no netflix
Al echar un vistazo al hashtag #boycottnetflix en Twitter, parece que mucha gente tiene motivos para estar molesta con este servicio de streaming. Si usted presta atención a la gente que está enojada con el gigante mediático por cancelar sus programas favoritos, y las cancelaciones del servicio como reacción a que pasaran la última farsa de Star Wars, encontrará que las dos razones más grandes por las que la gente está pidiendo boicots y cancelando sus cuentas son que el Director General de Netflix estaba muy cómodo con la palabra que empieza con "N" [se refiere a la palabra "nigger", proveniente de "negro", que tiene una connotación racista en inglés.- NdeT] (por lo que fue despedido) y que el servicio de streaming hizo un trato con Barack y Michelle Obama para crear nuevo contenido.

Lo de la palabra con "N" es un poco raro, ya que la gente está boicoteando el servicio después de que Netflix despidiera al ofensivo... ofensor. El hashtag parece estar siendo utilizado por los antirracistas, así que no estoy seguro de qué es lo que están tratando de lograr con eso. Parece que están enviando el mensaje opuesto al que pretenden, a menos que piensen que la compañía debe ser castigada por haber tenido alguna vez en su personal a alguien que lanzaba "bombas N" con frecuencia; a pesar del hecho de que ellos trataron de hacer lo correcto al despedirlo. Pero nadie acusó nunca a los progresistas de ser inteligentes en sus estrategias.

Lo de Obama... bien. Estoy seguro de que Netflix hizo cálculos y averiguó cuántos seguidores de QAnon conservadores y entusiastas del MAGA ["Hacer a EEUU grandioso otra vez", por sus siglas en inglés.- NdeT] perderían frente a cuántos izquierdistas retrógrados empedernidos de "Obama-para-siempre" ganarían y eligieron en consecuencia. Desde una perspectiva de negocios, no puedo culparlos por eso. Como resultado del delirio voluntario de sus muchos seguidores, Obama-para-siempre = $$$$.

En mi reciente artículo sobre el documental "The Magic Pill" (La Píldora Mágica), elogié a Netflix por mantener su postura y porque además de no cancelar el documental en medio de la presión de los organismos gubernamentales de salud, lo renovaron por un año más:
Y Netflix está quedando bastante bien en esto (al menos para mí) ya que no van a dejar de pasar la película a pesar de la presión. Seguro, todo lo que realmente les importa es el hecho de que están lucrándo a partir la controversia, pero al menos no se han acobardado y no han eliminado hipócritamente la película mientras presentaban tantas otras piezas de propaganda vegana. Sin embargo, todavía no los he perdonado por todo el asunto del show de Obama.
Y ésta era básicamente mi opinión sobre la compañía hasta hace poco. Es obvio que para Netflix todo gira en torno al dinero cuando se trata del contenido que proporcionan. El progresismo y la diversidad están de moda en este momento, por lo que Netflix ofrece un montón de títulos que lo reflejan (Dear White People, Queer Eye, Glow, etc., etc., ad nauseam). Uno podría suponer que no es que la compañía en sí sea particularmente progresista, sino que el progresismo está dirigiendo el flujo de dinero directamente hacia sus arcas. Estoy seguro de que si la derecha alternativa empezara a tomar una parte significativa del mercado veríamos un espectáculo dedicado a un ciudadano blanco solitario protegiendo una estatua confederada para que no sea derribada por una turba de activistas de Black Lives Matter. Protagonizado por Chuck Norris y Laura Prepon (es difícil encontrar actores conservadores en Hollywood).

Dejé de ver Sense 8 cuando se hizo obvio que iba a recibir una escena de orgía polisexual gráfica en cada episodio, a pesar de que me gustaba la historia. No soy puritano, pero ¡por Dios! ¿Es esto realmente necesario, Wachowskis? Si quieren producir porno, hagan porno y no lo entretejan en una intrigante historia de un grupo diverso de chicos buenos con conexiones psíquicas tratando de derrotar a una corporación secreta malvada. Me encantan esas cosas. Pero al final, abandonar esa serie no me impidió disfrutar de Mindhunter, Stranger Things o Black Mirror. Uno toma lo que quiere, deja el resto.

Pero, ¿en qué punto la capitalización del "espíritu de la época" se convierte en mera propaganda? ¿En qué momento dejamos de excusar a una compañía por "apegarse a las ganancias" mientras hacemos un poco de controversia? ¿Cuál es el límite?

La explotación sexual de los niños me parece un muy buen límite. El canal derechista de noticias humorísticas Revenge of the Cis ha dirigido la atención de su audiencia hacia una película bastante inquietante de Netflix. La película se llama Desire, una película argentina, titulada Desearas en español. Aquí está el afiche de la película:

desearas movie poster
Se ve bien, ¿eh? Me pregunto de qué se trata...
La controversia surge en la escena inicial, que reconozco que no he visto (ni planeo hacerlo, muchas gracias). De Wikipedia:
La película desató la controversia en 2018 cuando un usuario de Facebook subió el video que tomó de la escena de apertura.
https://www.facebook.com/zeke.gonzalez.77/posts/1988251714542483

En la escena, dos niñas pre-púberes se sientan sin decir palabra sobre almohadas en el piso frente a un televisor y pretenden montar las almohadas como si fueran ponis. Sin embargo, una de las niñas se detiene y comienza a mirar a la otra niña cabalgar, cuya cabalgata se hace más y más rápida y la respiración se hace más intensa a medida que su cuerpo se mueve hacia arriba y hacia abajo, sugiriendo fuertemente que esta niña (pre-púber, repito) se está masturbando/imitando el sexo y llegando al orgasmo.
Por cierto, parece que esta controversia es bastante reciente. El enlace de Facebook se publicó el 24 de junio y tiene 177.000 visitas. Además, el enlace a la película en Netflix está desactivado, aunque todavía aparece en las búsquedas en la web, lo que me lleva a preguntarme si Netflix ya ha tomado medidas, puesto que parece que esto está consiguiendo cierta notoriedad.

Revenge of the Cis estima que las niñas del vídeo tienen entre siete y ocho años. Así que debemos preguntarnos: ¿A quién se supone que apela esta escena? Cualquier adulto sano, si se le pregunta, no va a estar interesado en ver a niños masturbarse y se sentirá muy ofendido por la propuesta. Ni siquiera aquellos interesados en una película de porno suave disfrazada de película de arte, como Desire, van a estar interesados en una escena como ésa. Si bien la escena no representa pedofilia real, sólo podría servir a los intereses de un pedófilo el sexualizar a las niñas pre-púberes. ¿Y quién se ocupaba de los intereses de las niñas actrices que se vieron obligadas a actuar en esta escena? ¿Cómo se les explicó exactamente? ¿No es esto ilegal?

Pero quizás introducir una escena como ésta en una película excitante es una forma de crear aceptación. Ésta es sólo una de las cosas recientes en los medios de comunicación que parecen contribuir a la normalización de la pedofilia. Recientemente, en una charla de TEDx en Würzburg, Alemania, la estudiante de medicina Mirjam Heine habló sobre su creencia de que la pedofilia es una orientación sexual natural e inmutable (el clip ha sido retirado de Youtube, pero todavía hay copias circulando por ahí). Y los recientes cambios en la ley en Francia que rebajan la edad legal de consentimiento a los 13 años, bajo el pretexto de "proteger a los niños", no hacen más que intentar aumentar la aceptación de la pedofilia entre el público. En el 2013, la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) incluyó la pedofilia en su biblia psicológica, el DSM-V, como una "orientación sexual" en lugar de un trastorno (esto fue retractado más tarde). La normalización de la pedofilia parece estar infiltrándose, muy lentamente, en múltiples frentes.

Más recientemente, la película de Hollywood Show Dogs suscitó controversia cuando agrupaciones de padres la acusaron de contener una escena que normalizaba el abuso de menores. Los productores de la película se disculparon y eliminaron la escena. De Wikipedia:
La película fue criticada por normalizar el acoso sexual infantil con base en una trama que muestra al personaje principal canino siendo forzado a que un juez de exposiciones caninas le acaricie los genitales sin su consentimiento. En la película, otros personajes le "enseñan" a no pensar en ello y a ir a su "lugar zen" cuando eso sucede. Inicialmente, en una proyección de prueba para la película, Terina Maldonado, de la revista en línea Macaroni Kid's, dijo: "Con el movimiento #MeToo y toda la charla de depredadores sexuales en Hollywood, no pude evitar pensar que este mensaje, que está abiertamente a la vista de los adultos, pero por encima de la comprensión de un niño, tiene la intención de preparar a los niños para que se presten a que la gente toque sus partes íntimas, aunque no lo quieran". Impulsados por esta crítica, otros críticos profesionales coincidieron en que las implicaciones de abuso infantil eran "perturbadoras y graves".
Es muy interesante notar cuántos de estos casos se retractan más tarde, casi como si estuvieran empujando el límite, tratando de hacer que la ventana de Overton se aproxime cada vez más a una aceptación total de la pedofilia en el discurso público.

Volviendo a Netflix, lo que es extraño es que cuando Kevin Spacey fue acusado recientemente de "insinuaciones sexuales no deseadas" contra un chico de 14 años en los años 80, la reacción de Netflix fue una condena casi inmediata: cancelaron su serie, cancelaron un futuro acuerdo cinematográfico y declararon que la compañía se había distanciado de Spacey. Sin embargo, esta película, Desire, de alguna manera obtuvo el visto bueno de Netflix. A pesar de que Netflix apenas escapó de ser asociada con un pedófilo en el pasado, ¡¿ahora seguirán adelante y coquetearán nuevamente con el tabú ofreciendo a los espectadores la oportunidad de ver a niñas masturbarse?! Por otra parte, la controversia es sinónimo de altos índices de audiencia, ¿no lo sabía?

Es posible que esto sea un simple malentendido y que de alguna manera Desire haya pasado desapercibida sin que nadie en Netflix la viera. Después de todo, es una estúpida película de serie B con una puntuación de usuario del 9% en el sitio de críticas Rotten Tomatoes, y Netflix está constantemente recogiendo contenido de baja calidad para rellenar su material disponible y vender suscripciones (como dice Revenge of the Cis, uno pasa más tiempo navegando la pantalla del menú de Netflix, intentando encontrar algo que valga la pena, que viendo el contenido). Pero dada la furia con la que Netflix está impulsando una agenda liberal de Guerreros de la Justicia Social muy particular en gran parte de su programación (incluyendo la programación para niños; eche un vistazo a esta pequeña joya), uno tiene que preguntarse qué es lo que realmente está pasando aquí.

Así que aunque el hashtag #boycottnetflix aún no está siendo utilizado para este pequeño y sucio secreto, probablemente lo será. Parece una razón más digna para boicotear la compañía que la política partidista, Star Wars o las cancelaciones de programas.