Un fósil de un dinosaurio con plumas en el Berlín de 1864, 11 especímenes del mismo tipo y una incógnita sin resolver desde hace 150 años. Una investigación, publicada en la revista Nature Comunications ha resuelto el misterio que rodeaba al Archaeopteryx, un curioso eslabón entre los dinosaurios y las aves modernas que habitó la Tierra a finales del Jurásico. El estudio ha revelado por primera vez que este dinosaurio alado consiguió volar, cerrando por fin décadas de debate científico.
Archaeopteryx
© Fuente: Pixabay
Durante años los paleontólogos han especulado sobre las características del Archaeopteryx que vivió hace 150 millones de años. Hasta ahora, afirmabanque este dinosaurio, algo más grande que una paloma, no tenía la capacidad de volar. Según sus estudios, sus plumas sólo tenían una finalidad de cortejo. Precisamente su plumaje es lo que puso el foco de atención sobre el dinosaurio: lo perfectamente apreciable que eran las plumas en el fósil hallado en Alemania. De hecho, las representaciones de dinosaurios gigantes como el Tyranousaurio rex dejaron hace unos años de tener el aspecto de reptiles gigantes repletos de escamas, para ser representado cubiertos de plumaje, al menos una gran mayoría de ellos.

Entre el cielo y la tierra

La clave del hallazgo ha sido la geometría de los huesos de las alas, formados para el vuelo activo, aunque el Archaeopteryx no lo hacía como las aves rapaces, si no como el vuelo de escape de los faisanes, cuya finalidad habría sido la de huir de depredadores o cruzar obstáculos. Según ha señalado a EL MUNDO Dennis Voeten, investigador de la Universidad Palacký (República Checa), y autor principal del estudio, "su anatomía simplemente no es capaz de realizar los movimientos de un pájaro actual en el aire, debido a que el estilo exacto de vuelo no se puede resolver únicamente con la geometría del hueso del ala".

Según expone el estudio, "este dinosaurio carecía de las adaptaciones en la cintura pectoral que caracterizan a las aves modernas, por lo que el tipo de vuelo activo que le caracterizaba debía ser diferente". Los investigadores se centraron en la parte media de los huesos del brazo porque en esas secciones se hallan las señales de este rasgo evolutivo. Otra de las características que hacen a este espécimen especial, es el grosor de sus paredes óseas, más delgadas que la de los dinosaurios terrestres, asemejándose a las de las aves convencionales.
Archaeopteryx
© ESRF / PASCAL GOETGHELUCKEl especímen de Munich de 'Archaeoptery'.
Se estima que este dinosaurio podría haber recorrido distancias de entre 20 y 1.500 metros, según el propio autor. "Reconstruir a ciencia cierta la distancia de vuelo depende de su rendimiento metabólico y muscular, además de su aerodinámica", ha asegurado.

"La arquitectura de los huesos apendiculares resulta de la acción de la selección natural, favoreciendo la resistencia y minimizando la masa ósea, así como de la acomodación ósea a las fuerzas que actúan durante la vida del organismo", han señalado los investigadores. Añaden que "el comparar los huesos de los animales de hoy en día con los de los fósiles, posibilita la incorporación de información nueva sobre el funcionamiento y los hábitos del animal extinto".

Para complementar sus resultados, los investigadores también se han basado en las características climáticas de la región en donde fueron encontrados los fósiles. "La región de Solnhofen en Alemania fue un archipiélago tropical. En este medio ambiente, el vuelo es útil para pasar de una isla a otra o para escapar de predadores", han señalado.
Archaeopteryx
© ESRF / PASCAL GOETGHELUCKEl fósil siendo analizado con microtomografía de sincrotón en el ERF.
Fósiles al detalle

Los métodos tradicionales de investigación no habían sido capaces de esclarecer si el Archaeopteryx tenía la capacidad de volar, por lo que se recurrió al Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón (ESRF) en Grenoble, Francia. Gracias a la microtomografía de sincrotón, actualmente ya no es necesario realizar ningún tipo de extracción de material del fósil, permaneciendo este intacto. ¿Cómo funciona esta tecnología?, en esencia es una especie de supermicroscopio: los electrones de alta energía, acelerados, que circulan por un anillo de 844 metros de circunferencia, emiten haces de rayos X, permitiendo el estudio de la estructura atómica y molecular de la materia.

El hallazgo es importante no solo para definir las características delArchaeopteryx, si no para marcar una idea de la temprana evolución del vuelo en los dinosaurios. Esta especie ya volaba hace 150 millones de años, lo que implica que el rasgo evolutivo habría aparecido antes.

¿Qué hay de los pterosaurios?

Los pterosaurios son un orden extinto de saurópsidos arcosaurios voladores que existieron durante casi todo el mesozoico (228 a 66 millones de años). Fueron los primeros vertebrados voladores, pero no eran dinosaurios. A pesar de convivir durante decenas de millones de años, pterosaurios y dinosaurios no son lo mismo; este último término está restringido a cierto tipo de reptiles con una postura erguida, por lo que estos reptiles voladores quedan fuera de la definición. El Archaeopteryx compartió los cielos jurásicos con pterosaurios primitivos que evolucionaron hacia los gigantescos pterosaurios del Cretácico.

Por ahora no hay evidencias de un dinosaurio capaz de volar anterior a este, el autor principal de la investigación, Dennis Voeten, ha reseñado que "sólo el tiempo decidirá si existe un nuevo dinosaurio volador más antiguo, pero por ahora este icónico dinosaurio sigue siendo el primero". Aun así, el investigador no ha descartado que se descubra en el futuro un dinosaurio pre- Archaeopteryx, puesto que "en las últimas décadas se han hallado un gran número de fósiles de dinosaurios parecidos a las aves".