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© BBC MundoLas amígdalas podrían tener algún efecto importante a largo plazo.
La extracción quirúrgica de las amígdalas o el apéndice en menores de 20 años podría aumentar el riesgo de sufrir un infarto en el futuro, afirma un estudio. La investigación, llevada a cabo en Suecia, encontró que la amigdalectomía incrementa el riesgo en 44% y la apendicectomía en 33%.

Y si se extraen ambos órganos, el riesgo es mayor, dicen los científicos en European Heart Journal (revista de la Sociedad Europea del Corazón). Este mismo riesgo no se encontró cuando estas operaciones quirúrgicas se llevan a cabo en mayores de 20 años, señalan los investigadores.

Importancia modesta

Aunque tanto las amígdalas como el apéndice son órganos linfoides, componentes del sistema inmune humano, su importancia es "modesta". En el pasado se solía extraer las amígdalas de los niños pequeños antes de que éstas provocaran infecciones. Pero en las útlimas décadas las recomendaciones es no extraerlas a menos que estén causando problemas persistentes en los menores.

Y lo mismo ocurre con el apéndice.

Estudios llevados a cabo en distintos países calculan que entre 10 y 20% de los jóvenes son sometidos a una extracción de amígdalas y apéndice.

Los investigadores del departamento de Ciencia de Salud Pública del Instituto Karolinska en Estocolmo, analizaron los registros nacionales de salud de todos los residentes suecos nacidos entre 1955 y 1970 e identificaron a todos aquellos que habían tenido una extracción de amígdalas y/o apéndice antes de los 20 años.

Se encontraron casi 54.400 apendicectomías y 27.280 amigdalectomías. Posteriormente se hizo un seguimiento durante un promedio de 23,5 años para determinar cuántos de éstos habían sufrido un infarto fatal o no fatal. Los autores subrayan que al comparar el número absoluto de infartos en el estudio el riesgo se vuelve relativamente pequeño.

Los científicos creen que estos órganos quizás tienen un efecto de largo plazo en el sistema inmune y su extracción podría causar alteraciones que conducen a un mayor riesgo de sufrir ciertos trastornos autoinmunes.

"Debido a la clara evidencia biológica y epidemiológica que vincula a la inflamación con enfermedad coronaria, podríamos pensar que la extracción quirúrgica de amígdalas o apéndice, con su consecuente efecto en la inmunidad, podría tener un efecto a largo plazo en esta enfermedad" explica el doctor Imre Janszky, quien dirigió el estudio.

"Sin embargo, hasta ahora no creemos que haya habido estudios que hayan evaluado los efectos potenciales de apendicectomía o amigdalectomía en el riesgo de ateroesclerosis o enfermedad coronaria", agrega.

Los investigadores creen que la extracción de estos órganos quizás está causando un "complejo" efecto de largo plazo en el sistema inmune, que podría incluir una reducción en la producción de inmunoglobulina, que son los anticuerpos que utiliza el sistema inmune para identificar y combatir a organismos foráneos en el organismo, como bacterias y virus.