El hecho de que Donald Trump fuera elegido como presidente de EE.UU. es realmente irrelevante. Lo que es relevante son las condiciones que permitieron que pudiera ser elegido como presidente de EE.UU.
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© El Imperio sólo vale la pena para el 1%
¿Y qué llevó a los estadounidenses a votar por Trump o por Hillary en la semana de las elecciones presidenciales de EE.UU.? Pregúntele a cualquier medio de comunicación masivo o partidario de Hillary; probablemente le dirá que fueron cuestiones referentes a los valores liberales y la justicia social. También le dirán que los partidarios de Trump fueron motivados principalmente por el racismo, el sexismo y el odio. En realidad, los votantes de Trump estaban igual de preocupados por la justicia social. De hecho, ésta es la cuestión detrás de los votos más populares alrededor del mundo estos días. E irónicamente, los votantes de Trump estaban argumentablemente más preocupados por la justicia social que los liberales que votaron por Hillary; porque la justicia social que llevó a millones de personas a votar por Trump es muy diferente de la "justicia social" que preocupaba a los partidarios de Hillary.

Aquí necesitamos notar la clara diferencia entre los trabajadores de "cuello rojo" [NdE: viene de "redneck", en español podría traducirse por pueblerino, provinciano] en EE.UU., y algunos en posiciones financieras más altas. La mayoría de las personas que votaron por Trump fueron los de "cuello rojo" y lo hicieron porque ellos están sintiendo los efectos negativos de 8 años de políticas económicas y exteriores "liberales" del gobierno de Obama, que no han cambiado desde los años "conservadores" de Bush (usted se preguntará cómo es eso y cómo funciona - una pista: el presidente no es quien "decide", ni por asomo). Esas políticas coincidieron con el "colapso" del 2008 y los "rescates bancarios" que causaron la recuperación de millones de casas y muchas pérdidas de empleos tradicionales de fabricación, los cuales afectaron a los pobres de manera desproporcionada.

Fue precisamente esta marginación de los más vulnerables en la sociedad lo que estuvo detrás del voto del Brexit en el Reino Unido a principios de este año. Tanto el voto de las personas británicas para salir y el de las personas estadounidenses que votaron por Trump, no fueron votos basados primariamente en el racismo o la xenofobia, sino votos en contra del status quo neoliberal bajo el cual el nivel de vida de los pobres cayó y todos vieron cómo la guerra y la muerte se incrementaron.

Para subrayar la naturaleza bipartidista de estos votos de protesta, en EE.UU. fue el candidato nominalmente de "izquierda" quien fue rechazado, mientras que en el Reino Unido el voto de protesta ocurrió bajo el gobierno conservador de "derecha". El punto es que el supuesto paradigma de "derecha/izquierda" en las democracias de Occidente ya no existe. Ha sido reemplazado por una combinación de neoliberalismo y neconservadurismo, dos palabras elegantes que describen ideologías que juntas forman el proyecto "élite" para una globalización transnacional y el dominio de los recursos del mundo por parte de las corporaciones y sus amigos políticos y por medio de la "proyección" del poder militar de EE.UU. alrededor del mundo.
brexit
Estudios encuentran que los votantes pobres y marginados fueron la clave de la victoria del Brexit.
Así que mientras que los medios masivos de comunicación que apoyan en gran medida a Hillary como candidata del establishment pasaron los últimos doce meses esparciendo la idea de que los partidarios de Trump son "deplorables" y que Trump mismo es un ferviente racista, sexista, xenófobo, mentiroso, tramposo y narcisista; ésta fue una mentira tremenda que ocultó la verdad de que la mayoría de los partidarios de Trump fueron motivados por un deseo desesperado de mejores trabajos, mejores salarios, una mejor atención sanitaria (o algún tipo de atención médica, por lo menos), etc. En otras palabras, de justicia real.

Cuando a estas personas marginadas y cansadas de la guerra se les ofreció a Trump como la única alternativa a Hillary, tomaron la oferta sin pensar mucho más. Además, basándose en los datos de las encuestas electorales emergentes, parece que no sólo los pobres rechazaron a Hillary y todo lo que ella representa, sino que el 54% de los graduados universitarios masculinos blancos votaron por Trump. El 52% de los votantes que ganan menos de 50.000 dólares al año votaron por Clinton y el 41% por Trump, del 64% de los votantes estadounidenses que ganan más de 50,000 al año, el 49% eligió a Trump y el 47% a Clinton. Por lo tanto, lejos de que la idea de "cualquiera menos Trump" haya sido la motivación principal de los votantes en esta elección, puede haber sido más bien algo como "cualquiera menos Hillary".

El hecho de que prácticamente todos los partidarios de Hillary, incluyendo un gran número de observadores interesados en todo el mundo (especialmente en Europa), reaccionaron al triunfo de Trump con horror y consternación, es evidencia del éxito de esta mentira vendida por los medios corporativos occidentales. También ha causado que esas personas expresen su "shock" ante el giro repentino y "racista" de tantos estadounidenses; o que se pregunten cómo pudieron pasar por alto que esta barbarie estaba acechando en el corazón de la "democracia más grandiosa del mundo". Las mismas personas también se ven obligadas a usar la misma narración insana para explicar el hecho de que la mayoría de las mujeres votantes se posicionaran a favor de Trump. Teniendo en cuenta los comentarios de Trump acerca de las mujeres, ¿cómo explicar esto, a no ser diciendo que todas estas mujeres deben ser pueblerinas mentalmente retrasadas?

Tal "visión" es miope en extremo. Cualquier mujer que se encuentre teniendo que trabajar tres trabajos y aún así siendo incapaz de alimentar adecuadamente a sus hijos o de tener suficiente "renta disponible" para sentir que tiene un nivel de vida decente, tendrá poco problema con las observaciones sexistas o la hipérbole racista por parte de un presidente potencial, si el mismo promete abordar los graves problemas que le preocupan y acabar con las políticas cleptocráticas perseguidas por Obama (y por Clinton y la administración Bush).

Obviamente, es improbable que la mayor parte de las personas en esta clase baja en EE.UU. sean analistas políticos expertos con una comprensión profunda de la naturaleza de la agenda neoliberal/neoconservadora rapaz. Pero lo que sí entienden es que si sus estándares de vida han continuado cayendo bajo un solo gobierno, entonces ese gobierno es responsable y es necesario un cambio. La cuestión de que si Obama y Hillary, y la patocracia que representan, son la verdadera causa de la pobreza en Estados Unidos (lo son) es irrelevante para el propósito de lo que quiero decir: las personas de clase baja y aquellas cansadas de la guerra que votaron por Trump, NO lo hicieron porque fueran "cuellos rojos racistas tontos" sino porque son los más marginados socialmente y los más pobres de la sociedad americana; y Trump (sinceramente o no) se ofreció para ayudarlos. Su perspectiva, aunque simplista, es mucho más perspicaz que la de los partidarios "progresistas" y "neoliberales" de Hillary, muchos de los cuales votaron por Hillary simplemente porque ella no era Trump y porque se podía confiar en ella, una figura pulida de establishment (¡y nada menos que una mujer!), para protegerlos en su visión mundial crédula, desapegada y consentida.

Los neoliberales de Hillary

La mayoría de los simpatizantes de Hillary eran blancos de clase media y alta, muchos de ellos jóvenes "millennials" o menores de 35 años. Algunas de estas personas, pero no todas, han crecido en una atmósfera enrarecida y delirante de "sociedad abierta" y de multiculturalismo; donde sus valores sociales y culturales "progresistas" rechazan cualquier noción de los valores tradicionales, y con ello me refiero a cuidar a alguien que no sea usted mismo y su "equipo". Es más que irónico ver cómo todos aquellos liberales que hablan interminablemente sobre la "inclusión" y las "microagresiones" son los que ahora están en las calles, vomitando odiosas invectivas y llevando a cabo verdaderas "macroagresiones" contra los partidarios de Trump.

Estas son las personas cuyas posiciones de seguridad social y económica relativa, y la falta de conciencia de los niveles de pobreza en EE.UU. y la brutalidad ejercida por los militares de EE.UU. (bajo Obama y Bush) contra la gente de otras naciones, les permiten seguir creyendo en El Sueño Americano y la carencia de angustia debido a temas más abstractos y "culturales". Cuestiones como los derechos de los homosexuales, los derechos de las mujeres (pero no los derechos de las mujeres americanas campesinas pobres, o las mujeres iraquíes o sirias, o las mujeres libias...) y los "valores liberales", donde todo el mundo es libre de ser tan egoísta e ignorante de la realidad como les plazca.

La mayor participación en apoyo a Hillary fue en Washington DC. Basta con mirar las imágenes de abajo para ver una representación gráfica de la desconexión radical que existe entre la élite de Washington y casi el 75% del resto del país, ya sea que haya votado por Trump o no haya votado en absoluto. Una vez más, parece que el verdadero mensaje de esta elección del pueblo estadounidense fue "cualquiera, menos la elitista belicista de Hillary".
encuestas hillary
encuestas hillary
Para los partidarios de Hillary, tener a la primera presidenta mujer en la Casa Blanca aseguraría y haría avanzar los "valores" neoliberales, y también aumentaría la cantidad de sanitarios transgénero, generaría más inmigrantes y más guerras que proveen de inmigrantes. Claro, los partidarios de Hillary saben poco y no les importa la verdad de la ideología neo-Trotskysta del control hegemónico americano sobre los recursos naturales, a través de guerras interminables y cambios de regímenes constantes, que apoyan Hillary y Obama. Todo lo que saben es lo que leen en los "medios liberales" del establishment: que las políticas exteriores estadounidenses se enfocan solamente en "liberar a las personas reprimidas en regímenes brutales" y en llevar el transgenerismo multicultural y la "sociedad abierta" a todos los rincones del mundo.

Así que uno realmente tiene que preguntarse acerca de la inteligencia real de los así llamados progresistas de la generación del milenio y amantes de Hillary en general. Una corta vida de cultura popular narcisista parece haberlos dejado sin siquiera la apariencia de un medidor de patrañas. Un ejemplo de ello: en los últimos dos días, estos millennials han derramado océanos de lágrimas debido a Trump y sus seguidores "racistas", y, sin embargo, hace 20 años, el presidente Bill Clinton, un liberal "izquierdista" (y violador, según dicen algunos), dijo más o menos lo mismo acerca de la inmigración ilegal. Entonces, ¿por qué la angustia ahora? ¿Es simplemente el hecho de que Trump es explícito acerca de su estupidez y racismo en vez de ocultarlo detrás de una imagen exterior política y democrática bien 'pulida' como la de Hillary y su cuadrilla? ¿O es que la mayoría de los millennials solamente tenían 10 años en ese entonces y la historia les importa un comino? Si es así, entonces la elección de Trump podría ser una cosa muy buena para Estados Unidos.
casa blanca
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Millennials de la Casa Blanca mientras que Obama da la bienvenida a Trump a la Casa Blanca. Escuche atentamente y escuchará el sonido del violín más pequeño del mundo.
El mensaje importante del resultado de esta elección con el que debemos quedarnos es una llamada de atención, y una que todos nosotros necesitamos escuchar. "Usted está dirigido por un cabal no elegido de capitalistas belicistas corruptos que repetidamente lo han engañado y dividido, mediante el cambio de su política de persuasión, tan frecuentemente como usted cambia de ropa interior. En sus vidas privadas, tales personas mantienen actitudes hacia las personas estadounidenses (y personas ordinarias en todas partes) que hacen ver a Donald Trump como el Papa Francisco. Y mientras se presta atención sin cesar a las "preocupaciones" aprobadas y alentadas respecto al racismo, el sexismo y el transexualismo, estos administradores del imperio americano están matando a cientos de miles de personas en el extranjero y apoyando regímenes que detienen, torturan y matan a homosexuales, mujeres y disidentes políticos.

Así que para todos aquellos que votaron a favor de Hillary porque están preocupados por el fascismo que vendrá a Estados Unidos, tengo noticias para ustedes: Donald Trump no lo es. Cuando el fascismo llegue a Estados Unidos, no estará disfrazado de un demagogo craso que abraza políticas regresivas, vendrá envuelto en la bandera de los ideales "liberales" y "progresistas" del siglo XXI, defendidos por un gobierno que asesina a millones de personas extranjeras en nombre de la libertad y la democracia y, sin embargo, goza de la adoración aduladora de una pandilla de egoístas que pretenden hacer el bien. Así que no se engañe, el fascismo americano no se asoma en el horizonte debido al presidente Trump; ha sido su pan y mantequilla durante décadas.