El viaje al planeta rojo podría acarrear baja inmunidad, demencia e incluso leucemia.
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Acerca de los riesgos de un viaje así, Sputnik habló con un hombre que ya ha estado en Marte. Bueno, casi: ha estado en un modelo del planeta rojo.

Se trata del empleado del Instituto de Problemas Biomédicos de la Academia de Ciencias de Rusia Alexandr Smoleyevski. En 2011 participó en un proyecto experimental ruso para simular el vuelo tripulado Mars 500, que también incluía el acceso a la superficie simulada del planeta.

Continuación (onco)lógica del viaje

Su primera advertencia es la siguiente: durante los nueve meses que puede durar un vuelo, una persona estaría amenazada por la radiación y, cuanto más lejos esté de la Tierra, más fuerte sería la radiación ionizante. El espesor de las paredes del casco de la nave espacial no es suficiente para protegerse de esta radiación; además, la oportunidad de contraer cáncer es más alta para las mujeres que para los hombres.

Músculos y ropa interior


Segunda advertencia: debido a la ausencia casi total de gravedad durante el vuelo, los músculos del cuerpo, incluidos los del corazón, pueden debilitarse. Además, cuanto más tiempo permanece una persona en el espacio, más destructivo es para el tejido óseo. La distancia entre las vértebras también aumenta, lo que lleva a sentimientos dolorosos. Son probables las migrañas y la pérdida de apetito.

Smoleyevski señala que la falta de gravedad entraña varios peligros, por lo que los científicos llevan tiempo trabajando en prevención de estas amenazas junto con el Instituto de Problemas Biomédicos donde trabaja. Se está desarrollando un sistema de entrenamiento, trajes especiales y una centrífuga especial de radio corto para mejorar la calidad de vida en el espacio.

"Después de aplicar estos sistemas de entrenamiento, una persona puede sentirse perfectamente normal incluso tras aterrizar después de un largo vuelo espacial", dice.
Tercera advertencia: en el espacio es complicado cambiarse de ropa interior, ducharse o lavar su ropa.

"Durante el experimento Mars 500 llegamos a la conclusión de que es más económico usar ropa desechable. Para procedimientos higiénicos, hay toallitas húmedas especiales impregnadas de una solución que elimina eficazmente la suciedad, el sudor y la grasa. Hay un champú especial que prácticamente no requiere agua. De todos modos, una persona ordinaria acostumbrada a tomar una ducha dos veces no se sentirá muy cómoda", afirma Smoleyevski.

Degradación mental

Advertencia número cuatro: la atmósfera del planeta rojo es aproximadamente 100 veces menos densa que la de nuestro planeta. La temperatura media anual en Marte es de -62 grados y los cambios son muy significativos, lo que se traduce en que puede hacer mucho calor durante el día.

Los visitantes de Marte seguirán sintiendo la influencia de la radiación ionizada, lo que puede llevar a la degradación de las funciones cognitivas, y más tarde incluso a la leucemia.

El especialista señala que el nivel de radiación en Marte es realmente grande, mientras que la gravedad en la superficie es menor que la de la Tierra, lo que afectará negativamente a la actividad motora.

Según Smoleyevski, las previsiones más optimistas sobre un vuelo de humanos a Marte se cifran para después del 2030. En cuanto al turismo, es una perspectiva mucho más lejana, porque hace falta una infraestructura adecuada.

¡Y lo más importante!

No lo olvides: hay que regresar a la Tierra.