Un equipo de arqueólogos ha descubierto los restos de 227 niños sacrificados según un ritual de la cultura precolombina Chimu, presente en la costa norte del actual Perú hasta finales del siglo XV, según ha indicado a la AFP el arqueólogo Feren Castillo, un hallazgo sin parangón en el mundo.
Restos hallados en el sitio en enero de 2019.
© National GeographicRestos hallados en el sitio en enero de 2019.
"Se trata del mayor lugar de sacrificio de niños", ha explicado el arqueólogo desde la ciudad de Trujillo. Las investigaciones comenzaron en 2018 en Pampa la Cruz, en el balneario de Huanchaco, a unos 700 kilómetros al norte de Lima.


Los niños, de entre 4 y 14 años, fueron asesinados según un ritual de ofrenda a los dioses de la civilización Chimu para apaciguar su cólera, al creer que esta era la causa de las catástrofes naturales ligadas al fenómeno climático de El Niño.

Los arqueólogos han encontrado además pruebas de un episodio de abundantes lluvias en el momento del sacrificio. "Dondequiera que cavamos encontramos otro (niño)" sepultado con el rostro vuelto hacia el océano, prosigue el responsable de las investigaciones. Algunos todavía conservan piel, cabello y pendientes de plata.

Huanchaco fue el escenario de numerosos sacrificios masivos de niños bajo el imperio Chimu. En junio de 2018 se exhumaron 56 niños de una fosa común en el mismo lugar de Pampa la Cruz y otro con 140 niños y 200 lamas jóvenes fue descubierto en abril del mismo año en las proximidades, en Huanchaquito. La revista National Geographic ha subrayado de excepcional del hallazgo.

"Huanchaco es definitivamente el lugar elegido (por los chimus) para perpetrar sus sacrificios", concluye Castillo. El imperio Chimu conoció su apogeo entre los años 900 y 1450 en la costa norte del Perú, hasta el actual Ecuador. Terminó en 1475, derrocado por el imperio inca, unos cincuenta años antes de la llegada de los primeros conquistadores españoles a la región.