El régimen de Gadafi asegura que puso ayer en libertad a Eman al Obaidi, la mujer que se convirtió en un símbolo de la oposición después de que fuera detenida por acusar a quince miembros de las fuerzas gubernamentales de violarla ante periodistas extranjeros el sábado en un hotel de Trípoli.

Antes, la madre de Al Obaidi había declarado entre lágrimas a Al Yazira que el régimen había ofrecido dinero a su familia si su hija desmentía sus declaraciones. El padre, por su parte, negó las declaraciones según las cuales la mujer sufre problemas psíquicos. Su hija estudió Derecho y goza de toda sus facultades mentales, sostuvo.

El portavoz del Gobierno, Ibrahim Musa, afirmó en una entrevista a la agencia AP que la mujer era una prostituta que se negó a someterse a un examen médico, pero una hora después en una rueda de prensa no repitió la acusación.

Al Obaidi, natural de la zona del este de Libia controlada por los rebeldes, acusó a las fuerzas del régimen de detenerla en un retén de la carretera en Trípoli y de haberla violado después. Las mujeres de las regiones rebeldes consideran a Al Obaidi como una «heroína de la revolución». Hablar de una violación es por lo general un tabú en las sociedades árabes, por lo que las víctimas suelen hablar rara vez de abusos de ese tipo.

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