadores no han traído alivio a la central nuclear Daiichi de Fukushima. Todo lo contrario. Hoy es el día más difícil de la planta desde que se produjo el terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter el 11 de marzo pasado. Una serie de nuevos problemas ha disparado el alerta a tal punto que Francia, una de las naciones líderes en energía atómica, asegura que la crisis en Japón quedó a sólo un grado de Chernobyl.

La alarma por un desastre nuclear con fugas radiactivas siguió subiendo sin pausa en esta central nuclear de Fukushima. El primer problema que tuvo hoy la planta fue una fuerte réplica de 6,3 grados en la escala de Richter con epicentro en la provincia donde se encuentra emplazada. Luego, sobrevino una explosión que provocó un incendio en el reactor 4 de la central que empeoró dramáticamente la situación: la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) confirmó la emisión directa de sustancias radiactivas a la atmósfera.

"Las autoridades japonesas informaron hoy que la piscina de depósito de combustible usado del reactor número 4 de la central de Fukushima Daiichi estaba en llamas y que emitía radioactividad directamente en la atmósfera", señaló un comunicado de la AIEA.

"En el lugar se midieron tasas de radiactividad de hasta 400 millisieverts (la medida con la que se establece el grado de radioactividad) por hora", agregó la AIEA y precisó que sigue en contacto con las autoridades japonesas y mira atentamente la evolución de la situación.

Según medios japoneses, el incendio estaría "aparentemente apagado", pero continúan los inconvenientes. Más temprano se había producido otra explosión en el reactor 2 de la central. Para la AIEA, su núcleo está dañado. Por otra parte, los reactores 5 y 6 también sufrieron un recalentamiento en los tambores donde guardan el combustible atómico. Así, las seis usinas de la planta están en graves problemas. La número 1 es el que lleva la peor parte y donde más han trabajado los operadores desde el 11 de marzo pasado.

La fuga radiactiva de peligroso nivel impulsó al gobierno a ampliar el área de evacuación a 30 kilómetros. El primer ministro, Naoto Kan, y otros funcionarios advirtieron que hay peligro de que se produzcan más fugas y recomendaron a la gente que permanezca bajo techo. Unas 180.000 personas ya han sido evacuadas de un radio de 20 kilómetros.

"Por favor no salgan a la calle. Quédense en sus casas. Cierren las ventanas y sellen las rendijas de las ventanas. No enciendan los ventiladores. Cuelguen su ropa lavada adentro de sus viviendas'', recomendó.

"El nivel parece ser muy alto, y sigue existiendo un riesgo muy grande de que la radiación aumente aún más", destacó Kan. "Estamos desplegando nuestros mayores esfuerzos a fin de impedir nuevas explosiones y nuevas fugas radiactivas", agregó.

Esta es la peor crisis nuclear que haya afectado a Japón desde las bombas atómicas arrojadas a Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial. Asimismo es la primera vez que ese tipo de amenaza nuclear se ha presentado en el mundo desde el desastre de la planta nuclear ucraniana de Chernobyl en 1986. Precisamente, Ucrania se ofreció hoy a enviar a Japón los mismos expertos que trabajaron en ese desastre nuclear.