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Estados Unidos se ve azotado por diversos tornados y violentas tormentas que han devastado hasta el momento siete estados en el sur del país, dejando casi 300 fallecidos en la serie más letal de tornados en el país a lo largo de cuatro décadas.

La cifra de los tornados que llegaron a contabilizarse asciende a más de 160 en total. Se combinaron con tormentas para dejar un rastro de destrucción. En algunas áreas, destruyeron vecindarios completos, volcando automóviles y derribando árboles y líneas eléctricas, dejando montículos de escombros a su paso.

Esta destrucción hace que los expertos en seguros se muestren cautos el jueves a la hora de estimar la cuantía de los daños, pero todo hace prever que ascenderán a miles de millones de dólares. El peor impacto lo sufrieron las ciudades de Tuscaloosa y Birmingham en Alabama. Al menos 184 personas murieron en este estado, que se vio sometido a una "enorme destrucción de los inmuebles", según fuentes gubernamentales.

Gran parte de la devastación recorrió el miércoles el estado, donde el masivo tornado de 1,6 kilómetros de ancho golpeó a Tuscaloosa, sede de la Universidad de Alabama, podría haber sido el más grande que ha afectado al estado, según asegura el meteorólogo Josh Nagelberg en la página web AccuWeather.com.

Según los cálculos preliminares, funcionarios de otros estados han contabilizado por el momento 32 muertos en Misisipi, 33 en Tennessee, 11 en Arkansas, 14 en Georgia, ocho en Virginia y dos en Luisiana.