Cada vez más adolescentes y jóvenes adultos estadounidenses padecen depresión, según un reciente estudio publicado en el Journal Pediatrics.

depresión
Desde el año 2005 al 2014, la investigación halló que la tasa de adolescentes que informó un episodio de depresión aumentó un 37% en este período. El estudio se basa en los datos de las encuestas nacionales sobre consumo de drogas y salud de 2005 a 2014, que incluyeron a más de 172.000 adolescentes de 12 a 17 años y más de 178.000 adultos de 18 a 25 años de edad.

Para las niñas en particular, la probabilidad de experimentar un episodio depresivo mayor aumentó de alrededor del 13% en 2004 a más del 17 por ciento en 2014, mientras que entre los varones se incrementó del 4,5% al 5,7%. En general, durante el período de estudio, el número de adolescentes que experimentaron episodios depresivos mayores de 12 meses aumentó en más de medio millón de jóvenes.

Pero a pesar del aumento de la depresión, la proporción de adolescentes con episodios depresivos mayores de 12 meses que recibieron atención de salud mental en el año anterior no cambió significativamente durante el período del estudio. Esto significa que, aunque los investigadores encontraron un pequeño aumento entre los adolescentes en las visitas a los proveedores de salud mental de especialidad; la gran mayoría de los adolescentes que se encuentran atravesando un episodio depresivo, no están recibiendo atención psicológica.

Los autores de la investigación señalaron que el estudio se ajustó para considerar el impacto de los factores típicos asociados con la depresión, como los hogares monoparentales, los ingresos o un aumento en el abuso de sustancias. Sin embargo, encontraron que tales factores no podían explicar el creciente número de depresión. En cuanto a la mayor susceptibilidad entre las niñas, los autores dan la hipótesis de que las niñas pueden estar enfrentando una mayor exposición a factores de riesgo como el ciberbullying.

El creciente número de adolescentes deprimidos que no reciben ningún tratamiento de salud mental para sus episodios de depresión mayor pide renovados esfuerzos de extensión, especialmente en servicios escolares y universitarios de salud, consejería y prácticas pediátricas donde muchos de los adolescentes pueden ser detectados y manejados, concluye el estudio.

Es de destacar sin embargo, que no es solo en Estados Unidos donde crecen los niveles de depresión entre los adolescentes, sino que este incremento es un fenómeno mundial, el cual no solo repercute por medio del padecimiento subjetivo de quienes la sufren y sus allegados, sino que impacta de forma directa en la economía, como señala el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este informe, un poco más extenso en el período que toma como análisis, asevera que entre 1990 y el 2013, el número de personas con depresión y ansiedad aumentó en un 50%.

Se puede acceder a la investigación publicada en el Journal Pediatrics aquí.