(Argentina) - Son inmensas y asquerosas. No hay quien se anime a matarlas; las ratas han invadido el barrio y un domicilio de calle Giuliani al 322 entre Laprida y Alvear. Los vecinos están indignados porque están expuestos a la leptospirosis y hantavirus. Ellos conviven con la orina, la saliva y los excrementos de las ratas que todos los días se mezclan con la atmósfera en el aire o en el polvo.
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Vivir entre ratas

La vecina Gabriela Aragón se domicilia sobre calle Giuliani, comparte su casa con una chanchería que es la suma de todos los males, no solo por el hedor insoportable de los cerdos, que se alimentan de desperdicios y basura, lo más grave es que los roedores conviven con los chanchos que después lucen rosados y saludables en alguna carnicería.

Aragón dice a El Sol que realizaron todos los reclamos habidos y por haber en la municipalidad, para denunciar la invasión de ratas y al criadero de cerdos, pero no tuvieron respuesta, decidió decir basta cuando empezó a convivir con las ratas.

Dormir con el terror del ataque de las ratas gigantes

Gabriela tiene una familia de varios integrantes y tienen la peor de las pesadillas con los ojos abiertos la de ser mordidos por las ratas principalmente los niños, "mi hija se fue de acá por miedo, una noche se despertó y una rata le caminaba por el pelo, nosotros dormimos con la luces prendidas para que no les hagan nada a los chicos", ¿alguien puede vivir así?, se pregunta.

No solo existe el temor de convivir con las indeseables, los vecinos están aterrados por estar expuestos a todo tipo de enfermedades. "Entran a la casa comen nuestra comida y tengo que vivir limpiando , hay días que siento que ganaron y me entregó, hoy les digo basta a todos, a la municipalidad al dueño de esta mugre a todos, pido que por favor me escuchen si les importa algo la gente, estamos marginados porque somos pobres. No voy a permitir que ninguno de nosotros se muera por culpa de las ratas", dice indignada.