Dos temblores de origen tectónico, de 5,7 y 4,7 grados en la escala abierta de Richter sacudieron la región central de Filipinas en la tarde y noche del lunes, sin que se haya informado de víctimas ni de daños a las infraestructuras. El terremoto de 5,7 grados se sintió en la capital, Manila, y provocó el pánico entre algunas personas que se encontraban en edificios altos.

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© PhivolcsTemblores de 5,7 (izquierda) y 4,7 (derecha) en Luzón
El primer temblor ocurrió a las 18.37 hora local (GMT+8) y su epicentro se localizó a 12 kilómetros al este de la isla de Lubang o a 87 kilómetros al sur suroeste de Manila. El hipocentro, según el Instituto de Vulcanología y Seismología de Filipinas (Philvocs), se localizó a 75 kilómetros de profundidad.

Este temblor es el segundo moderado que se produce en las proximidades de Lubang en lo que va de mes, después de otro de 5,1 grados en la misma zona el pasado día 11 de marzo.

Según testigos, el terremoto se sintió en edificios altos de Makati, donde pareció que las estructuras se balancearon durante un minuto aproximadamente, y algunas personas comenzaron a llorar a causa del pánico.

El seísmo se sintió con intensidad IV en la escala Peis (Escala de Intensidad de Terremotos de Phivolcs) en Manila, Cavite y partes de Mindoro, entre otros; mientras que en Quezon City, Makati, o Bulacan se sintió con intensidad III. En las ciudades de Baguio, Tarlac y Nueva Ecija se midió con intensidad II.

Según la escala Peis, la intensidad IV se denomina "Moderadamente Fuerte", la intensidad III se califica como "Débil", y la II es "Sentido Ligeramente".

El segundo terremoto se registró a las 21.29 del lunes, hora local, y su epicentro se ubicó a 29 kilómetros al noreste de la ciudad de Pili o a 275 kilómetros al este sureste de Manila. El hipocentro se situó a 20 kilómetros de profundidad.

Los temblores se producen un día después de que un seísmo de 6,1 grados sacudiera el norte del país.