De acuerdo con un estudio realizado por dietistas de la Universidad de Michigan, este producto lácteo contiene un químico semejante al usado en las drogas y que provoca el fenómeno de la adicción.

queso
© Desconocido
Para algunos, el queso es el alimento más delicioso que puede acompañar todo tipo de platillo, desde tacos, tortas, quesadillas, chilaquiles y enchiladas hasta queso con aceitunas para picar. Es simplemente un añadido que enaltece toda una experiencia culinaria; sin embargo, ¿cuán saludable es consumir queso?

De acuerdo con un estudio realizado por dietistas de la Universidad de Michigan, este producto lácteo contiene un químico semejante al usado en las drogas y que provoca el fenómeno de la adicción. Se trata de una sustancia potente que contiene caseína, la cual desencadena los receptores de opioides en las neuronas cerebrales y desarrolla el patrón sináptico de las adicciones.

Esto se descubrió gracias a la Escala de adicción a alimentos de Yale, en donde 120 estudiantes tuvieron la posibilidad de escoger durante el experimento 35 alimentos de numerosos valores nutricionales. Fue así que los investigadores descubrieron que el queso se encontraba entre los alimentos con mayores niveles de adicción.

Para Erica Schulte, autora de la investigación, la caseína -casomorfina- tiene un rol importante en los receptores de dopamina y constituye un elemento adictivo similar a los opioides. Esto sucede debido a que los alimentos procesados poseen los mismos efectos que las drogas: un incremento en el rango de absorción en el cuerpo. De modo que el abuso de quesos promueve la presencia de carbohidratos refinados o grasas que impactan negativamente en los niveles glucémicos.

Además, se evidenció que estos alimentos promueven una conducta compulsiva similar a la adicción a las drogas: parecería que es imposible dejar de comer cualquier tipo de queso. Esto se relacionó principalmente a la estimulación de los receptores de dopamina, los neurotransmisores que no sólo disminuyen la experiencia del dolor, sino que también incrementan la sensación compulsiva que produce una sensación de bienestar y placer.