Imagen
El Distrito busca conjurar brotes infecciosos en Fontibón y más plata para controlar el río Bogotá.
La amenaza de un nuevo desbordamiento del río Bogotá, en barrios del occidente de la ciudad, y la grave situación sanitaria en que se hallan alrededor de 5.000 personas de Fontibón, afectadas por las inundaciones de aguas de alcantarillados, llevaron al Gobierno Distrital a decretar a Bogotá en emergencia.

Antes, se había declarado la alerta roja para cinco zonas del occidente, y la alerta amarilla en otras seis. Ahora, toda Bogotá queda en estado de emergencia, lo cual permitirá que las entidades del Distrito se movilicen más rápidamente, para prevenir o atender un eventual desastre invernal y la evacuación de damnificados.

El gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Luis Fernando Ulloa, y el secretario distrital de Salud, Héctor Zambrano, informaron que, así, se podrán disponer, de inmediato, más de 6.000 millones de pesos para obras como el refuerzo de los jarillones, y la adquisición de 15 equipos adicionales para bombeo e iluminación portátil.

La medida fue tomada, sobre todo, ante el riesgo de un brote infeccioso de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de la piel, entre los damnificados de los barrios El Recodo, Estancias I, II, III y La Pradera, donde las calles y las viviendas se inundaron con las aguas fétidas de los alcantarillados rebosados, mezcladas con las del río Bogotá.

"A pesar de los esfuerzos técnicos que hacía el Acueducto por sacar esas aguas residuales del área, no bajaban de nivel y representaban un peligro sanitario", expresó Zambrano.

Mientras tanto, la población, que agotó los tapabocas y las botas para sacar, con baldes y escobas, las aguas putrefactas de sus viviendas, empezó a enfermarse: diarreas, vómito, dolor de garganta, brotes en la piel e irritación en los ojos empezaron a diagnosticar los equipos de salud .

Para superar ese drama, el Acueducto redobló los equipos de bombeo para limpiar las calles y restableció el servicio de agua potable.

Al mismo tiempo, Salud vacunaba a los damnificados contra el neumococo, la influenza y el tétano.

Por otro lado, las aguas del río Bogotá alcanzaron ayer a inundar un sector del Aeropuerto Eldorado. La Corporación Autónoma Regional, el Ejército y Opaín controlaban anoche la extensión de las aguas a las pistas norte y sur, mientras las operaciones aéreas seguían normales.