Pese a los intentos de los inversores de conseguir el reconocimiento del dinero digital por parte de Washington, la Casa Blanca no solo no accede, sino que prácticamente ha declarado una guerra regulatoria al bitcoin y a las empresas de criptomonedas.
bitcoin
El presidente estadounidense, Donald Trump, prefiere utilizar su cuenta en Twitter como arma informativa que le sirve no solo de 'espada política', sino también como una herramienta para manipular la realidad económica. Con su ayuda, Trump ya ha intentado influir en tres factores económicos:
  • el petróleo
  • el índice S&P 500
  • el tipo de cambio de dólar
Objetivo Nº4

Ahora, el mandatario estadounidense ha lanzado una campaña contra las criptodivisas: bitcoin y el proyecto de Facebook relacionado con la creación de moneda virtual, la libra, que previamente había recibido el apoyo de las empresas estadounidenses como MasterCard, EBay y Visa.

"No soy fan del bitcoin y otras criptodivisas que no son dinero, cuyo valor es altamente volátil y se basa en nada. Los criptoactivos no regulados pueden facilitar comportamientos ilícitos, incluidos el comercio de drogas y otras actividades ilegales", escribió Trump en una serie de tuits.

La moneda virtual de Facebook también tendrá "poca fiabilidad", destacó el líder estadounidense.

"Si Facebook y otras empresas quieren convertirse en un banco tienen que (...) estar sujetas a todas las regulaciones bancarias, al igual que las otras entidades. Nosotros tendremos solo una moneda real en EEUU y es más fuerte de lo que nunca ha sido: fiable y segura. Es la moneda más dominante en el mundo y siempre será así. Se llama dólar estadounidense", subrayó.


No está de más recordarle al mandatario estadounidense que la Reserva Federal imprime el dólar sin sustento económico real; su valor se fundamenta en lo especulativo...

El precio del bitcoin reaccionó a la publicación de estos tuit con una caída.

Política peligrosa

Es evidente que los políticos ven en las criptomonedas no controladas una evidente amenaza para el Estado y las monedas nacionales, incluido el dólar. Como consecuencia, los inversores criticaron al presidente de EEUU. Uno de sus argumentos consiste en el hecho de que el valor del dólar no está asegurado desde el punto de vista formal, escribe el columnista Iván Danílov en su artículo para la versión rusa de Sputnik.

"Sin embargo, en la práctica, el valor de la moneda estadounidense puede considerarse asegurado gracias a la preparación de grupos militares para llegar de visita a cualquier país del mundo que dude de lo valioso y único que es el dólar", ironizó el periodista.

El coronel Muamar Gadafi pudo convencerse en su triste experiencia de que los intentos de formar una coalición antidólar a nivel regional o lanzar una moneda competitiva para el comercio de hidrocarburos serán reprimidos de manera cruel. En su tiempo, Gadafi quiso fortalecer África y elaboró un plan relacionado con la creación de la nueva Unión Africana, que estaba llamada a basarse en un nuevo sistema económico. Además, el líder libio planeaba introducir el dinar dorado en calidad de moneda principal para poder liberarse del sistema monetario occidental basado en el dólar.

"Esta es la razón por la que incluso los países que tienen 'paraguas' nucleares se mueven lentamente y con cautela hacia la desdolarización y coordinan sus acciones entre sí para no infligir daño a sus propias economías", recalca Danílov.

El autor del artículo considera que la principal crítica de Trump a las criptomonedas no tiene nada que ver con la cuestión acerca de cuán asegurado está su valor ni con las acusaciones de que el dinero digital podría facilitar crímenes.

"Su crítica se refiere a otro hecho: el bitcoin y el proyecto Libra atentan contra el monopolio monetario del Estado"

Facebook comunicó el 15 de julio del 2019 que no procederá a lanzar la criptomoneda Libra hasta que no solucione las preocupaciones regulatorias. Al tomar en cuenta tal reacción, Facebook y sus socios involucrados en la creación de la nueva criptodivisa entienden perfectamente "dónde están trazadas las líneas rojas", concluye Danílov.