Traducido por el equipo de Sott.net en español

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha comenzado a responder a las preguntas de la prensa sobre un documento filtrado que contradice las conclusiones oficiales de la OPAQ sobre un supuesto ataque con armas químicas el año pasado en Duma, Siria. La declaración preparada que han estado utilizando en respuesta a estas preguntas confirma la autenticidad del documento.
OPCW
Para recapitular, hace unos días el Grupo de Trabajo sobre Siria, Propaganda y Medios de Comunicación (WGSPM, por sus siglas en inglés) publicó un documento firmado por un hombre llamado Ian Henderson, cuyo nombre aparece en la lista de los puestos de liderazgo de expertos en los documentos de la OPAQ desde 1998 y hasta 2018. Se desconoce quién filtró el documento y a qué otros medios de comunicación podrían haber intentado enviarlo.

El informe desbarata los extremadamente frágiles aspectos de la física y la narrativa del análisis oficial de la OPAQ sobre los cilindros de gas supuestamente lanzados desde aviones del gobierno sirio en el ataque de Duma, y concluye que "las dimensiones, las características y el aspecto de los cilindros, así como la escena circundante de los incidentes, no coincidieron con lo que cabría esperar en caso de que cualquiera de los dos cilindros hubiera sido lanzado desde una aeronave", afirmando, en lugar de ello, que la colocación manual de los cilindros en los sitios en los que los investigadores los hallaron es "la única explicación verosímil para las observaciones realizadas en el lugar de los hechos".

Para ser claros, esto significa que, según la evaluación firmada por un experto entrenado por la OPAQ, los cilindros que supuestamente dispersaron el gas venenoso que mató a docenas de personas en Duma no llegaron a los lugares a los que supuestamente habían llegado luego de haber sido lanzados por aviones del gobierno sirio, sino a través de la colocación manual por parte de personas sobre el terreno, donde se tomaron fotografías que circularon por todo el mundo como prueba contra el gobierno sirio y que se utilizaron para justificar los ataques aéreos por parte de los EE.UU., el Reino Unido y Francia. Hubo rápidas consecuencias militares sobre lo que ahora parece ser una mentira. En aquel momento, la gente sobre el terreno era el grupo Jaysh Al-Islam, ligado a Al Qaeda, que en ese momento no tenía nada que perder y todo que ganar con un ataque de bandera falsa en un intento desesperado de conseguir que las potencias de la OTAN funcionaran como su fuerza aérea, puesto que ya habían perdido efectivamente la batalla contra el gobierno sirio.


Caitlin Johnstone: Documento filtrado hace más hoyos en la narrativa de la clase política sobre Siria

"Si usted todavía cree a estas alturas que el gobierno sirio dejó caer gas venenoso sobre Duma el año pasado, entonces tengo algunas armas de destrucción masiva iraquíes que quiero venderle."
Ahora tenemos la confirmación de que, por la razón que sea, la OPAQ ocultó esta evaluación al público.

Los periodistas británicos Peter Hitchens y Brian Whitaker han publicado declaraciones coincidentes de la OPAQ sobre este informe. Hitchens ha sido un crítico abierto de la narrativa de la clase política sobre Siria; Whittaker ha sido un promulgador virulento de la misma. La declaración comienza como una afirmación muy mundana y obvia de que toma información de numerosas fuentes y luego publica sus conclusiones, pero concluye con la admisión de que está "llevando a cabo una investigación interna sobre la divulgación no autorizada del documento en cuestión". Esto constituye una admisión de que el documento es auténtico.

He aquí el texto completo de la declaración; la parte que quiero destacar se encuentra en el penúltimo párrafo:
La OPAQ establece los hechos en torno a las denuncias de uso de productos químicos tóxicos con fines hostiles en la República Árabe Siria a través de la Misión de Investigación (FFM, por sus siglas en inglés), establecida en 2014.

La Secretaría Técnica de la OPAQ reafirma que la FFM se ajusta a las metodologías y prácticas establecidas para garantizar la integridad de sus conclusiones. La FFM toma en cuenta toda la información y análisis disponibles, pertinentes y fiables en el ámbito de su mandato para determinar sus conclusiones.

De acuerdo con la práctica habitual, la FFM recurre a expertos de diferentes divisiones de la Secretaría Técnica, según sea necesario. Toda la información se tuvo en cuenta, se deliberó y se sopesó al formular el informe final sobre el incidente ocurrido en Duma (República Árabe Siria) el 7 de abril de 2018. El 1º de marzo de 2019, la OPAQ publicó su informe final sobre este incidente, firmado por el Director General.

De conformidad con las normas y reglamentos de la OPAQ, y a fin de garantizar la privacidad, la seguridad y la protección del personal, la OPAQ no proporciona información sobre los distintos miembros del personal de la Secretaría Técnica.

De conformidad con sus políticas y prácticas establecidas, la Secretaría Técnica de la OPAQ está llevando a cabo una investigación interna sobre la divulgación no autorizada del documento en cuestión.

En este momento, no hay más información pública sobre este asunto y la OPAQ no puede atender las solicitudes de entrevistas.
Esto debería aparecer como un titular de noticias importante alrededor del mundo, pero por supuesto no lo hace. Al momento de escribir esto, los medios de comunicación han mantenido un silencio mortal sobre el documento, a pesar de su enorme relevancia para un titular internacional del año pasado que ocupó muchos días de emisión al aire. No sólo desacredita una noticia importante que tuvo consecuencias militares, sino que pone en duda la existencia de un órgano internacional de investigación independiente muy estimado y socava los supuestos fundamentales que subyacen a muchos años de información occidental sobre el área. La gente se vuelve perezosa al dejar que los medios de comunicación les digan lo que es importante y asumen que si no está en las noticias, no es gran cosa. Esto es un gran problema; es una historia importante y no se reporta, lo que hace que el silencio de los medios de comunicación también sea parte de la historia.

También ha brillado por su ausencia en la discusión la organización de propaganda bélica Bellingcat, que suele ser la primera en proporcionar el punto de vista más favorable posible para la clase política sobre cualquier evento en esta área. Si Eliot Higgins ni siquiera sabe cómo pulir esta mierda, significa que se trata de un asunto candente.


Hasta donde puedo decir, la interpretación más amable posible de estas revelaciones es que un experto que ha trabajado con la OPAQ durante décadas realizó una evaluación de ingeniería que contradice directamente las conclusiones oficiales de la OPAQ sobre Duma, pero los funcionarios de la OPAQ no consideraron su evaluación convincente, por el motivo que haya sido, y ocultaron todo rastro de ella de la opinión pública. Esa es la posibilidad menos siniestra: que un disenso agudo de un distinguido experto dentro de la propia investigación de la OPAQ se hubiera ocultado completamente del público porque la gente que tomaba las decisiones en la OPAQ no quería confundirnos con una perspectiva que no les parecía creíble. Esta interpretación, la más caritativa posible, es inaceptable por sí misma, porque es obvio que el público debe ser informado de cualquier posible evidencia que pueda contradecir las razones que se les dio para justificar un acto de guerra por parte de gobiernos poderosos.

Y hay muchas interpretaciones mucho menos caritativas. No es en lo más mínimo irracional especular que la OPAQ, aparentemente independiente, de hecho sirve a los intereses de la alianza de poder centralizado en Estados Unidos, y que suprimió el informe Henderson porque hace agujeros en las narrativas que se usan para demonizar a un objetivo de larga data para el cambio de régimen imperialista. Esa es una posibilidad perfectamente razonable para que nos la planteemos, y ahora corresponde a la OPAQ demostrarnos que no es así.

De cualquier manera, el hecho de que la OPAQ impidiera que las conclusiones de Henderson recibieran ni un susurro de atención socava gravemente la credibilidad de la organización, no sólo con respecto a Duma sino con respecto a todo, incluyendo la narrativa de la clase política sobre Siria en su conjunto y el caso Skripal en el Reino Unido. Todo lo que la OPAQ ha concluido sobre el supuesto uso de productos químicos en todo el mundo está ahora sujeto a un escepticismo muy legítimo.

"La evaluación de los ingenieros de la OPAQ que se filtró se confirma como genuina, lo que significa que el informe final ocultó activamente pruebas de que el ataque químico de Duma fue organizado por los yihadistas y los Cascos Blancos", tuiteó el periodista británico Jonathan Cook. "Los otros informes de la OPAQ sobre Siria también deben ser tratados ahora como carentes de valor."
Roger Waters: A la luz de la nueva evidencia de un reporte de ingenieros de la OPAQ, filtrado al "Grupo de Trabajo sobre Siria, Propaganda y Medios", previamente suprimido por la OPAQ misma, sobre los supuestos químicos en Duma...

Declaración completa y video aquí: bit.ly/rwdouma @Freedland
Cuando informé por primera vez sobre el documento de Henderson el otro día, recibí una crítica justa de un usuario de Medium en el sentido de que en realidad fui demasiado caritativa en mi reporte sobre cuán profundamente fue rechazada la narrativa oficial de Duma.

"Este artículo no expresa realmente lo condenatorio que es en realidad el informe", dijo el usuario. "Es mucho más que un balance, sus observaciones son inconsistentes con la caída de los cilindros de los aviones. Se ha demostrado que casi todo lo relacionado con la narrativa oficial es imposible, desde los ángulos de la barra de refuerzo rota en el techo, pasando por el daño a los cilindros de gas, hasta el montón de aletas en el balcón que no pudieron haber estado fijas al cilindro, y mucho más. Simplemente no hay forma de que hayan sido lanzados desde helicópteros".

Recomiendo encarecidamente a los lectores que consulten el documento de 15 páginas por sí mismos para comprender sus afirmaciones y tomar sus propias decisiones, y que luego se sienten un poco a digerir realmente las posibles implicaciones. Es posible que hayamos acabado de descubrir una pieza importante del rompecabezas que explica cómo las organizaciones internacionales aparentemente independientes ayudan a engañarnos para que consintamos guerras y el intervencionismo de cambio de régimen en todo el mundo.

La narrativa de que el presidente sirio Bashar al-Assad es un monstruo que ataca con gas a su propio pueblo ha sido utilizada para justificar el intervencionismo occidental en esa nación, lo que ha incluido armar a grupos terroristas reales, permitiéndoles dejar un rastro de sangre y caos en toda Siria, así como una ocupación ilegal de tierras sirias y sanciones contra la economía siria. Esta narrativa se está utilizando actualmente para mantener el apoyo a seguir con las sanciones paralizantes que están haciendo un infierno de la vida del ciudadano sirio promedio, hoy en día. Esto no está en el pasado, está sucediendo ahora, y no se sabe cuándo estos esfuerzos de asedio hacia el cambio de régimen se intensificarán y se convertirán en formas más abiertas de acción militar. La violencia, el desplazamiento y las dificultades económicas que este intervencionismo está infligiendo al pueblo sirio están causando un sufrimiento inmenso e incalculable, y todo ello es posible gracias a las falsas narrativas que se venden al público.

Recuerde, ellos no trabajarían tan duro para fabricar su consentimiento si no requirieran ese consentimiento. Así que no se lo dé. El primer paso para poner fin al sufrimiento causado por el intervencionismo occidental es ayudar a liberar la conciencia pública de la increíblemente compleja y bien engrasada maquinaria propagandística que fabrica el consentimiento de los gobernados para actos de violencia y devastación desmesurados. Despierte a la gente para que todos dejemos de consentir.