Pese a las llamadas a la calma, los controles se multiplican. Los japoneses hacen acopio de mascarillas, agua y víveres para permanecer encerrados en casa.

En Tokio, donde residen unos 35 millones de personas, se han elevado los niveles de radiación hasta 20 veces más de lo habitural.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), con base en Viena, ha manifestado su temor a que el núcleo del reactor 2 de la central de Fukushima haya resultado dañado tras la explosión registrada ayer.

Desde el terremoto y el tsunami del pasado viernes, los problemas se sucenden en esta central. De los seis reactores con los que cuenta Fukushima, cuatro han resultado dañados.

La Autoridad de Seguridad Nuclear francesa sitúa este accidente en un nivel de gravedad 6 en una escala de 7; nivel al que se llegó en Chernóbil. Las autoridades japonesas lo rebajan al 4.