Una expedición científica liderada por exploradores de la Universidad Católica del Norte (UCN) logró encontrar los restos del buque de vapor Itata, que naufragó en 1922 con unas 400 personas a bordo, informó el portal de la UCN.
Titanic chileno
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Los restos fueron hallados con la ayuda de un vehículo operado a distancia (ROV, por sus siglas en inglés) frente a las costas de la región norteña de Coquimbo, a una profundidad de 200 metros.

Ahora, los investigadores chilenos tienen previsto lanzar un documental y una película de ficción sobre el hallazgo, así como recuperar del fondo marino algunas piezas del buque. En los próximos meses, la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN recibirá un nuevo ROV con un brazo robótico.


"Todo esto se continuará realizando con los correspondientes permisos y el debido respeto tanto a quienes perdieron su vida en este trágico suceso como a sus familiares", destacó Cortés.


La búsqueda de los restos del barco se inició en 2010. La investigación, encabezada por Carlos Cortés y el productor audiovisual Ricardo Bordones, fue apoyada por varios organismos públicos, entre ellos, la Armada de Chile, el Consejo de la Cultura y la Municipalidad de La Higuera.

Según declaró el secretario del proyecto, Javier Sellanes, de la UCN, este hallazgo abre un enorme abanico de posibilidades para la investigación, desde la arqueología submarina a la antropología, pasando por la historia y la química o la biología marina.

El naufragio del barco de vapor Itata, que se hundió el 28 de agosto de 1922 debido a una fuerte tormenta, es la mayor tragedia naval en la historia de Chile. Las víctimas de la catástrofe fueron en su mayoría trabajadores de las minas de salitre que viajaban desde Coquimbo hasta Antofagasta junto a sus esposas e hijos. Solo 26 personas lograron sobrevivir al hundimiento.