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Nadie esperaba que, después de un domingo en el que la lluvia no paró ni un minuto, ayer saliera un sol radiante. Pero mucho menos se esperaba que el cielo trajera de regalo una postal para alegrar los ojos al comienzo de la semana. Los que madrugaron ayer pudieron recibir la cautivante imagen de las cumbres del Aconquija bañadas de blanco, la primera nevada del año.

"Lo de ayer se llama graupe, un granizo blando típico de esta época del año, del invierno y de la primavera, ocasionado por una depresión que pasó por la cordillera y que estuvo relacionado con la lluvia. Fue la primera nevada del año, aunque no es un anuncio de que venga el frío", explicó Juan Minetti, director del Laboratorio Climatológico Sudamericano (LCS).

En otras provincias de la región también se registraron lluvias durante el domingo, aunque en Tucumán fue donde mayor cantidad de agua cayó. "Llovieron 52 mm en el centro y 41 mm en el aeropuerto. Es mucha agua, teniendo en cuenta que la media estimada para todo el mes es de 67,2 mm. Esto tiene que ver con el fenómeno de la Niña, que hará que a partir de julio se empiece a notar más seco el ambiente", advirtió Minetti.

Hasta eso, el paraguas deberá permanecer a mano. Para algunos será una mala noticia y para otros no tanto, pero el pronóstico del LCS anuncia lluvias para Semana Santa, dato para tener en cuenta si se está planificando algún viaje. "Se prevén tormentas fuertes intermitente durante todos esos días", vaticinó el experto.

A pesar de que a fin de mes tendrá el pronóstico del invierno que se viene, Minetti adelantó que es probable que sea más cálido que el anterior y ve muy difícil la posibilidad de nevadas fuertes como ocurrió el año pasado.