El ambicioso proyecto fue inspirado en el Eurotúnel, que une a Francia y el Reino Unido.
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© China Stringer Network / Reuters
Pekín planea construir el túnel ferroviario submarino más largo del mundo, que conectaría la China continental con Taiwán, considerado por el país como una provincia rebelde.

De acuerdo con The South China Morning Post, la construcción sería de 135 kilómetros de extensión, lo que es tres veces más que el Eurotúnel, en el que fue inspirado el proyecto. Trenes de enlace lo recorrerían a una velocidad de 250 kilómetros por hora.

Según los planes, el túnel conectaría la provincia de Fuzhou con Hsinchu, una ciudad costera ubicada al norte de Taiwán. De concretarse, el ambicioso conducto será excavado a unos 200 metros bajo el océano y tendría que atravesar capas complejas de rocas, incluyendo granito extremadamente duro, y esquivar al menos dos grandes fallas sísmicas.

El proyecto requeriría la construcción de dos islas artificiales en medio del estrecho para colocar una estación de tratamiento de aire para la ventilación del túnel. Esto potencialmente podría aumentar las tensiones entre Pekín y Taiwán, advierte el medio.

Por su parte, un científico chino afirmó que en caso de llevarse a cabo, "será uno de los proyectos de ingeniería civil más grandes y desafiantes del siglo XXI". No obstante, el medio aclara que es poco probable que el plan prospere en el corto plazo debido a las tensiones políticas con Taiwán, pero indica, citando a expertos, que es posible que Pekín comience a trabajar en el mismo de "una manera unilateral y en gran medida simbólica".