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Un estudio elaborado por un grupo de investigadores de las Universidades de Oxford y Bristol, en el Reino Unido arrojó las primeras evidencias sobre el desplazamiento de casi 7 centímetros por año del flanco oeste del volcán Arenal hacia el sector del lago. A esta conclusión llegaron los científicos europeos luego de analizar imágenes satelitales y de radar obtenidas durante la investigación.

Dicha publicación dio pie para que un grupo de expertos del Instituto de Tecnología de Georgia, Estados Unidos, liderados por Andrew Newman, en colaboración con los sismólogos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA), Marino Protti y Víctor González, realizaran un monitoreo en la zona a inicios de marzo.

El trabajo de campo consistió en documentar la magnitud de dicha deformación, con el fin de buscar los mecanismos apropiados para descifrar sí se trata de una masa compacta que se desplaza como un solo bloque o si por el contrario es un desplazamiento con posibilidad de avalanchas de bloques aislados.

Protti explicó que esto se puede interpretar como el colapso gravitacional de la masa nueva de volcán que se ha formado luego de la erupción de 1968, sobre el macizo del viejo volcán del Arenal. "Este nuevo volcán es una gran masa de rocas que se encuentra sentada sobre una superficie inclinada que la hace muy inestable", explicó Protti.

Agregó que conocer el tipo de deformación es de vital importancia para determinar a través del tiempo sí continuará con esa velocidad de desplazamiento de 7 centímetros por año o se mantendrá como un proceso estable debido a un equilibrio gravitacional. En el peor de los casos una aceleración del material podría desembocar en una avalancha que impacte la base del volcán.

Datos satelitales

El experto indicó que para este monitoreo se basaron en instrumental de punta como los Sistemas de Posicionamiento Global, (GPS), por sus siglas en inglés, los cuales se encargan de registrar las deformaciones o movimientos del terreno.

Desde el año pasado, en la ladera oeste, a unos 1.000 metros de altura se construyó una red de GPS y este año se instaló una estación continua de GPS que se encarga de brindar información del comportamiento diario de la deformación. Con estos datos se analizará sí las aceleraciones del desplazamiento obedecen a condiciones climatológicas, como por ejemplo intensos periodos de lluvias que aumenten el peso sobre el material que se desliza o que lubriquen la superficie de deslizamiento.

Destacó además que parte del experimentó consistió en la utilización del radar LIDAR, (Laser Imaging Detection and Ranging), tecnología que permite determinar la distancia desde un emisor láser a un objeto o superficie utilizando un haz láser pulsado, con el cual se obtuvo una imagen tridimensional de la cara oeste del volcán Arenal.

La siguiente parte del estudio consistirá en obtener un mayor número de imágenes satelitales desde otro punto del flanco oeste, para determinar con exactitud los rangos del desplazamiento de la deformación.

Descartan riesgo

Por ser datos nuevos y en virtud de que recién concluyó el trabajo de campo, Protti es del criterio que aún es muy prematuro valorar algún escenario catastrófico. Más bien, esta deformación sería un cambio imperceptible al ojo humano, ya que de mantenerse el comportamiento de los 7 centímetros de desplazamiento por año, en 10 años sería apenas de 7 metros.

Enfatizó que en la zona de la deformación no existen caseríos o poblados, ya que esa área se ubica dentro del mapa de restricciones y uso del suelo, elaborado con el aporte del fundador del OVSICORI-UNA, Dr. Eduardo Malavassi.