El CRISPR-Cas9, la novedosa tecnología de edición genética, genera más complicaciones y mutaciones en el genoma de las que se esperaban en un primer momento, lo que dificultará que esta nueva tecnología pueda pasar de las pruebas clínicas, asegura un estudio publicado en la revista Nature Methods.

El estudio indica que las mutaciones en el genoma que el uso de esta tecnología puede implicar pueden, en realidad, tratarse de cientos y advierten a la comunidad científica de los riesgos que implica su aplicación en humanos.
DNA data
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La técnica, que corrige las partes del ADN dañadas por enfermedades con gran precisión, puede a veces tocar otras partes del genoma sin intención.

Los investigadores observaron más de 1.500 mutaciones después de que el CRISPR-Cas9 eliminase con éxito un gen que causaba ceguera en ratones, explica Kellie Schaefer, una de las investigadoras del estudio.
"Ninguna de esas mutaciones en el ADN fueron predichas por nuestros algoritmos informáticos, utilizados ampliamente por los investigadores para detectar efectos secundarios", añade la investigadora.
"Incluso una simple modificación puede tener grandes consecuencias", advierte uno de los responsables del estudio.

Esta tecnología CRISPR-Cas9 identifica los genes responsables de alteraciones genéticas y los reemplaza, corrige o elimina, lo que permite el tratamiento de enfermedades sin cura hasta el momento y previene enfermedades hereditarias. Hasta ahora, la técnica se ha llevado a cabo con éxito en animales de laboratorio y en células humanas.

Los responsables del estudio aseguran que, a pesar de los resultados, se muestran optimistas y recuerdan que todas las técnicas que son nuevas pueden acarrear efectos secundarios y que "lo importante es estudiarlos y saber de cuáles se pueden tratar", explica Vinit Mahajan, uno de los autores de la investigación.