Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Posiblemente el gobierno del Reino Unido tenga que tragarse muchas de sus mentiras este año. A pesar de toda la ardiente retórica sobre la "agresión" rusa y los espías secretos que Vladimir Putin desplegó en todo el mundo, y especialmente en Inglaterra, algunos ciudadanos británicos vinieron a Rusia de todos modos. Al fin y al cabo, la Copa Mundial de la FIFA se juega aquí, y el fútbol es muy importante para esta gente.

Como resultado de esto, los ciudadanos de una de las potencias occidentales más robustas están en primera persona viendo a Rusia de forma completamente diferente.
red square football game
Una noticia del periódico The Guardian, titulada "Message to the English: come to Russia and feel the love" ("Mensaje a los ingleses: vengan a Rusia y sientan el amor"), destapó el sello que los propagandistas británicos pensaban que habían puesto sobre el gran país del Este. Y lo hicieron de la manera más sencilla y directa posible: retratando la experiencia de la gran cantidad de turistas ingleses que ahora se encuentran en Rusia para el torneo. Tom Rosenthal escribe:
Esta. Copa. Mundial. Es. Buena. Después de haber tenido la suerte de estar en Nizhny Novgorod para ver el Inglaterra 6, Panamá 1, (graben eso en sus mentes), en San Petersburgo para ver el Argentina 2, Nigeria 1, (el pie de Dios de Messi) y en Kaliningrado para asistir al partido de Bélgica contra Inglaterra (el juego fue literalmente insustancial), tengo oportunidad de escribir en The Guardian para decir que mi experiencia personal es que Rusia está arruinando completamente este Mundial, lo que supone una gran mejoría con respecto a los espías del Zizzi*. La organización de este torneo ha sido fantástica y difícilmente encontrarán a alguien que diga lo contrario, no porque sea un agente doble o un bot de Twitter, sino porque es la verdad.
Los titulares de los periódicos "Ultras sanguinarios prometen asesinatos", " Ultras rusos: campo de entrenamiento militar para niños" y " Los ultras rusos advierten a los aficionados ingleses de que 'se preparen para MORIR'". Un documental de la BBC titulado "El ejército ruso de ultras". Una advertencia del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre "un alto riesgo de violencia". ¿Qué tienen en común estas cosas? Bueno, todas suenan como cosas que Ross Kemp murmuraría mientras duerme, pero también son reportajes de los medios de comunicación británicos que hacen que muchos ingleses no quieran tener una experiencia como la mía ni tener la oportunidad de ver de primera mano qué país nos lleva a los penales.

Decir que la gente se ha portado de maravilla es muy trillado... pero la respuesta de la población rusa a los aficionados ingleses ha sido polarmente opuesta a lo que nos dijeron que debíamos temer. Mark Roberts, el jefe de la Policía del fútbol del Reino Unido, advirtió contra la posibilidad de llevar banderas de Inglaterra a Rusia, por temor a ser demasiado imperialista y a incitar a la violencia. Se habría sentido un poco tonto en la Plaza de la Victoria, Kaliningrado, cuando las cruces de San Jorge cubrían cada centímetro de la taberna U Gasheka, mientras los espectadores locales vitoreaban a los muchachos ingleses con sus camisetas de fútbol y cerveza que cantaban canciones adaptadas de Atomic Kitten ("Southgate you're the one, you're the one, you still turn me on... football's coming home again"). Si las banderas son señales universales de intención perentoria, dígaselo al adolescente ruso que pidió a todos los aficionados con los que se encontró que firmaran la suya con su procedencia. Profanar los colores sagrados de la madre patria con "Jeff, Grimsby" no hace que te metan en un gulag, aparentemente.

Y si todo esto suena demasiado mágico para ser verdad, así es como se sintió. Cuando numerosos rusos nos preguntaron por qué nos decían que no viniéramos a su país (una vez lo expresaron de manera desgarradora como: "¿Por qué no les agradamos?"), al comienzo me temía que fuera una especie de edicto estatal que Putin había emitido en sus chips mentales para engañarnos. Pero pronto se hizo evidente que yo era el que estaba tan plagado de preocupaciones de ser atacado si me ponía una camiseta de Inglaterra, que había estado viviendo una fantasía de desinformación. Mi primer anfitrión de Airbnb expresó lo feliz que estaba de conocer a un inglés, ya que su autor favorito era Stephen Fry y describió cómo había disfrutado mucho de la adaptación de Guerra y paz de la BBC, y que los rusos sentían una gran afinidad por los británicos, ya que también tuvieron un gran imperio en el pasado, pero ahora son mucho menos poderosos y se encuentran en una especie de crisis de identidad en el presente. Intenté devolver el cumplido, pero estoy tan mal informado que me conformé con decir que fue genial cuando Andrei Arshavin marcó cuatro goles para el Arsenal en Anfield.
El Sr. Rosenthal no está solo en sus observaciones. La Copa Mundial de la FIFA ha creado una asombrosa exposición de la Federación Rusa al mundo occidental. Los cientos de miles de turistas de innumerables países que llegan hasta aquí, hacen que el aire de Rusia sea de disfrute, deleite e interés, ya que personas de todo el mundo disfrutan juntos de los juegos y de conocer la realidad de este lugar.

Y no es un fenómeno que se limite a Moscú o San Petersburgo. Once ciudades son sedes de partidos de la FIFA, y para la gente que sigue los partidos, es una gran oportunidad para explorar todo el país y hacerse una idea bastante sólida de cómo es la vida aquí, y de cómo es la actitud del pueblo ruso hacia los occidentales.

Dos son las naciones que más se sorprenderán al ver la realidad de Rusia frente a la propaganda sobre el país: Reino Unido y Estados Unidos. Aunque el equipo de fútbol estadounidense no llegó al torneo de la FIFA, muchos estadounidenses lo hicieron, y muchos han sido vistos en Moscú y San Petersburgo y están atónitos al ver cómo es Rusia en realidad.

Pero para los británicos, como señaló anteriormente el Sr. Rosenthal, es una experiencia completamente radical.

Sputnik News escribe que en la famosa Plaza Roja de Moscú, alrededor de las ocho de la noche, dos equipos se reunieron en una pequeña cancha para hacer un partido de fútbol europeo para caballeros (también conocido como soccer).

Los equipos estaban formados por aficionados rusos y... aficionados británicos. Se unieron al juego con entusiasmo y con un espíritu de competición muy amistoso. Sputnik escribe:
Mientras el sol se pone en la Plaza Roja, veintitrés aficionados británicos van de un lado a otro en una cancha de fútbol en miniatura; practican poner las rodillas en alto, trotar hacia atrás y patear con los talones. Se están preparando para uno de los partidos más intensos del torneo: aficionados ingleses contra aficionados rusos.

[...] Puede que esos hombres preparados y listos para jugar no sean futbolistas profesionales de la selección inglesa, pero el partido es serio. El organizador, Richard Peers, dirige la British School of Football de Moscú. Él explica que este juego simboliza la "amistad a través del deporte"; siendo el deporte el "mejor medio para relacionarse". Dada la innegable turbulencia de las relaciones entre el Reino Unido y Rusia en los últimos tiempos, esta Copa Mundial ha sido una oportunidad para aliviar algunas de las diferencias diplomáticas entre las naciones. Un ejemplo de cómo el deporte se abre camino en el pantano de la política.

Es una yuxtaposición interesante. Antes de la Copa Mundial ocurrió todo lo contrario, sólo se hablaba de política. Como señala el Sr. Peers, "después de todo lo que ha sucedido en los últimos meses, las relaciones entre el Reino Unido y Rusia son muy diferentes". Esta es una oportunidad para poner los aspectos positivos de los países en el centro de atención de los medios de comunicación, y para promover la verdadera realidad de Rusia. Hace un mes, cuando se hablaba de Inglaterra contra Rusia, no se imaginaban un amistoso en el corazón de la capital rusa. Lo más probable es que recordaran el Campeonato de Europa de 2016.
El campeonato de la FIFA de 2018 ha situado a Rusia en el centro de atención mundial como nunca antes y en el momento más oportuno. Un gran número de occidentales vino a Rusia, unos 25.000 sólo de México, y durante semanas, la famosa calle Nikolksy de Moscú ha sido el punto de encuentro del mundo, ya que los aficionados de todas las naciones participantes y los visitantes de otras naciones convergieron en la capital de Rusia.

Las tormentosas relaciones políticas entre el Reino Unido y Moscú en los últimos tiempos han tenido su efecto en algunos, pero como dice Sputnik, venir a Moscú significó un gran descubrimiento:
Al Humphries, el 'Gran Al', de 54 años, de Northampton, está en las gradas viendo el partido. Destaca su ansiedad al planear su viaje a Rusia; hablando específicamente sobre el tema del campeonato europeo de hace dos años en Marsella.

"Al principio tenía miedo. Pensé que no iba a venir. Pensé que iba a ser un baño de sangre. Especialmente para los aficionados ingleses, somos un blanco, y tenemos una reputación".

Pero con tales creencias, ¿por qué decidió el 'Gran Al' venir a Rusia para los campeonatos de la Copa del Mundo?

"Pensé que las cosas habrían cambiado, y por supuesto, era correcto. Ya no es lo mismo. Pensé que iba a ser muy desagradable aquí, pero ha sido increíble. Quiero decir, ¡mira esto! ¡Un amistoso!"

El Gran Al hace gestos a la gente en la cancha. Ambos equipos están en pleno juego, sudando a tope.

El amigo de Gran Al, Matt de Varsovia, interviene. Dijo que no había tenido miedo de venir a Rusia para la Copa Mundial, pero esto levanta sospechas entre sus compañeros. No hubo muchos aficionados británicos que no estuvieran un poco preocupados en el período previo al torneo. Como resultado, la realidad de Rusia ha sorprendido a muchos.

"Conseguir las credenciales de aficionados y los visados, fácil. Boletos, ok, tuve que ir a recogerlos yo mismo. Pero, las calles están limpias, la policía es educada, y el metro es increíble. Creo que esto es muy bueno para Rusia. Todo el mundo ha sido tan acogedor y, ya sabes, el mundo occidental tiene una visión de Rusia que podría cambiar con este Mundial".