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Dos semanas después de los tornados que azotaron el sureño estado de Alabama, la situación es crítica para los residentes en algunas de sus comunidades más pobres.

Los daños ocasionados por el fenómeno meteorológico son más devastadores de lo imaginado, advierte un artículo publicado en el sitio digital New America Media.

En las proximidades de Tuscaloosa, una ciudad de 90 mil habitantes, barrios y comunidades completas fueron borrados como si se hubiesen lanzado bombas.

Sin embargo, describe el reporte, las tareas de recuperación y la ayuda de territorios vecinos como Texas, Georgia y Florida ha descendido.

Mientras en Tuscaloosa el apoyo llega, fuera de esa demarcación al oeste de Alabama, en las zonas más pobres y rurales, la historia es totalmente diferente.

"Aquí, el tornado destruyó barrios y comunidades también, pero ellos se olvidan y lo ignoran, como de costumbre", dijeron algunos moradores.

En Tishabee, un pequeño poblado de 300 residentes, la fuerza de los vientos destrozó los remolques de las casas móviles y la mayoría de las familias no tienen mucho más techo que su cabeza.

Ethel Giles, de la Federación de Cooperativas del Sur de Alabama, expresó que la destrucción y la pérdida para las familias de menos recursos, es desgarradora.

Durante su visita a ese estado a finales de abril, el presidente Barack Obama manifestó que "no había visto nunca una devastación así" y expresó el compromiso de su gobierno de "hacer todo lo posible para ayudar en la reconstrucción de estas comunidades".

Los tornados que impactaron en el mes de abril varios estados de la Unión se consideran los más mortíferos en los últimos 40 años. A su paso ocasionaron alrededor de 350 víctimas fatales, la mayoría en Alabama.