Götterdämmerung
  1. (Mitología germánica) "El crepúsculo de los dioses". El mito de la destrucción de los dioses en una batalla final con las fuerzas del mal; el apocalipsis.
  2. Cualquier caída o evento apocalíptico crucial, especialmente de un régimen o una institución.
grenfell tower
La torrencial crisis constitucional del Reino Unido continúa. El horrible incendio en la Torre Grenfell de Londres el 14 de junio, que ocurrió sólo 6 días después de unas elecciones anticipadas que resultaron en un impactante parlamento colgado [N del T: sin mayoría absoluta] (por segunda vez en el Reino Unido en sólo 7 años), sacudió el país hasta lo más profundo en un momento en el que la confianza en las autoridades ya está tambaleándose.

Hasta unas 600 personas vivían en los apartamentos de la Torre Grenfell. El fuego se inició a la 1 de la madrugada (cuando probablemente estaba completamente ocupado por residentes durmiendo) en el cuarto piso. Todos los 20 pisos de arriba se prendieron en llamas en sólo 15 minutos. El gobierno dice que el total de muertes asciende a 79, pero los nombres de ni siquiera la mitad de ellos han sido publicados. El verdadero número de muertes está más probablemente cercano a 379. Los residentes locales no tienen duda de que la cifra está siendo deliberadamente mantenida en secreto. El miembro del parlamento David Lammy declaró que la cifra de muertes está siendo cubierta por el partido de Teresa May para evitar motines. La línea oficial de que "79 han muerto y la cifra puede incrementarse" es lo mejor que el gobierno puede hacer para "manejar esto hasta que se marche".

Pero las consecuencias de esto no se "van a marchar".

Múltiples ataques terroristas antes de las elecciones, y la constante cobertura mediática que recibieron, fueron eclipsados en su impacto sobre la sociedad del Reino Unido por este accidental incendio, cuyos efectos han tratado de ser encubiertos o "apagados" desesperadamente por el Estado y los medios. Pero tal intento es irrelevante a estas alturas. Vivimos en la era de las comunicaciones digitales instantáneas, y mientras que el gobierno averigua cómo "manejar" las consecuencias del fuego, la gente está hablando directamente unos con otros a través de las redes sociales y subiendo a la red cientos de testimonios y comentarios sobre el evento, muchos de los cuales se han vuelto virales, que sobrepasan todos los esfuerzos centrales por controlar el flujo de la información.

Comenzamos a ver cómo a las élites les está saliendo completamente el tiro por la culata con el "fuego controlado" de los métodos de control social como el terrorismo. Los ataques terroristas que son utilizados para "recordarle a la gente por qué nos necesita" se han vuelto casi inútiles ante el evento sorpresa con el que la gente ha volcado su enojo contra las autoridades. El momento del desastre de Grenfell, tan pronto después de los ataques de Manchester y Londres, parece haber potenciado el contragolpe.

Asumiendo el punto de vista cínico de que el "Estado Islámico" tuvo ayuda interna para inyectar terror estratégicamente en medio de una campaña electoral, quizá la más importante jamás vista en el Reino Unido, y que el propósito era estimular a los ciudadanos británicos a mirar a las autoridades "establecidas" para que los protejan de los terroristas musulmanes que los asesinan, el incendio de Grenfell ha revertido completamente esa narrativa con muchos británicos ahora acusando a su gobierno de asesinarlos.

La Torre Grenfell fue remodelada por 10 millones de libras esterlinas el año pasado con coberturas de plástico inflamable que costaban 22 libras por metro cuadrado. La cobertura resistente al fuego constaba 24 por metro cuadrado. La cobertura inflamable fue montada en el exterior del edificio porque éste era considerado una "mala vista" para algunos residentes cercanos en el vecindario rico de Kensington. En su pensamiento deseoso, junto con sus recortes a los servicios sociales (incluyendo servicios de bomberos) mientras enriquecían a sus amigos, y su arrogancia al creer que podían "manejar" los eventos para mantener a Corbyn fuera y al país "unido", nunca vieron venir esto.

No es que no hubieran podido prever el riesgo de un incendio fatal; tuvieron muchas oportunidades porque por años los residentes de las torres advirtieron a las autoridades locales sobre el riesgo de fuego. Lo que no pudieron prever fue el contragolpe y las consecuencias sociopolíticas. Patrick Cockburn escribe sobre la total ineficacia del régimen del Reino Unido que busca chivos expiatorios:
"Un sistema de rociadores, que hubiera suprimido el fuego original antes de que se extendiera, nunca fue instalado porque hubiera costado una pequeña cantidad de dinero. El gobierno ha dicho, en palabras que puede llegar a lamentar, que "es la responsabilidad de la industria de los servicios contra incendios, y no la del gobierno, de promocionar los sistemas de rociadores contra fuegos efectivamente."
Así que Grenfell tuvo el efecto invertido de todo ese terror pre-electoral: ha expuesto la única gran falla en la sociedad: ésa que existe entre la gente y la élite. Todos los esfuerzos por hacer ver a los musulmanes como subhumanos son ciertamente inválidos en Londres donde, al menos por ahora, la gran mayoría está unida en duelo por las víctimas, que fueron en su gran mayoría musulmanes o negros, y ciertamente todos entre los más pobres de la sociedad, y unidos en su furia contra "aquellos que saben el precio de todo pero el valor de nada," como dijo un miembro del Parlamento.

Podría decirse que el neoliberalismo, el vehículo ideológico de la globalización dominada por EE.UU., comenzó en Londres con la elección de Thatcher en 1979. Hubo giros y vueltas de allí hasta aquí, pero para el momento en que la crisis financiera de 2008 estalló en Wall Street, el Reino Unido se unió a los países de la eurozona para imponer la "cura" de la crisis - la austeridad - cuyo terrible precio provocó el contragolpe público en la forma del referendo de independencia de Escocia en 2014 (un evento al que sobrevivió, no tengo duda, el Reino Unido sólo gracias al masivo fraude de votos postales por los servicios de seguridad), la elección de Jeremy Corbyn como líder del Partido Laborista, la decisión de llamar a un referendo sobre la permanencia en le Unión Europea y el sorprendente resultado de tal referendo.

De crisis en crisis (algunas fabricadas, otras completamente fuera del control de los servicios de seguridad) el Reino Unido se tambalea hacia un futuro incierto. Como la esquizofrenia política expuesta en EE.UU. por la reacción del "Estado profundo" a la llegada al poder de un independiente razonablemente honesto, el establishment británico se aferra desesperadamente al poder.

Otro parlamento colgado
La Carta de la Torre

"La Torre es interpretada comúnmente como peligro, crisis, cambio súbito, destrucción, aprendizaje superior y liberación. En la baraja de Rider-Waite, la parte superior de la torre es una corona, que simboliza el pensamiento materialista echado por tierra."
the tower card carta de la torre
La Torre en la baraja del tarot de 1909 de Rider-Waite.
El éxito del Partido Laborista el 8 de junio fue un choque para la clase intelectual británica, pero no fue una sorpresa para nosotros. En todo caso, nos sorprende que el partido de Corbyn no hubiera ganado por mucho. No es sólo que los conservadores obtuvieran tantos asientos en el Parlamento, sino de dónde los obtuvieron: de una docena de asientos escoceses del Partido Escocés Nacionalista. En algún momento en los dos años desde las últimas elecciones generales en el Reino Unido, alrededor de una tercera parte de los escoceses, según los resultados de las elecciones, revirtieron completamente su apoyo a separarse de la austeridad impuesta por Londres para pedir "más, por favor, señor" [N del T: referencia a la novela 'Oliver Twist'].

Otro resultado notable fue la consolidación de una división de casi 50-50 entre el partido irlandés nacionalista Sinn Fein y los "lealistas" británicos del Partido Democrático Unionista (DUP) en Irlanda del Norte. Que los conservadores ingleses estén ahora contando con una minoría de conservadores escoceses y una (apenas) mayoría de "conservadores irlandeses" para formar un gobierno para todo el Reino Unido sirve para subrayar - y sin duda acentuará - la crisis constitucional generalizada del Reino "Unido".

La semana pasada, la "ganadora" de las elecciones, Theresa May, presentó su programa de gobierno a la reina, una formalidad que resultó doblemente vacía este año por el hecho de que los conservadores tuvieron que sacrificar su manifiesto electoral debido a haber perdido la mayoría de asientos en el Parlamento en las votaciones, y pagaron al Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP) mil millones de libras esterlinas para asegurar una mayoría en el gobierno.

Incluso antes del resultado electoral, la UE estaba presionando a Downing Street en sus negociaciones del Brexit, mostrando la zanahoria de la unificación irlandesa a los gobiernos de Belfast y Dublin, citando el resultado mayoritario en Irlanda del Norte en favor de permanecer en la UE en el referendo, así como los subsecuentes temores locales de una frontera "dura" de la UE dentro de Irlanda. Los miembros del DUP preferirían ahorcarse (o la población nacionalista de Irlanda del Norte) de forma masiva antes que aceptar la unidad de Irlanda, así que la escena ha sido puesta para más incompetencia y embustes por el siguiente par de años.

Como les gusta decir a los ingleses: "¡Por mil demonios, amigo!" ["Bloody hell, mate!"] Si la burocracia permanente no tiene cuidado en Westminster -y les puedo asegurar que no lo tendrá- corre el riesgo de un cambio de régimen tanto en la forma de una toma de poder republicana/socialista de la monarquía británica, como de la caída de su unión de naciones anglo-celtas bajo la forma de la unificación irlandesa y la independencia escocesa.

Estado fallido

Lo que ocurrió con la Torre Grenfell es tanto sintomático como simbólico del hecho de que algo está profundamente podrido en el Estado de Gran Bretaña. Aunque lo mismo se puede decir acerca de Occidente en general -donde se está descarrilando el "Consenso de Washington", produciendo dislocaciones por todas partes- pienso que las contradicciones en el Reino Unido entre cómo se ve a sí mismo el Estado, y por lo tanto la sociedad, y cómo es realmente, son particularmente pronunciadas.

La juventud británica ha sido corrompida desde hace mucho: sólo EE.UU. tiene el mismo nivel de altos índices de sexo entre los menores de edad, embarazos adolescentes o el uso de drogas y alcohol entre los países desarrollados. Sus medios de comunicación son abominables, calificados como los más de derechas (y no en ningún sentido positivo del término) en Europa; y sin duda que usted habrá notado las celebridades porno que cubren las páginas web de muchas de sus plataformas de medios. Londres es la ciudad más corrupta en el planeta, una distinción ganada por los comportamientos sin escrúpulos de su élite minoritaria y los lazos de los bancos y negocios con el crimen organizado, contratistas militares y terroristas por todo el mundo.

Y luego están los escándalos de pedofilia. Como secretaria del Interior hace dos años, Theresa May dijo que la pedofilia está ahora "tejida de modo encubierto en el tejido de nuestra sociedad", y ella debería saberlo. En años recientes, una red de pedofilia tras otra ha salido a la luz, revelando lo que sólo puede describirse como décadas de criminalidad de sexo infantil en una escala industrial; y esto estaba ocurriendo a menudo en los mismos estudios de sus fidedignos medios, en las mismas instituciones de sus servicios de cuidado de niños, en los mismos campos de sus establecimientos deportivos y en los mismos corredores de su gobierno.

Cuando una sociedad devora a sus jóvenes de ese modo, ¿qué puede hacer si no caer en llamas? Con su extraña decisión de invitar al desastre llamando a un referendo del Brexit, y sus acercamientos a China en años recientes, la estrategia a largo plazo del establishment británico aparentemente preveía que el Reino Unido proporcionaría servicios bancarios "offshore" para el comercio global denominado (y dominado) en yuanes, mientras mantenía a su propia población intimidada bajo una "estrategia de tensión" (por medio del terrorismo directo y otras formas de subterfugio). Pero la realidad y esas molestas cosas llamadas "hechos" los han alcanzado.

J. C. entra en escena

Como si no lo hubiera sido antes de las elecciones, y antes de Grenfell, las encuestas oficiales nos dicen ahora que Jeremy Corbyn es el favorito del público para dirigir al país.

No puede exagerarse cuán peligroso es Corbyn para el establishment. Él ha sido un miembro del Parlamento desde 1983, y tiene un récord consistente en votar según sus principios en la Casa de los Comunes. En aquel entonces advirtió que sacrificar la economía real del país en favor de una farsa dedicada a "fabricar" instrumentos financieros era una estrategia que terminaría en lágrimas; advirtió que una "izquierda" falsa bajo Tony Blair estaba embaucando al país con sus "guerras humanitarias" y "terceras vías" a finales de la década de los 90; y hoy tiene los mismos tipos de principios que tenía en ese entonces.

Es por ello que los servicios de seguridad británicos de inmediato lo marcaron como "una amenaza para la seguridad nacional" cuando ganó el liderazgo del Partido Laborista en septiembre de 2015. ¿Por qué diablos diría Cameron tal cosa acerca de Corbyn justo meses antes de ganar lo que hubiera sido una mayoría conservadora de 5 años en el gobierno? Porque una sociedad razonablemente justa encabezada por gente con integridad es criptonita para la élite gobernante del Reino Unido, y porque sienten que el público en general quiere exactamente eso.

En su elitista visión del mundo del siglo XIX, un gobierno liderado por Corbyn destruiría un país que creen suyo; en realidad, ellos han destruido el país por sí mismos, y Corbyn representa la única oportunidad de salvarlo; o, para ser más pragmáticos en el diagnóstico, la mejor oportunidad de navegar el barco del Estado en estos tiempos de alboroto, y de hacer correcciones en curso sin que el país descienda al caos y la revolución sangrienta.

El comediante escocés y comentarista de izquierda, Frankie Boyle, emitió una nota de cautela: el establishment del Reino Unido (incluso cuando está contra las cuerdas; de hecho, especialmente cuando está contra las cuerdas) está compuesto de gente cuyas tendencias sociopáticas los predispone a manejar las crisis bien; no resolviéndolas, sino volteándolas a su favor y en contra de los intereses de la gente. La élite británica, carente de consciencia moral gracias al sistema británico de educación pública, cuando llega al poder sabe qué hacer: lo que sea necesario para mantener el status quo. Si no la han visto aún, miren la miniserie de televisión de 1990 Un golpe de Estado muy británico para ver cómo es el "Estado profundo" en este lado del Atlántico, y lo que le espera a Corbyn cuando se convierta en Primer Ministro.

En apenas poco más de un mes, el Reino Unido pasa el 20 aniversario de la muerte de la princesa Diana por "asesinato ilegal". No sé qué conexión tiene eso, si es que la tiene, con los eventos actuales; sólo pensé que debería mencionarlo. Mientras que confieso, como un irlandés, cierta medida de gozo al ver la verdadera naturaleza de la "Gran" Bretaña salir a la luz, también estoy contento por mis vecinos británicos. ¡Es un día rojo en Inglaterra; donde se levanta el sol!

Finalmente, aquí está Jeremy "Jezza" Corbyn (¿alguien más notó que sus iniciales son J.C.?) hablando en un escenario este fin de semana pasado en el festival de Glastonbury para decirle a 150.000 personas (que probablemente se habían desesperado de la política desde hacía mucho tiempo) que mantengan la fe y se amen unos a otros. ¿Se pueden imaginar a Theresa May haciendo esto? La pobre mujer preferiría huir imprudentemente por campos de trigo...