Recientemente leí un encabezado completamente ridículo, algo que a primera vista pensé que era una "noticia falsa". El encabezado decía: Policía ataca a una mujer inocente, le provoca un shock con un táser sin ninguna razón, lo llama una "payasada" y después le da un pastel que decía "perdón por darle un shock".

Suena como una broma, ¿verdad? Profundicé un poco y el titular no es técnicamente preciso. El oficial en cuestión nunca le dio a la mujer un pastel, él solo le envió un mensaje de texto con esta foto:
'Sorry I Tased You' homemade cake
© The Free Thought Project
El problema aquí es que todo lo demás es cierto. El policía apareció en el trabajo de esta mujer sin ninguna razón, la acosó, le robó su bebida y después le disparó con la pistola táser cuando ella trató de recuperarla.
La demanda dice que el funcionario "usó su aparente autoridad para intimidar, acosar y amenazar a la demandante [...] sobre su vida personal". Como a Wohlers no le gustó que la demandante no haya respondido a su demostración de autoridad, Wohlers se volvió cada vez más agresivo con los empleados de la oficina del complejo de apartamentos, incluyendo a la Sra. Byron".

La Sra. Byron dice que el oficial tomó un té dulce que estaba sobre su escritorio y se negó a devolvérselo. Cuando ella trató de recuperar su bebida, el oficial le puso el táser en la garganta y el pecho y luego saltó encima de ella cuando cayó al suelo, colocando sus rodillas firmemente sobre su pecho y quitándole con fuerza los dientes del táser.
Ahora, si usted o yo entráramos en la oficina de alguien, acosáramos, robáramos y atacáramos a alguien con un arma mortal, estaríamos en la cárcel, enfrentando duras penalidades. Sin embargo, este policía nunca fue acusado y silenciosamente renunció a su departamento sin ninguna consecuencia legal. Su departamento lo defendió, llamándolo un simple caso de "payasada," como si se tratara de dos niños pequeños que tenían una pelea amistosa en un patio de la escuela.

¿Puede imaginar la mentalidad de alguien que puede confundir un juego con un asalto? ¿Qué tal imaginar que tienen la autoridad para ejercer una fuerza mortal sobre los civiles? Reducir el asalto a "juegos" demuestra la forma en que la responsabilidad es puesta a un lado, no sólo en este caso en particular, sino a través de Estados Unidos. Obviamente, hay un problema serio aquí.

Asesinando a los enfermos mentales

Hablando de tasers, un fiscal de Georgia ha decidido no procesar a los oficiales después de que su tratamiento a un enfermo mental resultara en su muerte. Chase Sherman, de 32 años de edad, estaba teniendo un episodio psicótico cuando su familia lo llevaba a casa desde el aeropuerto. Llamaron al 9-1-1 y los agentes llegaron a la escena para poder controlarlo. Poco después se amontonaron sobre el hombre que estaba en la parte trasera del coche, lo esposaron y lo electrocutaron repetidamente. Él murió en la escena. Puede ver las grabaciones del cuerpo policial a continuación:


Pareciera que los oficiales no tienen entrenamientos sobre cómo lidiar con alguien que está sufriendo un ataque psicótico. Durante el encuentro, ellos emiten repetidamente órdenes y amenazas como si estuvieran tratando con alguien consciente y capaz de tomar decisiones racionales. Cuando muere, el mismo sistema que no los capacitó correctamente los absuelve de cualquier consecuencia legal a pesar de que se trate claramente de un caso de homicidio involuntario.

Este patrón continúa a lo largo del país. En Sacramento, California, los oficiales aprehendieron a Dazion Flenaugh, un hombre de 40 años de edad que sufre de una enfermedad mental. Después de recogerlo y ponerlo en el coche policial, se volvió cada vez más errático, gritando, pateando y provocando un alboroto en la parte trasera del coche. En el vídeo pueden ver a los oficiales referirse repetidamente a él como un "loco" y un "monstruo", indicando que no tienen ni idea de cómo lidiar con alguien que sufre un colapso, así como ninguna compasión por alguien bajo su autoridad. Los oficiales se detuvieron y cuando abrieron la puerta trasera del coche, Flenaugh escapó y procedió a correr por el vecindario. Cuando un espectador preguntó a los oficiales lo que estaba pasando, su respuesta fue, "Hay un loco, simplemente asustado, está ahí en algún lugar, si lo ve, sólo péguele con un bate de béisbol un par de veces. Eso lo calmará" Flenaugh eventualmente irrumpió en una casa, robó unos cuchillos de cocina y poco después fue asesinado a tiros por la policía. El tiroteo fue dictaminado como autodefensa.

En Dallas, otro esquizofrénico bipolar de 39 años, fue disparado a muerte por los oficiales después de que su madre llamara al 9-1-1 para pedir ayuda para llevarlo al hospital. Después de salir de su casa, se veía a Jason Harrison con un destornillador en sus manos. Cinco segundos después, cayó muerto en el piso. Los oficiales apuntaron sus armas y le gritaron órdenes a Jason, demostrando una vez más su absoluta falta de conocimiento sobre cómo disminuir la tensión en situaciones con enfermos mentales. Una vez más, no se impusieron cargos contra los oficiales.

Otro hombre mentalmente enfermo en Sacramento fue disparado 14 veces por los oficiales después de que intentaron atropellarlo con su vehículo policial. Joseph Mann estaba claramente psicótico, pero los oficiales no sabían cómo lidiar con la situación, aparte de ordenarle que se tirara al suelo dieciséis veces. Cuando eso no funcionó, lo acecharon durante unos cinco minutos, intentaron golpearlo con su coche, y lo ejecutaron en la calle. Era un hombre sin techo y su caso no es un "litigio pendiente" ni un "arreglo privado." El video de ese encuentro está disponible en el enlace anterior.

La policía de St. Paul fue absuelta de delitos después de matar a otro enfermo mental, también "armado" con un destornillador. La familia de Philip Quinn llamó al 9-1-1 buscando ayuda... y de nuevo otra persona mentalmente enferma está muerta debido a la falta de entrenamiento apropiado, o mejor dicho, debido a un entrenamiento muy específico. En este caso, el jefe de la policía dejó en claro que "los oficiales hicieron exactamente lo que se suponía que debían hacer," lo que nos demuestra una vez más que a) los oficiales de policía estadounidenses no están para nada equipados para tratar a los enfermos mentales y, b) están completamente equipados para tratar con todos como si fueran autómatas "racionales" que se comportan de la misma manera en todo momento. Estos hombres de la ley son un instrumento contundente, un martillo, y para ellos cada individuo combativo parece un clavo. Y aún peor, sus superiores creen que este estado de cosas está perfectamente bien; todo está "de acuerdo con el protocolo".

Tal vez algunos de ustedes estén pensando, "estos oficiales fueron atacados y estos hombres estaban claramente locos, matarlos era la única opción." Pues se equivocan. Por ejemplo, observe como la policía británica fue capaz de controlar a un hombre mentalmente enfermo que movía un machete, sin la necesidad de disparar un solo tiro.


Otro vídeo contrasta a la policía del Reino Unido con la de EEUU, mostrando como una vez más la policía británica es capaz de desarmar a un hombre con un arma, mientras que la policía estadounidense inmediatamente usa la fuerza letal.


Estos no son incidentes aislados, sino que son la norma en los países europeos. El Washington Post ha comenzado a recabar la información: en 2016 un total de 963 personas fueron asesinadas a tiros por parte de la policía de EEUU. De marzo de 2015 a marzo de 2016, la policía en el Reino Unido disparó sus armas en siete ocasiones. Si tradujéramos este número per capita, eso significaría que la policía de EEUU disparó sus armas en 35 ocasiones. ¿Alguien se puede imaginar un año entero donde los oficiales estadounidenses dispararan sólo en 35 ocasiones?

Al gobierno de EEUU no le importa un carajo la información

El gobierno no recaba la información sobre cuántas personas fueron disparadas y/o asesinadas por la policía cada año. Piense en eso por un segundo. Sabemos cuántas personas fueron a ver una película durante el fin de semana, o el porcentaje de millennials que se están negando a vacunarse contra la gripe, pero cuando se trata de policías matando a civiles, la información no es recolectada ¿Cómo es eso posible? Sugiero que así fue diseñado. Los oficiales del gobierno local, estatal y nacional no están preocupados por la violencia policial, mientras que las personas acudan al trabajo y estén comprando cosas. Si hubiera alguna preocupación, estos números estarían contabilizados y disponibles, pero no lo están. ¿Cómo podemos pedir represalias cuando no sabemos cuántas personas han sido disparadas o asesinadas por la policía?

Por ejemplo, Philip Stinson, un criminólogo de la Universidad Estatal de Bowling Green. Encendió 48 alertas de Google en 2005, y tiene la mejor información disponible acerca de disparos policiales en EEUU. Su información muestra que de los cientos de disparos por parte de la policía que ocurrieron en los últimos once años, solamente 77 oficiales han sido culpados de crimen y sólo 26 de esos han sido sentenciados. 26 sentencias.

Existen muchas razones por las que este número es increíblemente tan bajo, y éstas demuestran el problema sistemático que tenemos en este país de cómo se investigan los crímenes policíacos. Para empezar, la policía se investiga a sí misma, lo que significa que son escudriñados por personas con las que trabajan todos los días. La imparcialidad es imposible, pero los jefes de policía sostienen que este sistema funciona y que todo está bien.

"Para acusar a un oficial en un tiroteo fatal, se necesita algo escandaloso, algo tan extremo que no pueda ser explicado de una forma racional," dice Stinson. "También tiene que ser un caso por el que los fiscales estén dispuestos a arriesgar su reputación".

El Departamento de Justicia ha encontrado problemas consistentes (¡sorpresa!) con respecto a que la policía se investigue a sí misma. Por ejemplo, en Cleveland, "investigadores nos dijeron que ellos intencionalmente presentan a un oficial con la mejor luz posible cuando investigan el uso de la fuerza letal por parte del oficial." En Miami, los investigadores tardan tanto tiempo que, "al menos dos oficiales dispararon y mataron a un sospechoso mientras que seguían bajo investigación por un tiroteo previo". Estos mismos problemas se multiplican a lo largo de EEUU.

Represalias contra los denunciantes

Tenga en mente que cualquier oficial que hable en contra de sus hermanos, probablemente va a sufrir, haciendo que sea más complicado obtener un panorama preciso de la violencia policial. Los oficiales "soplones" son tratados con desprecio e incluso algunos sufren violentas consecuencias.

En el caso que es posiblemente el más infame en cuanto a represalias en contra de un "policía bueno," Frank Serpico fue dejado morir por sus colegas oficiales después de que reportara una corrupción masiva en el Departamento Policíaco de Nueva York a finales de los 60. Durante una redada de narcóticos, se quedó atrapado en una puerta y recibió un disparo en la cara mientras otros dos oficiales que estaban de servicio con él simplemente se alejaron. No llamaron a una ambulancia, ni siquiera reportaron el tiroteo. Después, ambos recibieron medallas por haber "salvado su vida". Posteriormente, Frank se mudó a Europa por casi una década antes de regresar a EEUU. Debido a la consciencia de Serpico, muchos oficiales corruptos perdieron su trabajo, y claramente no era seguro que él se quedara en EEUU.

Recientemente, dos oficiales en Chicago declararon públicamente que se enfrentaron a amenazas de muerte después de que cooperaran con el FBI en un caso de corrupción que involucraba a colegas oficiales. Shannon Spalding y Daniel Echeverria investigaron a oficiales que habían tomado dinero de traficantes de drogas y habían mostrado pruebas cuando sus blancos se negaron a cooperar.
"Recuerdo haberme informado de una aprensión fugitiva y un supervisor me dijo: 'No vas a recibir respaldo. El equipo no va a respaldarlos a ustedes porque quieren poner a los supervisores en la cárcel. Odio ser el que golpee a tu puerta para decirle a tu hija que estás volviendo a casa en una caja'", dijo Spalding, detallando un ejemplo de la venganza a la que ella y Echeverria se enfrentaron.

"Otro incidente, otro inspector de la misma unidad dijo, 'hay oficiales en comando que están tan enojados contigo que más te vale ser cuidadoso mientras vas y vienes en tu vehículo personal cuando denuncies y dejes la estación o la unidad policial. Usa tu chaleco porque pueden dispararte desde el estacionamiento. Lo harán."
Claramente poco ha cambiado en esta mitad de siglo desde que Serpico estaba en la fuerza.

En Pittsburgh, el teniente Wade Derby alertó acerca de la falsificación de documentos para poder disminuir las estadísticas criminales de la ciudad. También reclamó que la ciudad ocultaba incidentes acerca de la mala conducta de la policía durante las investigaciones criminales. Todo esto era legal, porque cuando los criminales son los policías, ¿quién queda para hacer cumplir la ley?

En Maryland, Joe Crystal alertó sobre la brutalidad policial dentro de su propio departamento y rápidamente encontró que romper el "código de silencio" tiene como resultado el acoso, o peor aún. Después de que reportó la brutalidad policial fue forzado a mudarse de su casa en Baltimore y ubicarse en Florida, por miedo a lo que podrían hacerle los oficiales de su viejo departamento.

En Florida, José Rosado sirvió para el Departamento Policial de Miami Gardens por siete años antes de ser despedido. Durante su permanencia, repetidamente se quejó de que su departamento tenía como blanco a un joven hombre negro, a un nivel que simplemente era irrazonable. Él demandó a la ciudad después de ser despedido. Su demanda declara que su departamento "había implementado, aplicado, promovido y sancionado una política, práctica, y/o costumbre de detenciones para cachear, búsquedas, embargos y enjuiciamientos de hombres negros de entre 15 y 30 años".

En enero de 2015, Rosado declaró en el caso de Earl Simpson de 28 años de edad. Earl había sido detenido e interrogado por la policía 258 veces en cuatro años. Fue buscado más de 100 veces y había sido arrestado y encarcelados 56 veces. Earl ejemplificó esta política racista del departamento de acosar a personas de color. Rosado tiene una demanda pendiente en contra de la ciudad.

Todo lo anterior es solamente la punta del iceberg. Introduzca en Google "denunciante policial" y obtendrá aproximadamente 450.000 resultados. Existen muchos policías decentes ahí afuera, pero están luchando en contra de la marea de corrupción que existe en toda la institución a la hora de aplicar la ley.

Michael Wood merece también una mención honorífica, un ex marino y ex policía de Baltimore. Mire algunos de sus tuits. Su última aventura fue ayudar a organizar a alrededor de 2.000 veteranos para ir a Standing Rock en Dakota del Norte y ayudar a proteger a los protestantes en contra de la violencia institucional.

Aquí hay un poco más acerca de Mike en una breve entrevista:


Para aquellos con poco tiempo, Mike describe un sistema donde acosar y arrestar a las personas por crímenes menores es lo estándar. De hecho, se espera eso de los oficiales. Y sí, él explica que la mayoría de los policías tienen miedo a los ciudadanos, perpetuando un círculo vicioso donde el miedo engendra más miedo. Eventualmente, Mike dejó el departamento después de ser incapaz de tolerar la situación. Él quería proteger y servir, no acosar y castigar a las personas por el crimen de ser pobres (o negros - ambos iban de la mano en esta paliza).

Pasmosamente, solo el 8% de las quejas en contra de los oficiales a nivel nacional son llevadas hasta el punto de desencadenar una investigación en los asuntos internos. Esa agencia impactante que siempre obtiene un mal golpe en la televisión rara vez ejerce su autoridad para defender a los ciudadanos de policías taimados. Los oficiales problemáticos ni siquiera pueden limpiar sus registros de las quejas después de haber sido procesados ​​o absueltos por asuntos internos. El departamento de policía de Baton Rouge fue tan lejos como para hacer un vídeo (sólo para uso interno) recordando a los oficiales que purgaran sus registros 'de acuerdo con la política', que les permite periódicamente remover cualquier registro de quejas contra ellos.

Policías gitanos

Los oficiales problemáticos también pueden simplemente renunciar y trasladarse a una nueva jurisdicción. Un policía se trasladó a nueve jurisdicciones en nueve años, mudándose tres veces en un año (sombras del escándalo de sacerdotes pedófilos). Esto ocurre tan a menudo que hay un término para referirse a los policías como éstos: "policías gitanos". El oficial mencionado fue encontrado conduciendo borracho con una botella de whiskey y una bolsa de píldoras variadas en su vehículo policial. Cuando fue confrontado su respuesta fue: "no voy a hacerme ninguna prueba de drogas, supongo que voy a renunciar". Lo hizo, luego se postuló y se unió a otro departamento.

Por ejemplo, el oficial que mató a Tamir Rice, estaba en proceso de ser despedido de su posición previa cuando renunció y tomó su trabajo actual. Incluso había una nota en su archivo personal que dejaba claro que no debía manejar un arma de fuego, pero quienes reclutan a la policía debieron de haber olvidado eso. ¡Ups! Ese oficial nunca fue sentenciado, y la demanda civil fue arreglada por una cantidad de 6 millones de dólares, pagada de los bolsillos de los contribuyentes. La ciudad aún es reacia a aceptar que el oficial no hizo nada mal. ¿Entonces para qué eran los 6 millones? ¿Acaso el juez de ese caso se estaba sintiendo generoso ese día?

La razón por la que los oficiales corruptos de la policía casi nunca son acusados por hacer mal, es que los oficiales y fiscales tienen una relación muy estrecha. Sus trabajos son simbióticos y dependen el uno del otro. Incluso cuando van a juicio, la policía tiene un enorme privilegio en ese jurado, los jueces y fiscales automáticamente presumen su inocencia. Cierto, todos tenemos nominalmente esa presunción, pero los oficiales están garantizados a ser acusados de una falla, incluso cuando son más culpables que el mismísimo diablo.

Protegerse de la policía

Éste es claramente un estado de las cosas intolerable, y sin embargo continúa. La cuestión más importante para cada ciudadano es saber cómo protegerse a sí mismo de los supuestos ejecutores de la ley y el orden; es conocer sus derechos. Las leyes estatales pueden variar, pero usted nunca debe hablar con la policía y (a menos que tenga la suerte de conocer a uno como Mike Wood) nunca debería. Lo de "todo lo que diga puede y será usado en su contra en un tribunal," es 100% cierto, y no sólo eso, algunos policías tratarán de usar juegos mentales y lo manipularán para que haga o diga algo que puedan presentar como una infracción de la ley cometida por usted. Tenga en cuenta que muchos de los oficiales no están buscando la verdad, están buscando una redada y una estadística, y debido a ello la verdad pasa a segundo plano, ya que, los oficiales pueden mentir y, de hecho, mentirán y distorsionarán para poder llegar a sus "números ideales" o a ese ascenso.

Llame a sus congresistas en DC, sus representantes estatales, o su ayuntamiento local. Haga que su voz sea escuchada. Dígales que le preocupa la violencia policial, que aprueba el uso de cámaras corporales, que desea requisitos más estrictos y controles más profundos de los antecedentes de los oficiales a los que contratan.

Otra cosa que debe aprender es evitar llamar al 9-1-1. Un número de situaciones anteriormente mencionadas fueron empeoradas por oficiales que fueron llamados para ayudar, y, luego de poco tiempo de haber llegado, mataron a la persona que los llamó. Como alternativa, construya relaciones con amigos y vecinos. Tenga un grupo básico de personas en las que pueda confiar en una emergencia. Por supuesto, si hay un accidente de coche o una emergencia médica, el 9-1-1 puede ser apropiado, pero siempre debe considerar que los oficiales armados vendrán con la ambulancia. Si la persona es combativa o está mentalmente enferma, los técnicos de emergencias médicas pueden usar su radio para pedir refuerzos de la policía.

Si todo lo demás falla y tiene que interactuar con la policía, mantenga la calma. Si se siente incómodo siempre puede preguntar: "Oficial, ¿puedo irme?" Y ellos están legalmente obligados a contestar sí, si no planean arrestarlo o detenerlo. Pueden ignorar la pregunta o tratar de desviar la cuestión. Simplemente repita la pregunta y cuando respondan "sí", salga inmediatamente sin más interacción. Si usted termina arrestado o detenido por cualquier razón, nunca hable con la policía sin un abogado presente.

Una manera de combatir la delincuencia policial es actuar como un ciudadano observador y grabar un vídeo cuando piense que la mala conducta de la policía está sucediendo ante sus ojos. Hay algunas reglas simples a tener en cuenta mientras esté grabando a la policía, y las leyes varían según el estado. Si esto es algo que usted podría hacer, lea sobre las leyes de su estado. Estar informado antes de tiempo le dará confianza de que está actuando dentro de la ley y puede protegerlo de la manipulación o amenazas de los oficiales que pueden no estar contentos de que los esté grabando.

Por último, pero no menos importante, quítese la noción ilusoria de que usted o alguien que usted ama nunca será víctima del crimen policial. Mientras que las personas de color (particularmente en los barrios pobres) sufren mucho más en manos de la policía que los blancos, los blancos también sufren y mueren regularmente a manos de los oficiales. Independientemente de la raza, religión, orientación sexual o género, cada vez que los derechos de una persona son pisoteados por los que están en la autoridad, es un crimen contra todos nosotros. No podemos callar frente a la autoridad criminal. Debemos educarnos sobre el estado de las cosas y educar a otros que no quieren oírlo. Cambiar el mundo comienza con la aceptación de la responsabilidad por la forma en la que está el mundo, la comprensión de la naturaleza humana (la suya y la de los demás) y hacer pequeñas decisiones diarias que nos empujen hacia convertirnos en la gente que queremos ser. Juntos podemos y vamos a hacer la diferencia.