El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, dice que si Estados Unidos ataca al presidente sirio, Bashar al-Asad, comenzaría un enfrentamiento con Rusia.
Trump
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, junto al senador Mitch McConnell, en Washington, 10 de noviembre de 2016.
Si Estados Unidos ataca a Al-Asad, "nosotros vamos a terminar luchando contra Rusia, luchando contra Siria", ha afirmado Trump en una entrevista con el diario local Wall Street Journal, publicada este viernes.

"Mi actitud es que EE.UU. está luchando contra Siria, Siria está luchando contra el EIIL (Daesh, en árabe). EE.UU. quiere deshacerse del EIIL. Rusia está totalmente alineada con Siria y ahora tenemos a Irán, que se vuelve cada vez más poderoso - debido a nosotros - , y es aliado de Siria (...) Y nosotros apoyamos a los rebeldes y no tenemos ni idea de quiénes son esas personas", ha sostenido Trump.


Asimismo, ha dicho que su país debe enfocarse en las actuales circunstancias, en la derrota de la banda terrorista EIIL y tratar de encontrar puntos comunes con los Gobiernos de Damasco y Moscú.

En este contexto, ha calificado de probable que Estados Unidos deje de proporcionar apoyo a los llamados "rebeldes moderados" en el país árabe.


Comentario: Si ésta es realmente su intención, ¿le dejarán lograr este objetivo? ¿Cuánto poder tiene realmente un presidente frente al complejo militar industrial? Eso está por verse.


En otro momento de sus declaraciones, Trump ha asegurado que planea mantener pronto una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, de quien, ha dicho, recibió un mensaje tras su victoria en las presidenciales del pasado 8 de noviembre.

Eso es mientras su vicepresidente, Mike Pence, aseguró a principios de octubre que Estados Unidos debe "utilizar la fuerza militar" contra el Gobierno de Al-Asad. Trump aseguró que él no suscribe ni apoya las palabras de Pence al respecto.


Comentario: Si ésta es realmente su intención, ¿le dejarán lograr este objetivo? Sería un gran cambio para el pueblo sirio, que lleva ya demasiado tiempo sufriendo en manos de los promotores de la guerra.


EE.UU. y sus aliados iniciaron una campaña de bombardeos en Siria en 2014 —sin autorización del Gobierno sirio ni mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)—, presuntamente, con el objetivo de combatir a la banda terrorista Daesh, pero en muchos casos han provocado víctimas entre la población civil y daños a las infraestructuras sirias.