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Especialistas filipinos siguen de cerca hoy la situación al interior del volcán Taal, cuya actividad aumentó de modo notable en las últimas horas.

Según el Instituto Nacional de Vulcanología y Sismología (Phivolcs), el incremento en la temperatura de las aguas del cráter y en la cifra de movimientos volcánicos significan un ascenso del magma a la superficie.

La entidad pronosticó para los próximos días mayores emisiones de dióxido de carbono, las cuales podrían causar notables perjuicios a los humanos, los animales y la vegetación colindantes.

Si esta tendencia continúa, quizá debamos elevar otra vez el nivel de alerta. Las personas fueron advertidas de no aproximarse al cráter del Taal, declaró a la prensa Paul Alanis, experto de Phivolcs.

Hace una semana ese organismo situó en dos -de un máximo de cinco- el índice de peligrosidad en la zona, de gran atractivo turístico.

Pese a las reiteradas advertencias del Gobierno, la mayoría de los siete mil residentes en el área continúan sin abandonar sus casas hacia lugares de evacuación.

El Taal es uno de los volcanes más activos e inestables de esta nación asiática y se ubica 65 kilómetros al sur de Manila.