Un cuento de hadas moderno
¿Qué pasó? En pocas palabras, una persona heroica salvó a un niño de 4 años de una caída mortal. El sábado 26 de mayo de 2018, a las 20:00 horas, en el distrito 18 de París, el padre blanco francés, que estaba ocupado jugando al Pokemon Go, dejó solo al niño. El pequeño fue al balcón y se cayó del sexto piso por encima de la barandilla.
Durante la caída, el vigoroso niño se las arregló para agarrar la barandilla del cuarto piso mientras se precipitaba hacia el suelo. Al estar colgado allí precariamente, la muerte parecía estar a punto de llegar.
Afortunadamente, Mamoudou Gassama, un migrante de Malí, se encontraba en el lugar adecuado en el momento oportuno. Vio al niño atormentado y rápidamente subió 4 pisos desde afuera del edificio, levantó al niño por encima de la barandilla y lo depositó a salvo en el balcón mientras la multitud aplaudía y vitoreaba.
Aquí está el video grabado por un testigo ocular:
Menos de 24 horas después del heroico rescate, el presidente francés Macron recibió a Gassama en el palacio presidencial. Inmediatamente se le otorgó la ciudadanía francesa y un trabajo en un escuadrón de bomberos.
Luego Gassama fue recibido en el ayuntamiento de París y recibió su más alta distinción: la medalla Vermeil de París. El triunfo de Gassama se hizo internacional, y pocos días después el héroe recibió un premio BET en Los Ángeles. [BET es un premio creado por "la cadena Black Entertainment Television para reconocer a las personas afroamericanas y de otras minorías étnicas que se destacan en el ámbito musical, deportivo y de beolar", según Wikipedia. NdeT]
Así que aquí lo tienen, todos los ingredientes de un buen cuento: Gassama, el héroe de una minoría oprimida, la víctima inocente e impotente, la tensión dramática, un auténtico momento de suspenso y el final feliz. Francamente, fue tan bueno como una escena extraída directamente de una película de Spiderman.
Pero como en cualquier cuento de hadas o película de superhéroes, siempre hay un villano. En este caso, el villano apareció cuatro días después del heroico rescate, con el nombre de André Bercoff.
La Malvada Bruja de la Realidad
Bercoff es un destacado periodista y escritor francés. Trabajó para algunos de los más prestigiosos periódicos franceses, desde Le Monde hasta Liberation. Su carrera tiene más de 6 décadas, durante las cuales escribió unos 30 libros sobre la política y la sociedad. También es presidente de la asociación de prensa de Francia, la mayor organización profesional de periodistas del país.
A juzgar por la trayectoria profesional de Bercoff, podemos asumir con seguridad que él no es un rebelde ni un transgresor del orden establecido, sino todo lo contrario.
Sin embargo, el 30 de mayo Bercoff cruzó la línea roja no oficial y se atrevió a cuestionar la narrativa oficial que los medios de comunicación aceptaron unánimemente justo después del evento y mucho antes de los resultados de una investigación minuciosa. Pues bien, preguntar, encontrar la verdad, es la esencia del periodismo, ¿cierto?
Preguntas enigmáticas
Con la convicción en este principio de periodismo aparentemente anticuado y políticamente incorrecto, Bercoff comenzó a examinar la historia oficial y encontró algunas inconsistencias. Primero señaló los cambios en la narrativa oficial:
- el niño supuestamente vivía en el cuarto piso (donde fue salvado), luego en el quinto piso y finalmente en el sexto piso, ya que el conserje declaró que el apartamento en el quinto piso está desocupado y que los padres del niño vivían en el sexto (último) piso.
- en el video del rescate el vecino es relativamente robusto y tiene barba, durante su entrevista unas horas después del evento el vecino es delgado y no tiene barba.
Bercoff también se preguntó cómo es que el niño se cayó puesto que el pasamanos es más alto que él y no hay muebles visibles a través de la barandilla transparente del balcón del sexto piso.
Por último, pero no menos importante, Bercoff se pregunta ¿cómo puede un niño de 4 años de edad agarrarse a una barandilla después de una caída de 2 pisos? Como referencia, después de una caída libre de 6m (dos pisos), un cuerpo ya alcanza los 40km/h.
Cualquier escalador le dirá que es imposible que un adulto en forma detenga su caída de 40 km/h sosteniéndose de algo. Es aún menos probable que un niño sea capaz de realizar una hazaña de este tipo, dado que el centro de gravedad que se ubica en la parte superior del cuerpo (debido a la alta proporción entre la cabeza y la masa corporal) implica que los niños tienden a caer de cabeza.
Sin embargo, de alguna manera este chico se las arregló para lograrlo y, en el proceso, sólo se rompió una uña del pie. Este punto es tan desconcertante que incluso los medios principales y los sitios web dedicados a desacreditar las "teorías de conspiración" se vieron obligados a descartar este inconveniente hecho describiéndolo como "milagroso".
Cuestionar se ha convertido en un delito
Bercoff fue unánimemente etiquetado como un teórico de la conspiración, a pesar de que nunca mencionó la palabra "conspiración" e incluso descartó la idea de que hubiera una conspiración de por medio en el caso.
La verdad es que Bercoff no cruzó ninguna línea; más bien, la línea ideológica impuesta por la cultura dominante que hace que plantear preguntas incómodas sea tabú, atravesó a Bercoff. La esencia misma del progreso humano (el cuestionamiento y el consiguiente aprendizaje) están ahora prohibidos.
Para justificar esta desviación totalitaria que ni siquiera Orwell pudo haber imaginado, los medios de comunicación y la élite política sugieren que tales preguntas son "sugestivas". Esa es precisamente la definición del delito de pensamiento, donde no importan los hechos tangibles o las palabras, sino los pensamientos tras ellos, la intención, lo implícito. El problema es que los pensamientos son intangibles y por lo tanto cualquier censura, cualquier inquisidor, puede atribuir a su sujeto cualquier pensamiento desvirtuado que pueda ser utilizado para criminalizarlo y silenciarlo. Ése es el terror de lo arbitrario.
El contexto político
El milagroso rescate de Gassama plantea algunas preguntas y dudas obvias. Puede que nunca sepamos lo que realmente ocurrió durante este evento, pero podemos hacernos una buena idea de la veracidad de la historia oficial al contemplar cómo fue instrumentalizada políticamente y el contexto político en el que tuvo lugar. Veamos los recientes movimientos políticos del presidente francés Macron.
1- 10 de abril: Macron recibe al rey saudí Salman.
2- 15 de Abril: Macron justifica los ataques militares contra Siria (no contra ISIS)
3- 28 de mayo: Macron recibe y elogia a Gassama, le otorga la ciudadanía y le da trabajo.
4- 21 de junio: Macron organiza una fiesta de rap negro LGBT en el Palacio Presidencial
5- 23 de Junio: Macron apoya las sanciones financieras contra los países de la UE que se nieguen a aceptar inmigrantes.
A primera vista, estos cinco eventos que han ocurrido en los últimos dos meses podrían parecer inocentes y sin relación alguna. Sin embargo, como se verá más adelante, son aspectos complementarios de una sola postura política y resumen perfectamente la esencia de la doctrina liberal en términos de migración. Analicemos esos eventos y sus implicaciones políticas, sociales y culturales.
Primer evento: Macron da la bienvenida al rey saudí Ben Salman.
Arabia Saudita es el principal patrocinador de ISIS.
Arabia Saudita es también la cuna del wahabismo/salafismo, una forma de islam literal y fundamentalista que predica la yihad y la ley de la Sharia.
Para los fundamentalistas, la ley religiosa es la única ley. El Islam fundamentalista es una teocracia que, por definición, es incompatible con las naciones occidentales.
Junto con la hermandad musulmana, que es el otro fundamentalismo islámico dominante, en este caso apoyado por Qatar, el wahabismo es la forma emergente del Islam y su presencia en Francia va en aumento.
Hoy en día, existen en Francia unas 200 mezquitas y sitios de oración wahabistas/salafistas. Entre 2010 y 2016, el número de mezquitas salafistas aumentó en un 170%. La Hermandad Musulmana controla unas 100 mezquitas.
Segundo evento: Macron bombardea Siria, no a ISIS.
Al igual que otros países europeos, Francia participa activamente en la destrucción de Oriente Medio y África (incluyendo Malí, donde nació Gassama).
Las guerras punitivas y arbitrarias de Occidente son una de las causas fundamentales de los flujos migratorios: las personas escapan de la guerra.
Además, Macron apoya a ISIS al debilitar a sus principales oponentes: a Siria, a través de ataques contra el gobierno y el ejército sirios, y a Rusia, a través de sanciones económicas. ISIS aterroriza a las poblaciones locales, aumenta los flujos migratorios y propaga la forma más extrema de islamismo.
No es de extrañar que Siria, Afganistán e Irak, tres países destruidos por las guerras occidentales y actualmente focos del terrorismo islamista (los talibanes en Afganistán e ISIS en Siria e Irak) sean los tres principales países de origen de los refugiados que llegan a Europa.
Tercer evento: Gassama se convierte en un héroe nacional.
Macron, al igual que el resto de la esfera política y mediática, elogia a Gassama mientras ignora el hecho de que la gente salva a otros cada semana. Por ejemplo, unos días después del evento de Gassama, un soldado francés salvó a un niño de 18 meses que estaba colgado de un balcón. Los medios apenas lo mencionaron.
El evento de Gassama resume la doctrina liberal: los migrantes son héroes, los europeos locales son despreciables, ni siquiera son capaces de cuidar a sus propios hijos y prefieren, en cambio, jugar al Pokemon Go. Como resultado de su incompetencia, el padre está siendo procesado por la revocación de la custodia paterna y puede ser condenado a 2 años de prisión y a pagar una multa de 30.000 euros.
El evento de Gassama no es un hecho aislado, es parte de la fabricación del consentimiento en las naciones occidentales. Otro ejemplo notable de un evento escenificado para servir a la ideología liberal es el caso Theo. Salió en todos los medios franceses en 2017.
Al parecer, unos policías franceses sodomizaron a un inocente joven africano (Theo) con una macana. Debería haber visto la indignación, los ataques a los malvados policías blancos franceses y, por extensión, a toda la autoridad y al pueblo blanco francés. El despido de los policías racistas. Los detalles horripilantes de cómo le bajaron los pantalones a Theo, la fisura anal de 10 cm, el esfínter reventado, insultos racistas, humillaciones. Y la compasión desbordante: manifestaciones masivas de apoyo a Theo, la visita a Theo del presidente Hollande en el hospital.
Después de meses de investigación, incluyendo el análisis de imágenes de video y la contribución de expertos médicos, la verdad finalmente salió a la luz y era exactamente lo opuesto a lo que se decía: Theo es parte de una familia involucrada en estafas masivas, él personalmente estaba involucrado en el tráfico de drogas, se resistió al arresto, golpeó a uno de los policías, lo arrestaron. No hubo sodomía ni insultos raciales, nunca le bajaron los pantalones.
A diferencia del mensaje que estos dos casos sobremediatizados intentaron transmitir, no todos los migrantes son héroes o víctimas, ni todos los nativos son incompetentes o violentos. La realidad es mucho más matizada. La élite globalista trata de manipular la opinión pública al concentrarse en eventos seleccionados o inventados que hacen ver bien a los migrantes y mal a los nativos locales.
Pero ya hay una repercusión negativa.
Uno tras otro, algunos países europeos (Italia, Hungría, Austria, Checoslovaquia, Eslovenia) han comenzado a reclamar su soberanía y a imponer límites a la migración a través del control fronterizo. Los gobiernos europeos y las potencias centrales de la UE que todavía promueven la migración masiva están cada vez más aislados y desconectados de la voluntad de la mayoría de las personas a las que supuestamente representan.
Los autodenominados liberales y los izquierdistas radicales quieren imponer a todo el mundo su idílica visión multicultural del mundo con fronteras abiertas, pero están totalmente desconectados de la realidad. Afirman que no ven las consecuencias destructivas de la migración masiva no integrada: el aumento de la delincuencia, el desempleo, los costes financieros, la disolución de la cultura, la fragmentación de las sociedades y la pérdida de identidad donde, en un número cada vez mayor de asentamientos, los europeos se sienten como si estuvieran cruzando el mar Mediterráneo con sólo abrir su puerta.
Cuarto evento: Macron organiza una fiesta LGBT negra en el Elíseo.
Macron podría haber invitado a artistas que representaran la identidad francesa, su historia y su cultura. Pero según el presidente francés no hay cultura francesa, como él mismo declaró oficialmente: "No hay cultura francesa, hay una cultura en Francia y es diversa".
Macron no sólo niega la cultura francesa, sino que también ha denunciado la barbarie de una nación francesa que se adhiere a las guerras, al colonialismo, al patriarcado, al patriarcado blanco. Macron declaró oficialmente el 15 de febrero de 2017:
(El colonialismo) es un crimen contra la humanidad. Es una verdadera barbarie y es parte de este pasado que debemos enfrentar y por el que también debemos pedir disculpas a aquellos contra los que hemos cometido estas acciones.Una nación que se revuelca en la culpa, el remordimiento y la vergüenza se abre a la mentalidad de víctima y a la competencia de la victimización. Hoy en día, cualquier persona en Francia puede sentir que la minoría con la que se identifica ha sido perjudicada en algún momento por Francia. La declaración de Macron refuerza la victimización y el consiguiente desliz hacia la arrogancia, la reparación y, en última instancia, la venganza sin fin.
Entonces, fiel a su negación de la identidad francesa y condena de la barbarie histórica francesa, Macron invitó a una banda de rap formada por activistas LGBT negros. El rap es la vertiente "artística" del liberalismo, predica la no integración, el odio a las naciones blancas y a los blancos, la falta de respeto a la ley, el asesinato de agentes de policía (entre otras cosas).
Esta celebración de la decadencia tuvo lugar en uno de los lugares más simbólicos de la nación francesa, el Palacio Presidencial que acogió a De Gaulle, Kennedy, Trump y Putin. ¡Sí que están cambiando los tiempos!
Sin embargo, la verdadera cereza en el pastel es que este insulto a Francia fue financiado por quienes fueron insultados directamente: los contribuyentes franceses. Parece que el cinismo del gobierno francés no tiene límites.
La doctrina liberal del gobierno francés ha sustituido la asimilación por el multiculturalismo en nombre de la diversidad, el respeto de las diferencias, la tolerancia y la apertura mental.
La asimilación tiene como objetivo hacer que las personas sean verdaderamente francesas, de modo que los migrantes adopten y acepten la cultura, la historia, las costumbres y el idioma franceses. Al final, los migrantes asimilados se vuelven más franceses que los franceses, como lo ilustra, por ejemplo, la exagerada presencia de descendientes de migrantes españoles e italianos en los partidos nacionalistas franceses.
El modelo de asimilación francés comenzó en 1860, antes que en cualquier otro país europeo. Fue la antítesis del multiculturalismo que ha prevalecido en países del norte de Europa como el Reino Unido o los Países Bajos.
Durante más de 100 años, Francia ha asimilado con éxito a los inmigrantes de Europa del Este, Europa del Sur y África. Esta migración asimilada fue una fuerza motriz para el desarrollo de Francia durante este período. Pero la asimilación terminó en los años 60 con el surgimiento de la doctrina posmodernista que niega la identidad, la cultura, la historia. De hecho, si no existe una identidad nacional, ¿cómo puede alguien asimilarse a ella?
Quinto evento: Macron quiere sancionar a países como Italia que pretenden controlar la migración masiva.
Esta declaración arrogante e ignorante demuestra que Macron quiere la migración masiva en Europa y en Francia porque sabe muy bien que los inmigrantes que llegan a Italia no se quedarán en Italia. Para referencia la mitad de los 630 migrantes en el Aquarius quieren asilo en Francia.
La declaración de Macron es hipócrita a nivel nacional porque durante su campaña presidencial exigió el refuerzo de las fronteras europeas y la deportación de inmigrantes ilegales. Y es hipócrita a nivel internacional porque Macron quiere que Italia acepte inmigrantes pero no quiere abrir los puertos franceses a los barcos de inmigrantes.
Macron quiere la migración masiva, pero no quiere que sea visible porque sabe que la mayoría de los franceses la rechazan. En una encuesta reciente, el 76 % de la población francesa desea un referéndum sobre la inmigración. Por eso Macron toma decisiones que promueven la migración masiva mientras multiplica las declaraciones oficiales sobre el control de la migración.
Imagínese que usted es un migrante
Imagínese que usted es extranjero, por ejemplo, un musulmán de Malí. Su país ha sido colonizado por Francia, luego su país ha sido saqueado por corporaciones multinacionales francesas (uranio), y luego su país ha sido bombardeado por Francia (ver punto 2 -Macron bombardea Siria no a ISIS). Es comprensible que usted se sienta resentido contra Francia.
Usted abandona su país debido a la guerra y a la creciente presencia de ISIS (ver punto 2 - Macron bombardea Siria y no a ISIS) y termina en Francia debido a la política de fronteras abiertas (ver punto 5 - Macron apoya la migración masiva). Los poderes temporales, ya sean ONGs, políticos, medios de comunicación, administradores o artistas, todos dicen lo mismo: "no se asimile a la malvada cultura blanca que de todos modos no existe. Manténgase fiel a sus raíces y a su comunidad y tradiciones" (ver punto 4 - la fiesta presidencial). Si le preocupa la reacción de la población local ante su falta de integración, no se preocupe, los inmigrantes ilegales son héroes nacionales y la población local es un fracaso (ver el punto 3 - Gassama, el superhéroe).
Si no está satisfecho con este discurso divisorio hacia la nación que, después de todo, lo está hospedando, usted podría recurrir a las autoridades espirituales en busca de un mensaje más sabio. Lamentablemente, las mezquitas controladas por los salafistas, los wahabíes y la hermandad musulmana transmiten un mensaje igualmente divisorio: "sométase a la ley divina antes que a la ley civil, su nación es la nación musulmana". En otras palabras: "sea musulmán, no un ciudadano" (ver el punto 1 - Macron recibe a Ben Salman).
Lo peor de la izquierda se casa con lo peor de la derecha
Utilicé la palabra "liberalismo" varias veces en este artículo y la palabra tiene diferentes definiciones en Europa y en EE.UU.
En Estados Unidos, el liberalismo es una ideología social que promueve la libertad, es decir, la destrucción de cualquier autoridad: naciones, familias, religiones. En Europa, el liberalismo es una ideología económica que también promueve la libertad: el libre mercado y la consiguiente destrucción de Estados, leyes y reglamentos.
El liberalismo económico y el liberalismo social son dos caras de la misma moneda. Trabajan en sinergia, este último al producir individuos desarraigados, sin valores, sin identidad, que pueden ser explotados económicamente; mientras que el primero produce individuos exhaustos y atontados que se tragan las estupideces del postmodernismo.
El liberalismo económico y el liberalismo social tienen un elemento fundamental en común: la destrucción en nombre de la libertad. El liberalismo económico destruye físicamente a los trabajadores y al planeta. El liberalismo social destruye el alma misma de los individuos al aniquilar todo lo que la nutre: el amor, la verdad, el sentido y la belleza que se transmitían a través de los "sistemas tradicionales" como la familia, la nación, la religión y el arte.
Históricamente, la derecha era la fuerza ejecutora del liberalismo económico, mientras que la izquierda era la fuerza ejecutora del liberalismo social. Hoy esos dos movimientos se han fusionado y políticos como Macron (y muchos otros como Obama, Merkel, H. Clinton,...) nos traen lo peor de la derecha: el capitalismo depredador y lo peor de la izquierda: el nihilismo posmodernista.
Conclusión
El mundo occidental ha destruido el viejo orden en nombre de la libertad. Pero los individuos y las sociedades tienen una profunda necesidad de orden, como escribió el poeta francés Alfred Auguste Pilavoine en 1845:
"Orden y libertad, dos palabras perfectamente correlativas y que tienen un significado real sólo en relación entre sí; no hay libertad sin orden, no hay orden sin libertad. El orden sin libertad es tiranía; la libertad sin orden es obscenidad".La revolución francesa, y su corolario la revolución de 1968, han creado un vacío espiritual, social, moral y cultural. El vacío de las sociedades nihilistas será llenado por una nueva autoridad, y el Islam es un candidato principal para tales propósitos:
- En Europa, la orden religiosa milenaria (el cristianismo) ha sido destruida, mientras que el Islam aporta una religión fuerte y creciente.
- La autoridad patriarcal encarnada por el padre, el maestro, el sacerdote, ha sido destruida, mientras que el Islam aporta un modelo social fundamentalmente patriarcal.
- La revolución sexual ha eliminado cualquier forma de restricción sexual, mientras que el Islam es muy claro y firme acerca de la restricción sexual.
- Las comunidades tradicionales, la familia y la nación, han sido destruidas, mientras que el Islam proporciona un sentido fuerte y profundo de comunidad (Oumma).
- Occidente ha sustituido los deberes legales por derechos legales, mientras que el Islam proporciona un amplio conjunto de deberes legales (Sharia).
- En Occidente se ha aniquilado todo sentido de propósito o de ideal significativo, mientras que el Islam proporciona un sentido de la vida muy claro (Yihad).
Como si las tensiones en Europa no fueran lo suficientemente fuertes, algunos liberales externos arrojan leña al fuego con una oleada de "terrorismo islámico": la masacre de Bataclan, el ataque a Charlie Hebdo, el atentado a un concierto en Manchester, el ataque al puente de Westminster (entre muchos otros). En todos ellos aparecen las huellas dactilares claras, no del islamismo, sino del terrorismo de Estado.
Obviamente, algunos titiriteros quieren desbordar Europa con migraciones masivas y maximizar las tensiones entre comunidades. El resultado deseado es, evidentemente, la destrucción de Europa. La última pregunta que queda es: ¿tendrán éxito?
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