Traducido por el equipo de Sott.net en español
Manafort Assange
El gobierno ecuatoriano de derecha del presidente Moreno sigue produciendo una serie de documentos falsos sobre Julian Assange, y los canaliza directamente al portavoz del MI6, Luke Harding, del diario Guardian.

Sorprendentemente, se acaban de descubrir más documentos del gobierno ecuatoriano para el Guardian, esta vez se trata de informes de la agencia de espionaje que describen las visitas de Paul Manafort y de "rusos" no especificados a la Embajada. Por una maravillosa coincidencia de tiempo, éste es el día después de que Mueller anunciara que el acuerdo de declaración de culpabilidad de Manafort había terminado.

El problema con esta última falsificación es que Moreno ya había publicado los registros de visitantes a la investigación de Mueller. Ni Manafort ni estos "rusos" están en los registros de visitas.

Esto es imposible. Los registros de visitas no fueron guardados por Wikileaks, sino por la estricta seguridad ecuatoriana. Nunca se admitió a nadie sin haber sido inscrito en los registros. El procedimiento era muy minucioso. Para entrar, uno tenía que presentar su pasaporte (no se aceptaba ningún otro tipo de documento). Se tomaba una copia del pasaporte y los datos del mismo se ingresaban en el registro. El pasaporte, junto con el teléfono móvil y cualquier otro equipo electrónico, era retenido hasta que uno se marchara, junto con el bolso y el abrigo. Yo aparezco en los registros por cada visita que realicé.

No hubo excepciones. Para que se hiciera una excepción para Manafort y los "rusos", habría tenido que ser una decisión del Gobierno de Ecuador, no de Wikileaks; y eso sería tan excepcional que la razón de ello seguramente se habría anotado en el, ahora filtrado, supuesto "informe de inteligencia" ecuatoriano de las visitas. ¿Qué motivo tendría el gobierno ecuatoriano para facilitar visitas secretas no registradas de Paul Manafort? Además, es imposible que la agencia de inteligencia -que estaba a cargo de la seguridad- no supiera de la identidad de estos supuestos "rusos".

Anteriormente, Harding y el Guardian habían publicado documentos falsificados por el gobierno de Moreno sobre un nombramiento diplomático en Rusia para Assange del que él mismo no tenía conocimiento. Ahora siguen con más documentos destinados a proporcionar pruebas ficticias para reforzar el patéticamente fallido intento de Mueller de corroborar la historia de que Rusia privó a Hillary de la Presidencia.

Mi amigo William Binney, probablemente el mayor experto mundial en vigilancia electrónica, ex Director Técnico de la NSA, ha declarado que es imposible que los servidores del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) fueran pirateados; la evidencia técnica muestra que fue una descarga a un dispositivo de memoria directamente conectado. Yo supe que los servicios de seguridad de EE.UU. estaban llevando a cabo una investigación falsa en el momento en que quedó claro que el FBI ni siquiera miró por sí mismo los servidores del DNC, sino que aceptó un informe de Crowdstrike, los "consultores de seguridad" del DNC, vinculados a Clinton.

Me encantaría creer que el hecho de que Julian nunca conoció a Manafort va a ser aceptado. Pero me temo que el control estatal de la propaganda puede ser tal que esta enorme "Gran Mentira" llegará a entrar en la conciencia pública, de la misma manera que el inexistente hackeo ruso de los servidores del DNC.

Assange nunca conoció a Manafort. Los correos electrónicos del DNC fueron descargados por una persona con acceso privilegiado. Assange nunca pensó en huir a Rusia. Estos son los hechos, y estoy en condiciones de darle una garantía personal de los mismos.

También puedo asegurarle que Luke Harding, el Guardian, el Washington Post y el New York Times han estado publicando una serie de mentiras deliberadas, en connivencia con los servicios de seguridad.

No soy fan de Donald Trump. Pero ver a los partidarios de la candidata derrotada (y una candidata derrotada particularmente odiosa) manipular los servicios de seguridad y los medios de comunicación para crear una percepción pública totalmente falsa, con el fin de intentar anular el resultado de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, es lo más asombroso que he presenciado en mi vida.

Es evidente que el gobierno de Ecuador está difundiendo mentiras sobre Assange para obtener el visto bueno del establishment de los servicios de seguridad de los EE.UU. y el Reino Unido, y para dañar el apoyo de Assange antes de expulsarlo de la Embajada. Luego será extraditado de Londres a los Estados Unidos, acusado de espionaje.

Assange no es un soplón ni un espía, es el mayor editor de su época y ha hecho más por sacar a la luz los crímenes de los gobiernos de lo que los medios de comunicación masiva jamás se sentirán motivados a lograr. El hecho de que periódicos supuestamente grandes como el Guardian, el New York Times y el Washington Post estén involucrados en la difusión de mentiras para dañar a Assange, y que busquen su encarcelamiento por publicar secretos de Estado, es una clara evidencia de que la idea de los "medios liberales" ya no existe en la nueva era de la plutocracia. La prensa no está del lado del pueblo, es un instrumento de control de la élite.