best friends
© GettyEspero que esas sonrisas no sean exclusivamente entre ustedes dos. Por favor distribuyan esas sonrisas de forma equitativa con el resto de la clase.
Hay un azote que aflige a los niños de hoy en día; un concepto obsoleto y anticuado que sigue interfiriendo con la libertad que nuestros hijos necesitan y merecen. Ese azote es el mejor amigo. Tener un mejor amigo es un terror en la infancia, y hay que detenerlo.

O eso dice la Dra. Barbara Greenberg, con doctorado en psicóloga infantil y adolescente, en un artículo de opinión para U.S. News. Bueno, eso es un poco exagerado. Lo que la Dra Greenberg dice en realidad es que hay "mérito para el movimiento de prohibir tener mejores amigos", y continúa argumentando en favor de ese "mérito". Aparentemente esto es una cosa real. Greenberg cita a la prohibición de los mejores amigos como una "tendencia emergente entre las escuelas europeas, y ahora también algunas escuelas americanas". Ella no da ninguna referencia para esto, así que supongo que tendremos que creer en su palabra (OK, lo busqué. Sí es una cosa real).

Cuando me encontré por primera vez con el titular del artículo,"¿Deben las escuelas prohibir a los niños tener mejores amigos?", mi primer pensamiento fue: "No, por supuesto que no. Qué idea más tonta". Y leer el artículo en su totalidad no cambió mi opinión. El argumento puede reducirse a "se debe a los sentimientos", y directamente ignora la importancia de la amistad y, en particular, de los mejores amigos.

Del sitio U.S. News:
Ciertamente en la vida todos nos beneficiamos de tener amigos íntimos y confidentes - aquellos que realmente nos entienden. Por otro lado, hay algo terriblemente excluyente que ocurre cuando una estudiante de secundaria le dice a la chica que está sentada a su lado que su mejor amiga es la chica que está sentada frente a ellos. Por supuesto, este escenario se presenta en una variedad de formas, pero niño tras niño viene a mi oficina de terapia angustiado cuando su mejor amigo ahora le ha dado a alguien más este codiciado título.
Así que, esencialmente, cualquier cosa que aflija a un niño necesita ser prohibida. Y si esto significa que necesitamos sacrificar el "tener amigos íntimos y confidentes, aquellos que realmente nos entienden", entonces ése es el precio que tendremos que pagar. No, usted no puede tener una relación personal cercana con esta persona, porque podría ofender a otra persona. En vez de eso, usted obtiene más amistades superficiales con muchas otras personas. Ya lo ve, más es mejor.

Probablemente le haría bien a esta psicóloga, y a otras de su calaña, investigar el vínculo humano y la base biológica para ello (aunque, por su inclinación hacia la "inclusión social" y su necesidad de Guerrera de la Justicia Social de erradicar toda manifestación de sentimientos heridos, estoy dispuesto a apostar que nuestra querida psicóloga probablemente pase el rato en círculos que no tienen ningún problema con negar la realidad biológica).

El artículo continúa:
Muchos de ustedes sugerirán que nuestros niños deben endurecerse y se volverán más resistentes si aprenden a lidiar con los cambios naturales en las amistades que son inevitables. Quizás, hay algo de verdad en eso. Sin embargo, me preocupa el panorama general, que incluye el dolor asociado con la exclusión y la comodidad suave asociada con la inclusión.
En primer lugar, ése no es el "panorama general". El dolor subjetivo y momentáneo que es una parte inextricable de crecer no es un "panorama general" para aprender lecciones valiosas que van a ayudar a los niños a navegar la vida. Es un panorama más pequeño. Así que la autora está realmente interesada en el panorama más pequeño, que se trata de evitar el dolor psicológico a corto plazo, y al diablo con las consecuencias.

En segundo lugar, mientras que la autora saca a relucir y rechaza la idea de que los niños deberían endurecerse y hacerse más fuertes, éste es un argumento del hombre de paja. Cualquier medida contra la protección de un niño del dolor psicológico no necesariamente está asociado con un estilo de crianza frío, duro e insensible caricaturizado en la imagen del padre rudo de los años cincuenta. No se trata de hacer que los niños se "endurezcan", se trata de desarrollar la resistencia, aprender que cada pequeño daño no es el fin del mundo, aprender a lidiar con las emociones incómodas. No se trata de negar los sentimientos. No podemos proteger a los niños de todo sufrimiento porque el sufrimiento es parte de la vida, de hecho, el sufrimiento es la fuente de algunas de las lecciones más importantes que un ser humano puede aprender.

E irónicamente, tratar de proteger a los niños de la "angustia emocional" va a terminar lastimándolos mucho más que si usted se hubiera retirado y les hubiera dejado aprender sus lecciones. Imagine a estos niños como adultos y pierdiendo un trabajo o un cónyuge; no van a ser capaces de lidiar con eso si nunca han experimentado una pérdida emocional y han aprendido a recuperarse de ella. Dada la burbuja protectora en la que están creciendo, probablemente no podrían soportar perder sus llaves.

Para continuar:
Soy una gran fanática de la inclusión social.
No es sorpresa.
La frase "mejor amigo" es inherentemente excluyente. Entre los niños e incluso los adolescentes, los mejores amigos cambian rápidamente. Estos cambios llevan a la angustia emocional y serían significativamente menos probables si nuestros niños hablaran de amigos cercanos o incluso buenos amigos en lugar de los mejores amigos. Y, si los niños tienen mejores amigos, ¿eso también implica que tienen "peores amigos"?
¡Claro que implica que hay peores amigos! Aunque dudo que alguien haya usado ese término. Se llama tener un sistema eficiente de valoración. Así como los niños tienen sus juguetes, programas de televisión y alimentos favoritos, ellos también tendrán conocidos preferidos. Uno tiene química con algunas personas y con otras no. Si un niño es esencialmente un imbécil, no va a ser de ayuda para nadie obligar a los niños a pasar el rato con él o ella. Los niños obligados a compartir su compañía se sentirián miserables, o en casos extremos, quizás quedarían incluso traumatizados, mientras que el imbécil no aprendería a corregir su comportamiento si se le quita toda posibilidad de refuerzo negativo. Mientras que los niños pueden ser crueles y a veces hacen que otros niños se vuelvan el blanco para odiarlos sin ninguna buena razón, a veces hay razones muy buenas por las cuales ciertos niños son relegados a la esquina del campo de juegos. Ambas situaciones ofrecen oportunidades de aprendizaje.
El enfoque en tener mejores amigos indica que hay un sistema de clasificación no declarado; y donde hay un sistema de clasificación, hay problemas.
Ésta es la parte más problemática de toda la historia y básicamente identifica cual es el enfoque de esta "psicóloga". Greenberg tiene un problema con los sistemas de clasificación. Los sistemas de clasificación son el corazón para garantizar una mayor calidad de vida. Están incorporados a la psicología humana en el nivel fundamental. Nuestros antepasados primitivos no habrían sobrevivido lo suficiente para producir descendencia si no hubieran sido capaces de distinguir entre el bien y el mal. "Esta baya sabe muy bien con mamut asado, pero ésta me hace vomitar las tripas. Pero, en aras de la inclusión, y dado que los sistemas de clasificación son intrínsecamente problemáticos, voy a comer las bayas y alimentar con ellas a mi familia ".

En general, la gente naturalmente va a elegir un restaurante que sea clasificado como mejor que otro, una película con mayor calificación que otras o contratar a un plomero mayor calificado que otro. La alternativa ha sido probada: se llama comunismo. No funcionó tan bien con los 60 millones de muertos y todo eso.

Un sistema de clasificación que funciona bien es esencialmente un marcador para la inteligencia. Y clasificar a un amigo como mejor que otros (o incluso el mejor) es reconocer los valores que posee ese amigo en particular. El poder de asociarnos libremente con aquellos que consideramos mejores que otros o los mejores, es también una de las únicas armas que tenemos en contra de permitir que los patológicos entren en nuestras vidas. Pero esencialmente, no se nos permite evitar individuos rotos por dentro o patológicos debido a "la inclusión social". Suena a que resultaría en mucho más potencial para la "angustia emocional", si quieren mi opinión.
Veo niños que nunca son etiquetados como mejores amigos, y tristemente, se sientan solos en las mesas de almuerzo y a menudo en sus casas mientras otros están con sus mejores amigos.
Sí, la vida no es justa. Pero tratar de imponer algún tipo de amortiguador ante la injusticia de la vida va a conducir a una calidad de vida inferior, no menos injusta. Lo que se descubre aquí es que en realidad se trata más de los sentimientos de la autora que de los sentimientos de los niños a los que profesa querer ayudar. "Veo niños tristes y eso me pone triste. Yo no debería tener que estar triste, ¡así que acabemos con mi tristeza fingiendo que me preocupo por la tristeza de los niños! ¿Quién está conmigo?"
Mi esperanza es que si animamos a nuestros niños a ampliar sus círculos sociales, serán más inclusivos y menos críticos. La palabra "lo mejor" estimula el juicio y promueve la exclusión.
Esto ignora algo que puede revelar más acerca de la autora que el estatus de los mejores amigos. Greenberg parece estar más preocupada con el apodo de "mejor amigo" que con la relación misma. La razón por la que alguien tiene un mejor amigo es porque se ha enlazado a un nivel profundo. Si no a uno no le gusta la palabra, quizá podría cambiarla. Pero tratar de microgestionar las amistades ignora el hecho de que es realmente importante para formar esas estrechas relaciones de unión que suceden a un nivel biológico profundo. Entrometerse para evitar que dos personas formen ese vínculo en favor de relaciones más superficiales no logra captar la razón de la existencia de los mejores amigos. Dada este enfoque superficial, parece seguro asumir que esta psicóloga no ha vivido la experiencia de tener una mejor amiga. No hay realmente ninguna otra manera de explicar cómo está dispuesta a deshacerse de la idea tan alegremente.

El Dr. Jordan B. Peterson tuiteó el artículo y la tormenta de Twitter resultante incluyó algunos comentarios perspicaces.

Jordan B Peterson: ¿Usted no entiende, @parenteendr, que éste es el modo en que los niños aprenden a cuidar e interesarse tanto por otros como por sí mismos? ¿No sabe usted que el mejor amigo de un niño es su primer amor? ¿Y va a interferir con esto?

Gary Lachman: Si el camino al infierno está pavimentado con intenciones de una cabeza confundida, ésta parece ser una linda extensión del asfalto.

Sandy Clarke: "Entonces, ¿por qué siente usted que no puede conectarse a nivel profundo con su pareja?"

"Bueno, como niño, se me motivó a evitar crear conexiones cercanas con cualquier persona en particular, en nombre de la inclusión social, y en lugar de eso a tener muchas amistades superficiales."
David Carroll: Las asperezas humanas deben ser lijadas hasta convertirlas en una superficie suave y eficiente. Una distopia y una humanidad disfuncional, todo en nombre de lo que sería a fin de cuentas "un pedazo de pan podrido igual para todos", como escribió Solzhenitsyn sobre este tipo de ética.

Sandra: Ésta es normalmente la mentalidad de un padre que ha sido testigo de que su hijo haya sido excluido o que lo ha sentido él mismo en su niñez. Viene de un sitio de dolor profundo. Pero no podemos operar en base al miedo. No se pueden microgestionar las relaciones humanas.
gab.ai/PlanetEvans: La verdadera pregunta es, a una psicóloga clínica como @parentteendr, cuyo síndrome de locura "progresista" está tan avanzado que seriamente abogaría por algo tan orwelliano y corrosivo en términos de desarrollo, ¿se le debería permitir acercarse a los niños, y ni hablar de permitirle tratarlos?
Como fue señalado por un usiario de Twitter, es irónico que el nombre de usuario de la autora sea "parentteendr" que en inglés es (casi) un simple anagrama para "parent ender", es decir "terminadora de los padres".

Mire, no es fácil criar a los niños y puedo ver por qué hay una tendencia a querer proteger a sus hijos de las hondas y flechas de la vida. Pero en realidad, esto habla de una falta de resiliencia en los padres, maestros y juntas escolares, que no pueden soportar ver a un niño experimentando angustia emocional. Tal vez si estos "adultos" fueran capaces de lidiar con sus propias molestias emocionales estarían lo suficientemente cómodos consigo mismos como para darse cuenta de que el dolor y el sufrimiento son una parte inseparable de la vida. Es una torsión de la respuesta empática a ver la angustia en otro. En lugar de tratar de quitar el dolor por completo de la vida de sus hijos, los padres harían bien en enseñarles formas de soportarlo, y la mejor manera de enseñar a un niño es con el ejemplo.