El lunes, Trump dio un discurso para anunciar el Plan de Seguridad Nacional de su administración. Pueden leer las 55 páginas en el sitio web de la Casa Blanca (es enorme, el más largo de la historia). El Plan se enmarca en términos de "protección de la Patria" y en esencia es un texto estándar que describe el excepcionalismo del Departamento de Estado neoconservador/neoliberal, pero contiene algunas novedades que vuelven a poner de manifiesto los aparentes esfuerzos de Trump por "dar la vuelta al barco del Estado".
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El documento fue notable por la inserción de elementos de la realpolitik por encima del idealismo, y también por reconocer a Rusia y a China como rivales, caracterizándolos de la siguiente manera:
China y Rusia desafían al poder, la influencia y los intereses de Estados Unidos, intentando erosionar la seguridad y la prosperidad estadounidenses. Están decididos a hacer que las economías sean menos libres y menos justas, a aumentar sus ejércitos y a controlar la información y los datos para reprimir a sus sociedades y ampliar su influencia.

A través de formas modernizadas de tácticas subversivas, Rusia interfiere en los asuntos políticos internos de países de todo el mundo. Rusia utiliza las operaciones de información como parte de sus ofensivos esfuerzos cibernéticos para influir en la opinión pública de todo el mundo. Sus campañas de influencia combinan operaciones encubiertas de inteligencia y personalidades falsas en Internet con medios financiados por el Estado, intermediarios que actúan en nombre y por cuenta de terceros y usuarios o 'trolls' pagados en las redes sociales.
China y Rusia se opusieron a esto. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, respondió lo siguiente:
"Instamos a Estados Unidos a que deje de distorsionar deliberadamente las intenciones estratégicas de China y abandonen conceptos anticuados como la mentalidad de la Guerra Fría y el juego de suma cero, de lo contrario sólo perjudicará a todos", dijo el martes a los periodistas la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying.

[NdT: El juego de suma cero hace referencia a "una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros participantes." (Wikipedia)]

Mientras tanto, la embajada china en Estados Unidos dijo que es "completamente egoísta" que Washington ponga su interés por encima de otros, advirtiendo que tal enfoque "sólo conducirá al aislamiento". La misión china también acusó a EE. UU. de una "retórica contradictoria" que disminuye la cooperación de los países.

"Por un lado, el gobierno estadounidense afirma que está intentando construir una gran asociación con China. Por otra parte, califica a China de rival. La retórica autocontradictoria de Estados Unidos revela la verdad de que China y Estados Unidos se están volviendo cada vez más interdependientes y tienen intereses entrelazados cada vez mayores", dijo la embajada en una declaración.

"Para China y Estados Unidos, la cooperación conduce a resultados en los que todos salen ganando, mientras que la confrontación sólo puede conducir a una situación en la que todos salgan perdiendo", añadió la misión diplomática, pidiendo a Estados Unidos que "abandone su anticuado pensamiento de juego de suma cero" y "participe en una cooperación en la que todos salgan ganando".
Y el Kremlin:
"Al examinar la estrategia, en particular las partes concernientes a nuestro país, se puede ver la naturaleza imperial del documento, así como la persistente renuencia a abandonar la idea de un mundo unipolar y aceptar un mundo multipolar", dijo el secretario de prensa Peskov. Peskov enfatizó que Moscú discrepa fuertemente con la postura de Washington hacia Rusia expresada en el documento, que designa al país como una amenaza para la seguridad estadounidense. Y sin embargo, también hay algunas señales positivas en el mismo.

"La estrategia tiene algunos puntos positivos, sobre todo en lo que se refiere a la cooperación con Rusia en ámbitos que corresponden a los intereses estadounidenses. Está totalmente en línea con nuestro enfoque, expresado por el [Presidente Putin], porque Moscú también está buscando la cooperación con Estados Unidos en áreas que sean beneficiosas para nosotros, y ésta depende de hasta dónde estén dispuestos a llegar nuestros homólogos estadounidenses", dijo el secretario de prensa del Presidente Vladimir Putin. Cuando se le preguntó sobre "un ejemplo perfecto de cooperación entre Estados Unidos y Rusia", Peskov mencionó el reciente intercambio de información entre los servicios especiales de ambos países, que permitió frustrar los ataques terroristas en San Petersburgo y"ayudó a salvar muchas vidas".

La nueva estrategia de seguridad nacional de EE. UU. es un documento largo con una redacción "bastante impresionante que necesita ser evaluada a fondo" por las agencias rusas pertinentes, dijo el portavoz presidencial.
De hecho, el domingo nos enteramos de que el presidente estadounidense Trump recibió una llamada telefónica del presidente ruso Putin (la segunda en cuatro días, por cierto) en la que le agradeció su ayuda para frustrar un complot terrorista contra una catedral de San Petersburgo. En concreto, Putin manifestó que le pidió a Trump que transmitiera su agradecimiento a la CIA por proporcionar la información. ¿Dónde encaja esto en el Russiagate? A las personas inquisitivas les gustaría saberlo

En general, vemos que hay indicios de cambios pequeños en una dirección que se aparta del status quo. Si bien, por supuesto, consideraron necesario rechazar las alegaciones específicas formuladas en su contra, los dos "rivales" habrán observado que el hecho de que EE. UU. incluso considerara necesario distinguirlos como competidores los eleva a (o hacia) ser vistos como semejantes a Estados Unidos. Por muy malinterpretada, mal caracterizada o malentendida que sea la política exterior estadounidense bajo Trump con respecto a esas dos naciones, el documento, sin embargo, marca un giro fundamental en la percepción hacia una visión global que valora la nueva realidad geopolítica de que Rusia y China no pueden ser objeto de cambios de régimen, "iluminados" o "subsumidos" para amoldarse a la Pax Americana.

También ayer, Estados Unidos fue el único miembro del Consejo de Seguridad de la ONU que votó en contra de una resolución redactada por Egipto que declaraba nulas todas las decisiones encaminadas a modificar el estatus de Jerusalén, aislando aún más a Estados Unidos en su decisión unilateral sobre la antigua capital israelí. Incluso Francia y el Reino Unido, que también están muy comprometidos con el lobby sionista, no apoyaron a Estados Unidos en esto. Para agregar más daño al insulto, el embajador ruso ante la ONU ofreció que Rusia interviniera para "llenar el vacío" reemplazando a Estados Unidos como "un mediador honesto" entre Israel y Palestina.

En términos de realpolitik, mientras siga siendo el poder militar y financiero dominante, Estados Unidos sigue siendo el soberano supremo. Pero la percepción de ese poder es tan fundamental como su alcance físico. Al ver que incluso la CNN plantea la pregunta "¿Es Rusia el nuevo líder influyente en el Medio Oriente?", queda claro que Estados Unidos se encuentra cada vez más aislado en el escenario internacional.

Tal y como están las cosas, la salida de la Pax Americana será gradual, a medida que los administradores del imperio vayan agotando poco a poco lo que les queda de credibilidad. A medida que la percepción global de Estados Unidos como "líder global" disminuye para convertirse en una cosa del pasado, también lo hará su imperio militar-financiero. Ciertamente, esto se debe en parte a las medidas activas adoptadas por los rusos, chinos y otros, que están despojándose de los "intereses" estadounidenses en el extranjero (en gran medida al pasar por alto esos intereses); pero la sentencia de muerte o la caída al abismo será en última instancia el resultado de la destrucción de la reputación estadounidense.

Curiosamente, Trump está facilitando ese proceso. No intencionadamente, como sugiere el mito de la "colusión con Rusia", sino simplemente por el hecho de ser "un estadounidense normal" en lugar de "un privilegiado" instruido en la ideología estadounidense "excepcionalista". A Trump le falta el "factor Mago de Oz" imbuido en los líderes estadounidenses que son criados para ver toda la Tierra como su protectorado. Lo que él quiere decir cuando dice "Estados Unidos primero" está fundamentalmente en contradicción con la forma en que el sistema estadounidense lo ha entendido por mucho tiempo. Con su motivación para "hacer que Estados Unidos vuelva a ser grandioso", está contribuyendo al cambio gradual de la percepción global que ve a Estados Unidos como "El Todopoderoso Oz" a que lo vean solo como "Estados Unidos".

Creo que ésta es la clave para entender por qué el "Estado Profundo" estadounidense no quería que él llegara a ser presidente, y ha estado intentando fervientemente deshacerse de él, incluso a riesgo de destrozar catastróficamente el entramado social de su país.