Algo sorprendente sucedió ayer (17 de diciembre de 2017). El presidente ruso Putin agradeció públicamente al presidente estadounidense Trump por ayudar a prevenir un importante ataque terrorista relacionado con el EI en San Petersburgo. La CIA había proporcionado información de inteligencia a sus homólogos rusos, lo que permitió a los rusos encontrar y detener a los siete individuos que planeaban el ataque y coordinarse con los "cabecillas del EI" en el extranjero. La redada ocurrió el miércoles y jueves pasados, durante la cual la FSB confiscó explosivos, armas y municiones, material extremista y desmanteló un taller de fabricación de bombas.
fsb raid
© FSB / TASSFuncionarios del Servicio Federal de Seguridad de Rusia detienen a un presunto extremista islámico en San Petersburgo el 15 de diciembre.
El servicio de prensa del Kremlin emitió una declaración sobre la llamada que Putin le hizo a Trump:
"El presidente ruso agradeció a su homólogo estadounidense la información compartida por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos que ayudó a localizar, denunciar y detener a un grupo de terroristas que habían planeado ocasionar explosiones en la catedral de San Petersburgo y en otros lugares concurridos de esa ciudad", dijo el servicio de prensa.

Putin le aseguró a Trump que le devolvería el intercambio de información si los servicios de seguridad rusos supieran de alguna pista.

"Los servicios de seguridad rusos, si tuvieran información sobre posibles amenazas terroristas a Estados Unidos y sus ciudadanos, la compartirían rápida e incondicionalmente con los colegas estadounidenses a través de los canales asociados", subrayó el servicio de prensa.
Putin le pidió a Trump que transmitiera su agradecimiento al director de la CIA, Pompeo, y a los agentes y analistas que reunieron la información relevante.

La Casa Blanca, por su parte, emitió la siguiente declaración:
"El presidente Trump apreció el llamado y le dijo al presidente Putin que él y toda la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos estaban complacidos de haber ayudado a salvar tantas vidas". La Casa Blanca también confirmó que las agencias de inteligencia estadounidenses proporcionaron a Rusia información "sobre un complot terrorista en San Petersburgo."
La declaración también incluyó que Trump hizo hincapié en que la cooperación de inteligencia es necesaria para "derrotar a los terroristas dondequiera que se encuentren". Trump y Putin coincidieron en que este ejemplo de intercambio de información "sirve como muestra de las cosas positivas que pueden ocurrir cuando nuestros países trabajan juntos". El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, reiteró este entendimiento hoy, diciendo que el informe "ayudó a salvar muchas vidas" y debería servir como un ejemplo de lo que puede hacer una cooperación productiva entre Estados Unidos y Rusia:
"Ciertos contactos entre los servicios de inteligencia de ambos países tienen lugar esporádicamente, pero en este caso hubo información extremadamente eficaz que ayudó a salvar muchas vidas", dijo Peskov a los periodistas en una conferencia telefónica regular. Lo calificó de "una muestra ejemplar de cooperación en la lucha contra el terrorismo" y dijo que "éste es el estándar que deberíamos esforzarnos por alcanzar".
En cuanto a los sospechosos detenidos, uno de ellos ha sido identificado como Yevgeny Yefimov, quien dice ser el responsable de preparar los explosivos cargados de munición de artillería:
Un tribunal de San Petersburgo ordenó el 17 de diciembre que tres de los sospechosos permanecieran bajo custodia hasta el 14 de enero, informó la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti. Dos de los hombres son de la región sur del Cáucaso Norte de Rusia, mientras que el tercero es de la exrepública soviética de Tayikistán en Asia Central.

El servicio de prensa del sistema judicial de San Petersburgo dijo que los tres hombres niegan las acusaciones y afirman que "les colocaron armas".

Yefimov y un quinto sospechoso, Anton Kobyets, fueron anteriormente condenados a permanecer bajo custodia por un tribunal de San Petersburgo.

La situación de los otros dos sospechosos citados en la declaración de la FSB no quedó del todo clara.
Lo que es notable de esto no sólo es que la CIA ayudara a la FSB, sino también el reconocimiento público de que la CIA ayudó a los rusos. La CIA no es popular en Rusia, por decir lo menos. Supongo que el sentimiento es mutuo. Y también existe la sospecha entre muchos en Rusia de que la CIA ha apoyado activamente a grupos terroristas en el norte del Cáucaso ruso y en las antiguas naciones soviéticas de Asia Central. Putin lo sugirió públicamente hace un par de años. Él dijo algo similar en el Foro Económico anual de San Petersburgo en 2016. (Les recuerdo que la denunciante del FBI, Sibel Edmonds, ha estado diciendo lo mismo durante años.)


Entonces, ¿cómo es exactamente que la CIA sabía de este complot, del que los rusos aparentemente no sabían nada? ¿Intercepciones de la NSA? ¿Estaban estos terroristas vinculados a alguna agencia estadounidense, quizás incluso a la CIA? Si es así, ¿fueron "arrojados a los lobos" como una especie de gesto para los rusos?

Éste es el tipo de cooperación que Trump ha querido - y en parte la base sobre la cual condujo su campaña presidencial. Es una de las grandes razones por las que los críticos del establishment lo atacan con falsas acusaciones de "colusión con Rusia". ¿Proporcionaron los rusos información similar a los estadounidenses en una ocasión anterior? (Sabemos que hicieron esto con respecto a los bombarderos de Boston, pero sus advertencias fueron ignoradas.) The Saker ofreció hoy algunas conjeturas similares:
Mi primera [especulación] sería que los bombarderos estaban de alguna manera conectados a Estados Unidos o a alguna rama del gobierno estadounidense y que la CIA decidió advertir a los rusos para que pudiesen frustrar una operación de otra rama del gobierno estadounidense. Tal vez el riesgo de que alguna agencia estadounidense estuviera claramente involucrada era demasiado grande. Otra opción: la CIA de EE. UU. y/o la Administración Trump realmente desean que los rusos cooperen con ellos en algo importante, y evitar un ataque terrorista en la "capital norteña" de Rusia fue una manera de demostrar que EE. UU. y la CIA tienen algunos beneficios potencialmente muy reales que ofrecer a Rusia. Después de todo, las relaciones entre EE. UU. y Rusia han sido tan absurdamente malas (lo cual es culpa de EE. UU.) que una señal tangible de cordura mental y buena voluntad real podría hacer que las cosas estén mucho mejor de lo que están ahora.

También es posible que alguien en la Casa Blanca por fin se haya dado cuenta de que Estados Unidos realmente se ha arrinconado y que un país como Rusia podría ser muy, muy importante para arreglar los desastres de la política exterior estadounidense (o la falta de ella) tanto en Oriente Medio como en Asia Oriental. También es muy posible que, como indica el artículo de RT, los rusos hayan contribuido recientemente a frustrar un importante atentado terrorista en los Estados Unidos y que los estadounidenses decidieran hacer lo mismo. Por último, por muy remota que pueda parecer a algunos, siempre existe la posibilidad de que una persona clave en la administración tome la decisión de simplemente hacer lo que es correcto. Sé que muchos me llamarán ingenuo por considerar una posibilidad tan aparentemente improbable, pero creo firmemente que hay gente decente en algunos lugares muy corruptos y que a veces personas muy corruptas en ocasiones quieren hacer lo correcto, al menos una vez.

Cualquiera que sea el caso, acojo con satisfacción esta evolución. Se salvaron vidas, algunos maníacos peligrosos están entre rejas y dos superpotencias nucleares hicieron algo juntas y lo hicieron bien. Aunque no estoy anticipándome al futuro, todo desarrollo positivo merece algún reconocimiento, especialmente en estos tiempos deprimentes.
Amén a eso. Rusia y Estados Unidos no tienen que ser enemigos. El hecho de que lo sean hace del mundo un lugar peor. Y eso es totalmente culpa de los Estados Unidos. Su política hacia Rusia ha sido completamente irracional desde que Putin llegara al poder y pusiera fin a los años en los que Yeltsin convirtió a Rusia en un Estado vasallo sin soberanía nacional. Rusia no volverá a este estatus en un futuro próximo, aunque las élites occidentales no puedan aceptar este hecho. La única alternativa a la hostilidad y la guerra por poder perpetuas es adoptar un enfoque sensato: la cooperación. Los rusos han demostrado constantemente que están dispuestos a dejar el pasado atrás. Ya es hora de que Estados Unidos acepte esta oferta. Y en ese sentido, este intercambio de información es indicativo de un paso en la dirección correcta.