Varios estudios indican que ser generoso y dar a los demás puede causar efectos positivos, no solo en la salud emocional, sino también en la mental y física.
generosidad
© Desconocido
En uno de dichos estudios, investigadores de la Universidad de Zúrich, en Suiza, les informaron a 50 personas que recibirían 100 dólares en pocas semanas.

A la mitad se le dijo que gastaran el dinero en ellos mismos y a los otros, que sería para gastarlo en los demás. Los investigadores descubrieron que aquellos que les iban a dar regalos a otros tomaron decisiones más generosas en otras tareas independientes y reportaron mayor felicidad al final de todo el experimento.

Además, los escáneres de los cerebros del grupo generoso mostraron una mayor interacción entre las partes relacionadas con el altruismo y la felicidad, según recogió el diario colombiano El Tiempo.

En un estudio llevado a cabo en 2008, Michael Norton, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard (EE.UU.), y sus colegas descubrieron que dar dinero a otra persona eleva la felicidad de los individuos más que gastarlo en ellos mismos.

Actualmente, los científicos creen que los comportamientos generosos producen endorfinas en el cerebro, generando sentimientos de satisfacción y felicidad.

Stephen G. Post, profesor de Medicina Preventiva y Ph.D., ha encontrado que ser generoso beneficia mucho a la salud, pues reduce el estrés y con ello se previene un sinnúmero de enfermedades, a la vez que se reducen los niveles de ansiedad y depresión.

Aunque la experiencia confirma que ser generoso hace felices a las personas, la ciencia ha demostrado que estas emociones no están solo en los corazones de las personas, sino que se evidencian físicamente y le sientan bien al organismo.