Привет друзья! ¡Hola amigos! Como muchos de ustedes ya sabrán, Rusia es, entre otras cosas, el centro de la maldad en el mundo. Su insidioso hackeo informático no tiene límites, sus magistrales estrategias geopolíticas los han llevado al borde de la conquista completa de Occidente de una vez por todas. Con su omnipresente y omnipotente propaganda, nos manipulan continuamente como perros salivadores en un bistró pavloviano, nuestra pregunta, y especialmente la pregunta para docenas de patriotas muy bien remunerados de nuestras agencias de seguridad, es: ¿cómo vamos a defendernos eficazmente de un plan que sonrojaría incluso a Maquiavelo?
The Cathedral of Saint Vasily the Blessed, Moscow
La Catedral de San Basilio, Moscú.
Oh, con certeza, hay quienes cuestionarán este estatus de "enemigo", sosteniendo que tales realidades son delirios paranoicos de locos esquizofrénicos, intentando engatusarnos para que pensemos que Rusia sólo desea relaciones amistosas y mutuamente beneficiosas, pero como estoy seguro de que usted ya sabe, los hechos en cuestión están a la vista de todos.

Deseando, por supuesto, "aportar mi granito de arena" para defender la Libertad y la Democracia Occidental™ y nuestros gloriosos valores liberales, a principios de 2017 me embarqué en una travesía hacia el corazón de las mismísimas tinieblas eslavas, incluso tan lejos como hasta la temida Moscú, con la esperanza de poder traer algo de información invaluable con la cual exponer a Rusia de una vez por todas por lo que realmente es. Si he tenido éxito en mi tarea, lo dejo al juicio de los demás. Y de este modo le presento a usted, querido lector, este diario de viaje como un relato sin ambages de lo que vi y experimenté durante esas fatídicas cuatro semanas. ¡Comencemos!

Nuestra historia comienza en el Aeropuerto de Edimburgo, Escocia, el 5 de enero de 2017. El preludio de la historia es una celebración navideña con familiares, una "verdadera" Navidad celebrada el 25 de diciembre; no esa tontería del Calendario Juliano del 7 de enero ¡muchas gracias! ¡Nuestros hombres más sabios no ajustaron el calendario y lo nombraron en honor al querido siervo de nuestro Creador, el Papa Gregorio III, en el año 1582 sin motivo alguno! ¡Y Rusia se atreve a llamarse a sí misma una nación cristiana! Pronto diré más al respecto, pero no nos salgamos del camino. Al llegar a la ventanilla para realizar la facturación en el KLM Dutch Airlines, presenté mi pasaporte y documentación y el asistente me informó que no podía subirme al vuelo debido a que no tenía una visa adecuada para Simferopol, Crimea, mi primer destino. Los procedimientos de abordaje del KLM exigían un visado válido para el destino final del vuelo, y dado que Crimea fue "anexionada" por Rusia en 2014, se requería un visado ucraniano, en lugar de uno ruso.

¡Excelente! Fue alentador escuchar que el KLM había adoptado una postura firme contra la agresión rusa, al no reconocer su anexión y ocupación de Crimea. No importa que hayan pasado más de dos años y medio desde el evento ocurrido en 2014 y que Crimea ahora se encuentre directamente bajo el control del gobierno ruso. No obstante, sentí una profunda admiración y respeto (de ninguna manera sentí incredulidad o exasperación) por la postura basada en los principios adoptada por la aerolínea. Por supuesto, esto me dejó con un pequeño problema. Podría haber volado directamente a San Petersburgo (mi segundo destino), pero de haber sido así no habría podido pasar cuatro días en Crimea documentando las atrocidades sin duda espantosas, que ocurrían allí ¡hasta el momento en que ingresó el tiránico régimen de Putin!

Así que, dada la situación general en juego, empleé mis poderes secretos de persuasión similares a los de un Jedi (y eso quiere decir que llamé a la línea de emergencia de mi agente de viajes), para convencer al asistente de que se me debería permitir subir al avión y que el visado ruso debería permitirme "proseguir con mis asuntos". Curiosamente, en el proceso de investigación, el encargado en realidad habló con la embajada australiana en Ucrania, y aparentemente le dijeron rotundamente que no se me debía permitir abordar el vuelo. Presumiblemente, al gobierno de Australia no le agradaba demasiado la idea de que los ciudadanos australianos visitaran Crimea, lo cual es comprensible. Mientras consideraba el costo de la reserva de un vuelo directo con destino a Moscú para luego poder cambiar de avión y llegar a Simferopol, de repente, KLM me informó que podía volar al aeropuerto de Schiphol en los Países Bajos (el destino final del vuelo de KLM), siempre y cuando yo mismo recogiera mi equipaje y cambiara de vuelo a Rusia. ¡Un éxito!

En el momento de realizar el registro con la compañía aérea Aeroflot para llegar a Simferopol vía Moscú, la atractiva señora rusa en el mostrador de servicio puso los ojos en blanco cuando mencioné que el KLM me había pedido una nueva facturación por tener una visa rusa para ir a Crimea. Me dió la impresión de que no era la primera vez que esto sucedía.

Aeropuerto Sheremetyevo, Moscú (Аэропорт Шереметьево, Москва)

Luego de un despacho de aduana que no incluyó gabardinas al estilo soviético ni interrogatorios por parte de oficiales de contrainteligencia debido a mi estatus de "occidental" (el proceso fue sorprendentemente agradable y sencillo), mi primer bocado del famoso sentido del humor ruso se dio en el aeropuerto de Sheremetyevo, en la sala de embarque del vuelo a Simferopol. Un hombre desapercibido me preguntó de dónde era y si me hospedaría con amigos en Crimea. Después de informarle que me quedaría en un hotel, y de preguntarle cordialmente cuáles eran sus asuntos en Crimea, rió y antes de marcharse dijo: "KGB. Disfrute su vuelo". Dado que el KGB no existe desde 1991 (el servicio de seguridad interna ruso se conoce como el FSB) es bastante obvio que estaba bromeando. Y hablando de humor, la situación en la sala de embarque en general fue bastante divertida.

Debido a la ola de frío que el norte de Europa y Rusia sufrieron aquel año, las condiciones en la pista de aterrizaje eran de -24ºC (-11.2ºF) con viento y nieve tempestuosos, y a pesar de que había dos conjuntos de puertas de vidrio grueso funcionando como "cámara de aire", cada vez que se abrían las puertas para que los pasajeros subieran a los transbordadores que los llevarían hasta los aviones, el aire de -24ºC ingresaba de a poquito, causando un enfriamiento intermitente (pero acumulativo) del área climatizada de la sala de embarque. Para cuando un grupo de pasajeros hubiera subido a los transbordadores que los llevarían a su vuelo, todas las demás personas (incluyéndome a mí) generalmente estaríamos sentadas en el otro extremo de la sala, donde hacía más calor, a pesar de que todos llevaban ropa de invierno. Luego, cuando los pasajeros de la puerta del final de la sala comenzaban a abordar, la temperatura bajaba en esa sección, haciendo que todos regresaran a la parte anterior de la sala. Este movimiento de un lado a otro ocurrió unas cuantas veces antes de que finalmente abordara mi vuelo a Simferopol, fue divertido observarlo (¡y participar!).

En este punto notaré que cometí el error de no obtener rublos en efectivo en Sheremetyevo debido a que los agentes de bolsa no ofrecían un buen precio por las libras escocesas que yo tenía, así que decidí esperar y cambiar la moneda en Simferopol Internacional. Además, acercándome al punto de haber estado despierto durante casi un día y después de haber tomado dos vuelos, mientras me enfocaba en realizar un tercero, no se me ocurrió retirar algunos rublos directamente de un cajero automático. Lección, amigos: asegúrense siempre de tener suficiente dinero en efectivo en moneda local ANTES de salir del aeropuerto, ¡preferiblemente antes de ingresar al país! Es fácil olvidarse de ello en esta era "digital" en la que simplemente utilizamos nuestros teléfonos o tarjetas para realizar pagos "sin efectivo".

Abordar el vuelo en sí fue una experiencia interesante. Si usted nunca ha viajado en avión anteriormente, abordar una aeronave desde la pista, en condiciones templadas de todos los días es lo que esperaría. Sin embargo, un abordaje nocturno en condiciones nevadas y tempestuosas y con -24ºC es muy diferente. En el tiempo que tardé subiendo las escaleras (aproximadamente 2 minutos), mi bigote se había cubierto de hielo, temblaba de frío, me goteaba la nariz y estaba pensando que mi ropa de invierno (que me había mantenido bastante caliente durante el invierno de Edimburgo) no estaba a la altura de la tarea. Afortunadamente, no era el único, los mismos pasajeros rusos parecían "disfrutar" del frío tanto como yo, y note con satisfacción que los rusos también parecían tener sensibilidades humanas; no son los invencibles superhombres y mujeres que la propaganda de Putin nos quiere hacer creer.

El vuelo de Moscú a Simferopol duró aproximadamente 2,5 horas, y experimenté otro fenómeno del cuál había oído hablar vagamente: los pasajeros de los aviones rusos aplauden a los pilotos luego de un aterrizaje exitoso. ¡Nadie hace eso en Occidente! Seguramente es el vestigio de algún tipo de campaña soviética de lavado de cerebro de los días de la URSS. A los pilotos se les paga por hacer un trabajo, y aun así, ¡estas personas les dan gratitud extra simplemente porque los han llevado responsablemente a su destino sanos y salvos! Quiero decir, ¡¿qué pasa con eso?! Claramente, iba a tener que prestar más atención a estos patrones culturales de lavado de cerebro con el fin de obtener una mejor comprensión de la mentalidad rusa.

Simferopol, Crimea (Симферополь, Крым)

Satellite view of the Crimean Peninsula
Mapa satelital de la Península de Crimea.
Luego de desembarcar en el aeropuerto internacional de Simferopol, mi primer requisito fue obtener rublos. Esto resultó ser más difícil de lo previsto. Aunque era difícil estar 100% seguro con todos los carteles escritos en cirílico, no parecía haber ninguna casa o tienda de cambio o en el local que estuviera abierta (más adelante descubrí que en Rusia, algunos puestos de agencias de noticias realizan el cambio de divisas, además, puede que haya habido instalaciones adicionales en la zona de embarque del aeropuerto, las cuales estaban físicamente separadas de la zona de desembarque). Con muchos cajeros automáticos disponibles, el siguiente paso fue probar alguno de ellos, por lo tanto elegí el cajero automático de uno de los bancos más populares de Rusia - Сбербанк, o "Sberbank". Después de aceptar mi tarjeta, el número de PIN, y los detalles de la transacción, la máquina me dio el error "Error de enrutamiento de SWIFT" al intentar procesar la transacción, y me devolvió la tarjeta. Raro. El error se repitió varias veces y con diferentes cajeros automáticos. De repente me di cuenta: ¡Las sanciones! Por desgracia, había olvidado que Crimea estaba completamente aislada de la red de pagos SWIFT de VISA y MasterCard (aunque no el resto de Rusia) por haberse rendido tan fácilmente ante los invasores rusos.

No hay problema, me había preparado para cualquier dificultad de pago comprando una tarjeta que operaba en la red china UnionPay, no vaya a ser que terminara en algún lugar donde VISA no estuviera disponible. Desafortunadamente, ninguno de los cajeros automáticos aceptaba tarjetas de UnionPay. Más problemas. Me vi forzado a depender de las libras escocesas que llevaba conmigo. Como era de esperar, no resultó ser una opción agradable para los taxistas que se encontraban en la parte delantera de la terminal así que, tras una pequeña aventura secundaria que implicó una larga caminata privado de sueño en un área industrial, una mochila pesada, mercados al aire libre, un mendigo alcohólico y un buen samaritano (Саня, ¡eres un campeón!), llegué a salvo al Отель Спортивная (Hotel Sportivnaya) en el centro de Simferopol, con tiempo de sobra para explorar por la tarde.

De camino al hotel, noté un fenómeno curioso. Bastantes conductores colocaban pequeñas banderas rusas en sus vehículos, posiblemente en una especie de muestra de solidaridad con la nueva autoridad de la región. También había una o dos grandes vallas publicitarias exhibiendo de manera destacada la imagen de Putin, con una cita inspiradora al lado. A pesar de que estas vallas eran relativamente pocas en comparación con otros anuncios regulares, estos eran signos claros de un esfuerzo ruso para fomentar sentimientos positivos entre el pueblo de Crimea hacia su nuevo amo, y las banderas en los coches mostraban que la gente estaba captando la señal (sin duda a regañadientes).

Al salir a conocer la ciudad, una distinción se hizo evidente, muchos edificios antiguos parecían tener un "estilo soviético", sin embargo, a menudo contenían una parte recientemente renovada, y que por lo general presentaba algún tipo de negocio. Esta era una tendencia que observaría en muchas otras ciudades rusas, una especie de "reencuentro entre lo viejo y lo nuevo" que probablemente refleja una economía en crecimiento y una cultura vibrante emergiendo de los "tiempos difíciles" de la desintegración de la URSS. Hacia el centro de la ciudad, la tendencia a la modernización era mucho más evidente: muchas tiendas, edificios, centros comerciales y bulevares tenían un aire claramente cosmopolita, incluso "occidental"; los lugareños y visitantes se combinaban en el turismo y el comercio.

Karl Marx Boulevard, Simferopol
Calle Karl Marx, Simferopol.
Old-style Soviet apartment block with new shop at street level
Edificio de apartamentos soviético de estilo antiguo, con una tienda de estilo renovado al nivel de la calle.
New York-style pizza is famous everywhere!
¡La pizza estilo Nueva York es famosa en todos lados!
A medida que se acercaba la noche, muchas tiendas permanecían abiertas, y me di cuenta de otro fenómeno que se repetiría en otras ciudades; la reproducción de música y canciones occidentales en inglés, pese a la ausencia casi total de una parte significativa de la población que hablara (y posiblemente entendiera) el idioma. ¿De qué se trataba todo esto? ¿Los rusos y los occidentales son de algún modo similares en cuanto a su amor por el "lenguaje universal", como se ha denominado a la música? Más tarde, una señora rusa, Гала, me dio la respuesta: probablemente sea el resultado de una especie de "rebelión" contra los tiempos en que la música occidental estaba prohibida por el gobierno comunista, entonces ahora los rusos ponen música occidental en cada oportunidad que se les presenta, como una forma de "celebrar" su liberación del régimen anterior. Sin embargo, nuevamente se me presentó una duda: si ese es el caso, si admiran tanto la cultura occidental, ¿por qué permitieron que un aparente dictador usurpara sus corazones y sus mentes en lugar de abrazar su incipiente democracia al máximo en la nueva Ucrania dominada por el neonazi y candidato ideal, el rey del chocolate Poroshenko? Claramente, la situación no era tan blanca y negra como me había imaginado.
Marilyn Munroe - an iconic beauty legend all around the world
Marilyn Monroe: una leyenda icónica de la belleza en todo el mundo.
Después de admirar las intrincadas y hermosas exposiciones de arte navideñas, llegué a Simferopol en la víspera de la Navidad ortodoxa rusa, caminé hasta la Plaza de Lenin (prácticamente todas las ciudades de Rusia tienen una plaza que lleva el nombre de Lenin), en la que los preparativos para las principales festividades navideñas públicas de la ciudad parecían estar en marcha. Teniendo en cuenta esto para más tarde, volví a mi hotel, para obtener una noche de sueño reparador luego de días de viajes ajetreados.

LED light sculptures installed as Christmas decorations in Simferopol
Esculturas de luces LED instaladas como decoraciones navideñas en Simferopol.
LED light sculptures installed as Christmas decorations in Simferopol
Esculturas de luces LED instaladas como decoraciones navideñas en Simferopol.
Una Navidad rusa

Despertando en el día de Navidad ortodoxa, miré hacia afuera y mi corazón dio un salto: снего! (¡nieve!). La ciudad había obtenido una manta suave durante la noche, que cubría todo con una capa crujiente del blanco más puro. Con una temperatura de alrededor de -7ºC (19.4ºF) al aire libre, el día estuvo fresco, pero no desagradable con la ropa apropiada. Pantalón térmico debajo de los vaqueros, con una camiseta manga larga, una chaqueta de esquí gruesa y un gorro de lana fueron suficientes para mantener el calor cómodamente durante todo el día. Aventurándome una vez más en la ciudad, pensé que sería difícil pasar cuatro días sin fondos disponibles, incluso con todo lo esencial pagado por adelantado y una pequeña cantidad de comida que había traído conmigo. Consejo de viaje: tenga siempre alimentos nutricionales de alta densidad energética empacados como parte de su equipaje: avellanas o nueces de macadamia, frutos secos, chocolate negro, cecina de res, bolas de proteína, etc., son excelentes raciones de emergencia (¡incluso en casos que no son de emergencia!) para viajes. ¡Y también recuerde llevar una botella de agua!

Light snow blankets the city of Simferopol, Russian Christmas Day
En el día de la Navidad rusa, una ligera capa de nieve cubre la ciudad de Simferopol.
Central Train and Transit Station, Simferopol
Estación Central de Tren y de Transporte, Simferopol.
Unique Greco-Roman architecture adorns the Central Train and Transit Station, Simferopol
Una arquitectura greco-romana única adorna la Estación Central de Tren y de Transporte, Simferopol.
City Christmas Tree, Lenin Square, Simferopol
El árbol de Navidad de la ciudad, Plaza de Lenin, Simferopol.
El conserje del hotel, a pesar de que hablaba bastante bien el inglés, no pudo ayudarme, ya que los bancos y las casas de cambio estaban cerradas. Confiando en los consejos descubiertos por medio de guías de viaje en internet (los rusos están mucho más acostumbrados a regatear como parte de su cultura) intenté encontrar un comerciante agradable que hiciera un cambio de moneda de forma "no oficial". Resultó que estuve de suerte, a ambos lados de la Plaza de Lenin la gente había establecido su mercado de los sábados, inclusive en el día de Navidad, y como consecuencia había una gran cantidad de vendedores disponibles para consultarles sobre la posible transacción. No me tomó mucho tiempo encontrar un hombre de negocios amable dispuesto a hacer un trato. Con unas útiles aplicaciones de traducción en mi teléfono celular/móvil (¡asegúrese de que tengan funcionalidad offline!) y un libro de frases en ruso e inglés, hicimos un intercambio mutuamente beneficioso, y yo seguí por mi camino con los bolsillos llenos de rublos. ¡Un éxito!

Al explorar los mercados buscando una comida más sustanciosa que la de los días anteriores, empecé a darme cuenta de los beneficios que los turistas occidentales pueden disfrutar en Rusia en relación al cambio monetario. Los precios eran excelentes, normalmente unas tres a cuatro veces más baratos que en los países occidentales, y a veces más dependiendo del producto. Grandes rebanadas de pizza costaban el equivalente a unos 1,70 dólares, y me di cuenta que en las carnicerías al aire libre (¡algo que en Rusia se puede hacer en invierno, ya que no se necesita refrigeración en el lugar!) vendían lonchas de carne de varios kilos por menos del equivalente a 10 dólares. Mis genes de asador activaron una respuesta primaria en mi interior, pero no era práctico comprarlo dadas mis comodidades, así que me contuve. Una variedad significativa de productos se vendían en los mercados; muchos vendedores vendían ropa de invierno esencial de calidad: calcetines y guantes de lana, sombreros y abrigos, etc., a precios que en los países occidentales sólo podrían encontrase en las tiendas de descuento.

Mientras hacía mis compras y miraba vidrieras, conocí y charlé brevemente con una joven local que hablaba el inglés razonablemente bien. Le pregunté, entre otras cosas, qué pensaba de Putin, y recibí una respuesta cautelosamente optimista, aunque expresó un desinterés en general por la política, algo típico de su edad. En general, el ambiente en las calles parecía animado y tranquilo (como se espera que sea el día de Navidad), y a medida que el sol se ocultaba, comenzaban las festividades.

Christmas Festival, Lenin Square, Simferopol
Festival de Navidad, Plaza de Lenin, Simferopol.

En el video de arriba, puede que hayas notado varias figuras que se parecen a Papá Noel, y una mujer vestida de blanco; estos son los populares personajes míticos rusos Дед Мороз ("Ded Moroz", o "Abuelo del Frio") y su nieta Снегурочка ("Snegurochka", o la "Doncella de Nieve"). Algunas de sus actividades de fantasía se asemejan a las de Papá Noel, entre ellas se encuentra entregarles regalos a los niños al comienzo de Año Nuevo.

Estos personajes adquirieron un mayor protagonismo por primera vez en las celebraciones navideñas rusas, en los primeros tiempos de la Unión Soviética cuando fueron reintroducidos para darle un enfoque más secular a lo que entonces era una festividad principalmente religiosa. Tras asumir el poder, el régimen comunista adolescente había prohibido oficialmente la Navidad debido a su carácter religioso, sin embargo, después de más de 15 años de una política cultural fallida (¿quién hubiera pensado que prohibir una festividad tradicional religiosa/espiritual importante no resultaría popular entre la gente y la prohibición sería ignorada por todos?) el gobierno concedió una "sustitución" de las costumbres.

Hoy en día, en Rusia se celebran tanto las tradiciones "seculares" como las religiosas, aunque al parecer la Iglesia Ortodoxa Oriental ha disfrutado de un renacimiento masivo desde el colapso del comunismo en la década de 1990.

Y sobre este tema, creo que necesitamos tener una conversación franca: todo cristiano temeroso de Dios debe admitir que esos "cristianos" rusos son herejes. La Biblia probablemente establece en alguna parte que Jesucristo nació el 25 de diciembre. Y en la Biblia él habla inglés, no ruso. Y también le dijo a sus discípulos que no interfieran en las elecciones por medio de las redes sociales. O algo así. Está escrito ahí si lee entre líneas. Libertad y democracia. ¿Y qué importa si la Iglesia Ortodoxa Oriental es la segunda iglesia cristiana más grande del mundo? Ellos claramente decidieron seguir su propio camino en el Gran Cisma de 1054, y obviamente no aprecian la sabiduría divina expresada por la jerarquía papal. Solamente puede haber una verdadera Iglesia Universal, y si no quieren subir a bordo, bueno, entonces todos pueden arder en el infierno, junto con los budistas, musulmanes, hindúes, mormones, taoístas, zoroastrianos, rastafaris, sijs, mitraístas, seguidores de la Nueva Era, ocultistas, satanistas y, por supuesto, judíos.

De todos modos, luego de una agradable velada disfrutando de las vistas y celebraciones, me desperté a la mañana siguiente y me abrí camino a la estación central de trenes de Simferopol para tomar un trolebús y llegar a mí previsto próximo destino: Yalta.

Yalta (Ялта)

Yalta’s locale, on the Crimean Black Sea coastline, is extraordinary
La localidad de Yalta, en la costa del Mar Negro de Crimea, es extraordinaria.
Yalta es una ciudad turística que se sitúa en la costa norte del Mar Negro, famosa por su belleza y hospitalidad, fue frecuentada por la cúpula del Partido Comunista durante los días de la URSS. La ciudad se encuentra cómodamente anidada en las colinas y valles de la costa, mientras que las montañas de Crimea se elevan detrás de ella, proporcionando un panorama emocionante que debe ser experimentado para ser plenamente apreciado. A sólo dos horas y media de recorrido en trolebús desde Simferopol (la ruta del trolebús hacia Yalta es de aproximadamente 56 km, siendo la más larga del mundo), la ciudad tiene un ambiente cosmopolita y relajado, con numerosos complejos y atracciones turísticas.

Algunos de los palacios más grandes se abrieron al público, dando una mirada a los días de la Unión Soviética y del antiguo imperio ruso; el Palacio de Livadia, la última residencia vacacional del Zar, fue la sede de la conferencia de Yalta de 1945, en la que Stalin, Churchill y Roosevelt planearon el orden mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial. Otros lugares emblemáticos, como el castillo "Nido de golondrina", están a sólo un corto trayecto en coche (o una larga caminata) de la ciudad. Durante el camino, tuve la oportunidad de disfrutar de un poco de cine ruso en el trolebús por medio de un televisor instalado. Si bien no pude entender el diálogo de la película, fue bastante entretenida: una especie de historia parecida a "Tarzán" sobre un hombre criado por monos que es reeducado por científicos para convertirse en un miembro normal de la sociedad.

Cómo llegué muy tarde a Yalta, no tuve demasiado tiempo para explorar la ciudad antes de tomar el último trolebús de la tarde que me traería de vuelta a Simferopol, ni pude tomar fotografías que transmitieran toda la grandeza del entorno natural. No obstante, las celebraciones navideñas todavía estaban en pleno apogeo, con "esculturas luminosas" alrededor de la plaza y la zona explanada, había bandas tocando, y un ambiente de alegría en general. Los restaurantes estaban llenos, y las tiendas, abiertas hasta la noche, estaban haciendo un próspero negocio. Todo parecía un poco surrealista, ¿dónde estaban los supuestos matones con botas de goma amedrentando a la población para que se mantenga controlada, bajo órdenes de la fuerza invasora de Putin? La presencia de la policía no fue mayor de lo que uno esperaría en una celebración navideña pública, en cualquier ciudad occidental. ¿El cerebro de la población había sido lavado tan rápidamente que los guardias militares ya no eran necesarios? ¿O Putin los había sobornado con circos navideños para que se olvidaran de la injusticia de ser arrancados bruscamente del seno amoroso de su familia ucraniana? Por desgracia, mis habilidades lingüísticas limitaban mi habilidad para investigar las torturas secretas que sin duda borboteaban bajo la superficie de un pueblo que de lo contrario sería feliz y próspero. Había pensado que tomar algunas fotografías subrepticias de la evidente brutalidad sería un trabajo relativamente fácil. Después de todo, la noción de que las cosas simplemente eran como parecían ser era bastante descabellada, y claramente implicaría que nuestros patrióticos y obedientes medios de comunicación occidentales podrían haber sido menos que impecables en lo que respecta a su verificación de los hechos, ¡como si lo fueran!

Christmas light sculptures at Lenin Square (pretty much every Russian city has one!), Yalta
Esculturas navideñas luminosas en la Plaza de Lenin (¡prácticamente todas las ciudades rusas tienen una!), Yalta.
Christmas light sculptures, Lenin Square, Yalta
Esculturas navideñas luminosas, Plaza de Lenin, Yalta.
Yalta local government office, Yalta
Oficina de gobierno de Yalta.
Luego de señalar a Yalta como un destino al que debo que volver, regresé a Simferopol para investigar algunos de los lugares más conocidos de la ciudad antes de mi partida a San Petersburgo.

Lugares turísticos de Simferopol (Симферополь)

Me sorprendió descubrir cerca del centro de la ciudad un "edificio del Parlamento". ¡Por lo visto, Crimea tiene su propio Parlamento que acoge a representantes electos de todas las zonas de la península como si fuera una nación soberana! Este edificio fue finalizado alrededor de 1988, justo antes de la caída de la URSS, cuando Crimea todavía estaba gobernada por la República Socialista Soviética Autónoma de Crimea.

The State Council of Crimea Parliament Building, Simferopol
Edificio del Consejo Supremo de Crimea, Simferopol.
Después de la URSS, se formó la República de Crimea y adoptaron su primera Constitución, sin embargo, esto sólo duró unos pocos años antes de que el gobierno ucraniano disolviera el gobierno de la República y estableciera la República Autónoma de Crimea con una nueva Constitución. Esto me suena muy parecido a "anexión", algo que creía que solamente los rusos hacían. Qué extraño.

En 2014, la región declaró su independencia de Ucrania y formó el Consejo de Estado de Crimea, que conforma el gobierno actual. Luego votaron a favor de la adherencia a la Federación Rusa, e incluso celebraron un referéndum a tal efecto. Me sorprendió saber que los principales medios de comunicación en Occidente en realidad informaron sobre esto, pero todo lo que recuerdo es que hablaban sin parar sobre una "anexión". Aunque, sí se celebró un referéndum, ¿eso significa que la adhesión de Crimea a la Federación Rusa fue... un proceso democrático?

¿Qué está pasando aquí? Un edificio del Parlamento, un referéndum votado por el pueblo... ¿esto quiere decir que Crimea en realidad sí tiene libertad y democracia? ¿Podría haberme equivocado sobre el feroz ejército de Putin arrasando la pacífica Crimea?

Mi cabeza me daba vueltas, me giré y examiné el edificio de enfrente, la iglesia de San Alejandro Nevski. Iniciada a finales del siglo XVIII, la iglesia original fue destruida en 1930 por los comunistas y fue reconstruida a principios del siglo XXI. Es una iglesia ortodoxa rusa, situada en el centro de una gran plaza que también incluye un monumento en memoria a la liberación de Crimea de la Segunda Guerra Mundial. Esta catedral se la dedicó la emperatriz Catalina la Grande al famoso príncipe ruso, general y constructor de la nación, Alexander Nevski, que fue canonizado en 1547.

The Cathedral of Saint Alexander Nevsky, Simferopol
La Catedral de San Alejandro Nevski, Simferopol.
Nevski es más que una figura histórica interesante. Su legado (entre otras cosas) fue preservar y fortalecer el cristianismo ortodoxo oriental y unificar al pueblo ruso. La legendaria "Batalla del Hielo", donde los caballeros teutónicos fueron derrotados por el Ejército de la República de Nóvgorod, tiene ecos arquetípicos de la Batalla de Moscú de 1941. En 2008, las encuestas populares lo nombraron como el "héroe principal de la historia de Rusia" y el "mejor ruso".

El Monumento a la Liberación de la Segunda Guerra Mundial conmemora un acontecimiento significativo en la historia de Crimea, es su liberación de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial (o Gran Guerra Patria, como se la conoce en Rusia). Mientras ocupaban Simferopol, en este lugar los nazis perpetraron una de las peores masacres individuales en tiempos de guerra, asesinando a más de 22.000 lugareños; las víctimas eran en su mayoría judíos, rusos, krymchaks (una secta judía ortodoxa de lengua turca) y gitanos. El tanque desmantelado del monumento simboliza el papel instrumental que desempeñaron los batallones de tanques del Ejército Rojo en la liberación de la península.
Memorial to the liberation of Crimea from the Nazis in the Great Patriotic War
Monumento a la liberación de Crimea de los nazis en la Gran Guerra Patria.
Locals hang orange and black “Victory” ribbons around statues symbolising peace, in Simferopol
Los lugareños cuelgan lazos naranjas y negros de "Victoria" alrededor de las estatuas simbolizando la paz, Simferopol.
Alejándome de los pensamientos de "guerra y rumores de guerra", continué por uno de los bulevares peatonales a una cuadra de distancia. Fue en el equivalente a un centro comercial al aire libre donde descubrí un fenómeno agradable: un vendedor ofrecía paseos en pony en la nieve a los niños pequeños. Una joven familia rusa amablemente me dejó tomar una foto de su hija montando un pony. ¿Quizás haya algo bueno en Rusia después de todo?

Young girl enjoys a pony ride through one of the main outdoor malls, Simferopol
Una niña disfruta de un paseo en pony a través de uno de los principales centros comerciales al aire libre, Simferopol.
Aun así, sabía que tenía que mantenerme alerta; estaba en un lugar saturado de propaganda sobre Putin... ¡Tendría que asegurarme de no ser influenciado involuntariamente por imágenes honestas de valores familiares que simplemente sirvieran para encubrir un régimen brutal de ocupación!

Al día siguiente, después de contratar los servicios de taxi de mi amigo, el Buen Samaritano Саня, para mi viaje al aeropuerto, charlamos brevemente en inglés sobre la vida en Crimea. Me dijo que Crimea en verano es un lugar muy hermoso, y que es una experiencia muy diferente al invierno, extremadamente popular entre los rusos como destino turístico. Con los asombrosos complejos turísticos nuevos, tales como Mriya en Crimea, ¡no podía dejar de preguntarme si unas vacaciones destinadas específicamente en Crimea durante el verano podría ser una buena idea! Sin duda sería estupendo relajarse durante una o dos semanas y absorber el ambiente. En abril de este año, se ha completado la nueva ampliación del Aeropuerto Internacional Simferopol. Con una capacidad de medio millón de pasajeros por mes, Crimea de seguro será un destino turístico por excelencia una vez que se restablezcan los horarios de vuelos normales de las naciones cercanas.

Mientras me establecía en mi vuelo de Аерофлот a San Petersburgo, reflexionaba sobre los días anteriores, y me preguntaba si quizás Crimea no estaba todavía tan rigurosamente controlada como seguramente estaba el resto de Rusia. Sin duda en una gran ciudad rusa, sobre todo en una ciudad cerca de la libertad que disfrutan los países europeos, encontraría las pruebas que buscaba de una represión totalitaria. Putin pudo haber sido más listo que yo en Crimea, ¡pero yo me mantendría más alerta en San Petersburgo! ¡Estén atentos a la segunda parte!

Entrance Archway to Palace Square on Bol’shaya Morskaya ulitsa (street), St Petersburg
Arco de entrada a la Plaza del Palacio en Bol'shaya Morskaya ulitsa (calle), San Petersburgo.