Durante la guerra de los Seis Días entre Israel y los países árabes, Israel había preparado un plan que consistía en colocar y detonar una bomba atómica en la cima de una de las montañas de la península del Sinaí.
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© AFP 2017/ Pierre Guillaud
Si el plan secreto de Tel Aviv, denominado 'Operación del Día del juicio final', hubiera sido activado, habría supuesto el primer uso de una bomba atómica desde el ataque de EEUU contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945.

En una serie de entrevistas realizada en los años 1999 y 2000 por el experto israelí Avner Cohen, el general de brigada retirado Itzhak Yaakov reveló los detalles de este desconocido plan. Según Yaakov, con el uso de la bomba atómica, Tel Aviv quería disuadir e intimidar a Egipto, así como a otros Estados árabes, como Siria, Irak y Jordania.
"Mira, era algo totalmente natural. Tienes un enemigo, y dice que te va a tirar al mar. Tú le crees. ¿Cómo puedes detenerlo? Lo asustas. Si tienes algo con que asustarlo", apuntó el exmilitar israelí, quien supuestamente se encargó de supervisar el plan secreto.

"Es el último secreto de la guerra de 1967", indicó Cohen.
Yaakov, que murió en 2013 a los 87 años, señaló durante sus entrevistas que el plan consistía en colocar un artefacto nuclear en la cima de una montaña situada a unos 32 kilómetros de la base militar egipcia de Abu Ageila y, posteriormente, preparar una explosión atómica.
"Si llegaba la orden de detonarla, el destello cegador y la nube en forma de hongo se habrían visto a través de los desiertos del Sinaí y del Negev, y tal vez hasta en El Cairo", indicó Yaakov. Finalmente, Israel ganó la guerra de los Seis Días de forma tan rápida que nunca tuvo que recurrir al uso de armas nucleares.
Este plan secreto de Israel tenía el nombre en clave de Shimshon, o Sansón —un personaje bíblico famoso por su fuerza extraordinaria—. "El objetivo del plan era cambiar el panorama y crear una situación que obligara a las potencias mundiales a intervenir, o una situación que obligara a los egipcios a detenerse y decir: 'Esperen un momento, no nos preparamos para esto'", precisó Yaakov.

En cuanto a las autoridades israelíes, nunca han confirmado ni desmentido tener armas nucleares, manteniendo una política de 'ambigüedad nuclear'. Además, nunca han permitido la inspección de sus centros nucleares por parte de expertos extranjeros.

En su libro de memorias, el expresidente israelí Shimon Peres calificó el plan Sansón como "una propuesta que habría disuadido a los árabes y podría prevenir la guerra".

En 1963, el coronel Yaakov, que estudió ingeniería en la Universidad Tecnológica de Massachusetts (EEUU) y en el Instituto de Tecnología de Israel Technion, fue invitado a participar en un proyecto estatal para la creación de la bomba atómica. En mayo de 1967, las tensiones entre Israel y Egipto aumentaron debido a la preparación por parte de Tel Aviv de nuevos ataques contra países árabes, según los datos de inteligencia de varios Estados. Como respuesta, El Cairo decidió cerrar los estrechos de Tirán, ubicados entre el mar Rojo y el golfo de Akaba, y también realizar una 'demonstración de fuerza' cerca de la frontera israelí.

En aquel momento, Yaakov estaba de visita en EEUU pero se le ordenó volver inmediatamente a Israel para participar en el desarrollo del plan Sansón.

Según declaró el militar israelí, dos grandes helicópteros militares del país "iban a aterrizar, descargar el artefacto y luego crear un puesto de mando en los alrededores de la montaña". El exmilitar también informó de que realizó un vuelo de reconocimiento con Israel Dostrovski, director general de la Comisión de Energía Atómica de Israel. "Estuvimos muy cerca. Vimos la montaña, y vimos el lugar donde esconderse, en un cañón", indicó.

Yaakov también subrayó que estaba lleno de dudas y preguntas.
"¿Va a explotar la bomba? ¿Voy a sobrevivir a la explosión?", pensaba.
A pesar de que Israel nunca colocó ni detonó el artefacto, el exmilitar continuó su labor de promoción del estatus nuclear del país hebreo hasta que en 2001 fue arrestado y acusado de haber filtrado información secreta. Por su parte, la Embajada de Israel en Washington se negó a comentar las declaraciones de Yaakov.

"Esta es una historia muy triste, de una persona que dedicó su vida a la seguridad nacional de Israel y ha terminado atrapada en una situación que pone en peligro su reputación, su carrera, su legado... todo", declaró al medio Jack Chen, uno de los abogados de Yaakov.