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© vanguardia / ap A la expectativa. Muchos países de latinoamérica temen que llegue la nube radiactiva. En Japón siguen revisando a todos.
El sismo que sacudió en días pasados a Japón, de 9 grados Richter, tuvo de 300 a 350 veces mayor potencia que el terremoto que azotó la ciudad de México en 1985 -de 8.1 grados- y sus efectos fueron inmensamente superiores, aunados a la situación de las plantas nucleoeléctricas en el archipiélago japonés.

Delfino Hernández Lascares, profesor de la UAM, explicó que la Richter es una escala matemática logarítmica que se va elevando de 30 en 30; tres grados serían 30 por 30 por 30.

En el caso de México, advirtió que "no estamos preparados para contender con un desastre similar', y consideró insuficiente contar con un reglamento de construcciones, pues además en el país hay edificios altos y de vanguardia, pero sólo representan 10 por ciento.

Muchas casas fueron construidas antes del sismo de 1985, sin un reglamento de construcción, además de que existen escuelas que tienen 100 años y siguen funcionando, recordó el académico de acuerdo con un comunicado de la UAM.

Planteó que se cuenta con el Sistema de Alerta Sísmica del CIDE, que tiene 12 sensores, entre Acapulco y Zihuatanejo, pero no hay presupuesto suficiente para mejorarla.

El especialista en geología propuso crear una alerta contra tsunamis en la zona del Pacífico, pues "no podemos ponernos una venda en los ojos, estamos en una zona muy sísmica, por eso requerimos de estudios, estar informando a la población permanentemente, un presupuesto suficiente y cambiar los programas de protección civil".

Enfatizó que al frente de instituciones gubernamentales de protección deben estar especialistas, no los amigos de los gobernadores.

Alerta nuclear

Por otra parte, Marco Martínez, Alejandro Calvillo, Eduardo Rincón y Gian Carlo Delgado, investigadores universitarios que si la crisis nuclear se hace irreparable y explotan los reactores Fukushima, por las corrientes de viento, de chorro, los efectos radioactivos llegarían en horas a las costas americanas de México, Canadá y Estados Unidos.

Y aunque no se quiere generar alarma, lo cierto es que México no está preparado para un impacto negativo de esta naturaleza ni tampoco si se presentase un problema similar en Laguna Verde, afirmaron.

Exigieron al gobierno mexicano detener su proyecto nuclear en Laguna Verde, pues el caso japonés "nos debe dar lecciones por la pérdida de vidas que allá se tienen y se tendrán por generaciones". Se estima que la tragedia de Chernobyl, ocurrida en 1986, costó un millón de vidas.

Reclamaron en conferencia de prensa que las autoridades japonesas no están dando información veraz ni oportuna y que si se fusionan los reactores nucleares con la cápsula que los contiene, derivado de los gases de plutonio que se desprenderían en Fukushima, su liberación tendrá efectos letales de cortísimo plazo sobre todo ser viviente en un rango no menor a las 80 millas, es decir, cerca de 110 kilómetros a la redonda.