El ex secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, admitió recientemente haber ejercido la "diplomacia en la sombra" para "salvar" el acuerdo con Irán y fue criticado duramente por el gobierno de Trump por socavar su severa política antiiraní. Es muy probable que Kerry esté violando la Ley Logan que prohíbe a los civiles ejercer la diplomacia en cualquier asunto que sea contrario a la posición del gobierno. Es poco probable que la Ley Logan, que data de 1799, sea utilizada en contra de Kerry, pero en un precedente más reciente, el Asesor de Seguridad Nacional inicial de Trump, Michael Flynn, fue castigado por una transgresión diplomática mucho menos grave (es decir, por hablar por teléfono con el embajador ruso en Washington, DC)

john kerry mohammad zarif
J. Kerry: "Salvemos el acuerdo con Irán".
M. Zarif: "¿Puede usted contener a Trump"?
Niall Bradley, editor de Sott.net, acompañó a Andrew Korybko en su programa de Sputnik "Trendstorm" esta semana para debatir acerca de cuál podría ser el plan de juego de Kerry en este contexto. Se llegó a la conclusión de que, sea cual fuere la política iraní que "gane" en Washington, la contienda es entre los "policías buenos" y los "policías malos" de Estados Unidos, con el fin de impedir que Irán consiga la capacidad estratégica necesaria como para lograr la disuasión militar, y, por lo tanto, contener el desarrollo militar y económico de Irán, así como también su influencia en la región del sudeste asiático en su conjunto.

Publicado originalmente como podcast de Trendstorm en formato mp3 en Sputnik.

Transcripción

John Kerry admitió haber llevado a cabo lo que algunos llaman eufemísticamente "diplomacia en la sombra" al tratar de salvar el acuerdo nuclear de la era Obama con Irán. Trump y Pompeo describieron esto como potencialmente ilegal y afirmaron que socava de un modo sin precedentes la política exterior de la actual administración. El ex Secretario de Estado tiene un interés personal en la supervivencia de este acuerdo porque éste define su legado de servicio bajo la administración de Obama; pero como demócrata, también tiene razones políticas para intentar frustrar los planes de Trump. Aun así, e independientemente de la intención, se puede argumentar que Kerry está violando la Ley Logan de 1799 que prohíbe a los civiles llevar a cabo actividades diplomáticas contrarias a la posición del gobierno sobre cualquier asunto.

Existen, por supuesto, implicaciones políticas internas muy serias con respecto a la "diplomacia en la sombra" de Kerry, especialmente en relación con los incesantes esfuerzos del "estado profundo" por obstruir la implementación de las políticas de Trump simplemente porque sí, pero también es una muestra de la desconfianza de algunos respecto de las consecuencias estratégicas generales del fracaso del acuerdo nuclear. Se espera que la próxima reimposición de las sanciones relacionadas con la energía contra Irán en noviembre golpee muy duramente a su economía, lo que podría catalizar aún más disturbios a gran escala de los que ya se están exhibiendo en el país y, posiblemente, llevar a más desafíos de seguridad para su gobierno.

Irán es uno de los ejes de los asuntos contemporáneos de Oriente Medio y Trump evalúa su papel regional de forma muy negativa, mientras que Kerry es aparentemente un poco más pragmático. Estas percepciones contrastantes también son en parte responsables de la división "profunda" en el Departamento de Estado, ya que muchos partidarios de la era Obama comparten los puntos de vista de Kerry, mientras que algunos de ellos (especialmente los designados por Trump y los que le son ideológicamente leales) están de acuerdo con el actual Presidente. La primera facción mencionada no tiene tanto interés como la segunda en que Irán se desestabilice y por eso respalda la "diplomacia en la sombra" inaudita de Kerry. Quienes conforman el segundo grupo, sin embargo, son considerados como halcones de guerra y aguardan con impaciencia las consecuencias de la Guerra Híbrida que las políticas agresivas de Trump podrían tener para Irán.

Korybko: ¿Qué es exactamente lo que pretende lograr la "diplomacia en la sombra" de Kerry con Irán en términos tangibles, y qué tan exitoso cree usted que será?

Niall Bradley: Kerry tiene una historia con el ministro de Asuntos Exteriores iraní Mohamad Zarif, que se desarrolló en el curso de la negociación del PAIC, el acuerdo con Irán. Imagino que Kerry le está diciendo a Zarif algo así: "¡Resiste! ¡Trump no durará para siempre! Incluso cuando la política agresiva de Trump comience a tener efecto, ¡no hagan nada precipitado! ¡Aún podemos salvar esto!"

Ahora bien, no creo que Irán haga nada precipitado, como bloquear el tránsito de petróleo y gas a través del Estrecho de Hormuz, como sugieren los rumores. Irán (al igual que Rusia, en realidad) necesita en gran medida superar las sanciones unilaterales de EE.UU. al tiempo que sigue fortaleciendo su capacidad en todos los ámbitos: militar, de infraestructura, comercial, relaciones diplomáticas, etc.

Así que si nos atenemos a esto y asumimos que Kerry le está ofreciendo a Irán la promesa de volver al statu quo anterior a Trump, y por lo tanto a la normalización de las relaciones entre Estados Unidos e Irán, vemos inmediatamente que su éxito depende en gran medida de los acontecimientos políticos internos de Estados Unidos. Y ese frente es tan caótico en este momento, que no hay forma de saber cuál sería la política hacia Irán que tendría éxito a largo plazo.

En el fondo, creo que la clase dirigente estadounidense es tan esquizofrénica con respecto a Irán porque ha aprendido (por las malas, durante sus guerras en Afganistán e Irak) que la influencia cultural y política iraní en la región es un hecho vital, algo inamovible. La disputa en Washington sobre qué hacer sobre ese hecho es respecto a si la mejor manera, menos arriesgada, de contener la influencia iraní sería cooperar con el país o socavarlo; lo que incluiría el cambio de régimen o incluso la guerra.

Korybko: El acercamiento de Kerry a los líderes iraníes no tiene precedentes históricos en el sentido de cuánto socavan la política del Presidente en ejercicio de los Estados Unidos, así que, ¿qué consecuencias internas podría tener esto para la creciente guerra de "estado profundo" estadounidense en contra de Trump?

Niall Bradley: Como he insinuado antes, es probable que Kerry se esté "volviendo rebelde" porque su facción está envalentonada por la perspectiva de una "victoria" ante Trump. Pero esta descarada subvaloración de Trump se retroalimenta en el ambiente altamente polémico de Estados Unidos, donde las opiniones pro-israelíes y antiiraníes de la derecha cristiana de Estados Unidos (la base de apoyo a Trump) se antagonizan todavía más, lo que polariza aún más el frente interno estadounidense.

La política estadounidense ha evolucionado de tal manera en torno a la cuestión de quién ama más a Israel (los republicanos o los demócratas) que, a primera vista, me parece que esto sólo socavaría el objetivo de los demócratas de retomar el Congreso en las elecciones de medio término en noviembre.

Aquí nos acercamos a lo que sospecho que puede haber sido la estrategia original de Trump cuando se propuso desafiar a dicho estado profundo: el apoyo inequívoco a lo que sea que Israel y su poderosa red de grupos de presión quisieran, a cambio de un respiro para efectuar al menos algunos cambios fundamentales en la política interna y la perspectiva geopolítica de Estados Unidos.

Korybko: Tal como vemos a un diplomático estadounidense "rebelde" negociando con Irán en secreto en un intento de mantener el acuerdo nuclear en contra de los deseos del líder en ejercicio de su país, ¿qué probabilidades cree usted que existen de que haya un homólogo iraní que haga lo mismo, en un intento de mitigar el efecto de las sanciones de Trump y, posiblemente, de sondear un acuerdo entre los dos países, a pesar de que Teherán se opone formalmente a las conversaciones?

Niall Bradley: Es posible. Me imagino que ninguna facción significativa de Irán llevaría esta línea de indagación muy lejos, no sea que le den una indicación a Trump de que "sí, estamos dispuestos a romper el PAIC". Recuerde, este estancamiento se basa en el hecho de que Trump apuesta a que Irán retroceda y acepte un nuevo acuerdo, que sea más favorable a las oportunidades de inversión de Estados Unidos en Irán, y también más estricto en el control del desarrollo militar de Irán.

Creo que Trump está animado a tomar esta postura implacable hacia Irán debido a su aparente éxito al jugar este juego de "muerte mutua" con Corea del Norte. Usted recordará cómo fue eso, ¿verdad? ¡Se pasó de un inminente "Armagedón nuclear" a una "paz sin precedentes" en un abrir y cerrar de ojos!

La forma en que se desarrolle este punto de inflexión probablemente dependerá de cuán cerca estén los iraníes de conseguir armas nucleares; y lo que es más importante, creo, porque sospecho que los iraníes ya tienen una o dos bombas: en qué fase se encuentre su sistema de lanzamiento, es decir, su capacidad de lanzamiento de misiles balísticos.

Y así, a la luz de cómo vimos un giro de 180 grados después de que Corea del Norte anunciara la finalización de su programa de misiles balísticos, aquí se ha iniciado la carrera para controlar a Irán antes de que alcance cierto umbral equivalente de disuasión militar, que en este caso podría definirse por su capacidad para repeler con éxito un ataque combinado de Israel y Estados Unidos. A partir de entonces, una vez satisfechas sus necesidades básicas de seguridad, es posible que veamos a Irán aparentemente sucumbir ante el arte del acuerdo de Trump.