Panamá busca alejarse de la hegemonía de EEUU y apostar a la paz y al diálogo en América Latina, afirmó a Sputnik el secretario general del gobernante Partido Revolucionario Democrático (centroizquierda), Pedro Miguel González, cuando se cumplen 30 años de la invasión estadounidense al país centroamericano.
panama usa
© AP Photo
"Durante 30 años, los panameños hemos lanzado momentos de olvido de aquella aventura histórica tan dolorosa; (...) sin embargo, a partir del mes de julio de este año, la política exterior panameña empieza a cobrar personalidad propia, por eso las decisiones empiezan a notarse con mayor independencia de EEUU que en las dos pasadas administraciones", afirmó el dirigente a Sputnik.
Este 20 de diciembre se cumplen 30 años de la invasión militar de EEUU a Panamá.

El 20 de diciembre de 1989, el entonces presidente de EEUU, George Bush (1981-1989), dio inicio a la operación militar Causa Justa, que tenía como supuesto objetivo acabar con la dictadura del general Manuel Antonio Noriega.

Según Washington, Noriega estaba vinculado al narcotráfico y quería establecer relaciones con la Unión Soviética, y desde la Casa Blanca se venía pidiendo su renuncia desde hacía al menos dos años.

Unos 26.000 militares estadounidenses desembarcaron y durante los 42 días que duró la invasión se estima que mataron a varios miles de soldados y civiles panameños, mientras que un número indeterminado de personas permanecen desaparecidas.

Además murieron 23 soldados estadounidenses y buena parte de la ciudad quedó destruida.

Personalidad propia

González afirmó que durante los gobiernos anteriores y posteriores al de Omar Torrijos Herrera (1968-1981), Panamá fue un "satélite" de la política exterior de EEUU, mientras que durante la administración del militar, en 1977, Panamá logró que Washington transfiriera el canal interoceánico a las autoridades locales, lo que ocurrió finalmente en 1999.
"Con Torrijos tuvimos personalidad propia y formamos parte del movimiento mundial de los países no alineados; después de él, cada vez que nuestros adversarios han gobernado a Panamá, nos encontramos con que se convierte en un satélite", reflexionó.
González señaló que en la administración de Juan Carlos Varela Rodríguez (2014-2019) se incorporó a Panamá al Grupo de Lima, por lo que formó parte de la mayoría de los países que siguen las instrucciones de EEUU en materia de política internacional.

"A partir del mes de julio de este año, cuando asume el Gobierno de Laurentino Cortizo, Panamá ya comienza a jugar un rol de entendimiento que puede hacer mayoría en el concierto de las naciones americanas; Panamá tiene personalidad propia y empieza a jugar el rol de independencia y de avenimiento en búsqueda de la paz en la región", agregó.

Señaló que a pesar de que su país forma parte del Grupo de Lima, también está dentro del Grupo de Contacto, el cual busca "encontrar una salida democrática a la crisis venezolana".

En la Organización de los Estados Americanos, Panamá votó a favor de una resolución que condena la violencia racional del Estado boliviano, frente a la oposición de la Venezuela del líder opositor Juan Guaidó, de EEUU, Colombia y la Bolivia de Jeanine Áñez, afirmó.

Precisamente, Cortizo fue el primer presidente de Panamá en declarar al 20 de diciembre como Día de duelo nacional.

La presidencia del país centroamericano informó que la medida se tomó "en conmemoración y reconocimiento a las víctimas de la invasión militar del Ejército de Estados Unidos a Panamá, ocurrido hace 30 años".

"Panamá: laboratorio militar de EEUU"

Por otro lado, González aseguró a esta agencia que es importante rescatar la memoria histórica de Panamá, frente al "olvido" que ha imperado en la sociedad de su país en estos 30 años.
"Hubo olvido porque muchos aplaudieron y apoyaron la intervención de EEUU (...) por otro lado, quienes enfrentamos esa agresión, sentimos que podríamos haber hecho mucho más; durante 30 años lo que hemos hecho la mayoría es mirar hacia otro lado y no revisar con detalle lo que pasó en esa coyuntura", reconoció.
El dirigente del Partido Revolucionario Democrático sostuvo que la clase política privilegió tener una buena relación con EEUU antes que analizar lo que ocurrió durante la invasión, en la que se utilizó la fuerza militar para "amedrentar a los panameños y a la región".
"En aquella coyuntura terminaba la guerra en Centroamérica, se iban hacer elecciones en el año 90 en Nicaragua y creo que los pueblos latinoamericanos se vieron reflejados en ese espejo; EEUU no solo utilizó la agresión contra Panamá como un escarmiento al régimen militar sino a toda Latinoamérica; creo que nos faltó valentía para poder cerrar este capítulo de la historia", reflexionó.
González sostuvo que Panamá fue un "laboratorio militar para EEUU", ya que los soldados estadounidenses utilizaron armamentos que volverían a ser empleados al año siguiente en la invasión a Irak, conocida como "Guerra del Golfo".
"Hicieron un despliegue de más de 30.000 soldados y trajeron armas que ensayaron en Panamá; ese mismo año terminaron utilizándolas en la crisis que se generó en el Golfo Pérsico (...) Panamá fue un laboratorio para lo que sería una nueva etapa del dominio militar por parte de EEUU a nivel global", expresó.
El motivo oficial de la invasión estadounidense a Panamá fue la protección de las vidas de 35.000 ciudadanos de EEUU y la restauración de la democracia en Panamá.

Tras la invasión y hasta su muerte en 2017, Noriega estuvo preso en Estados Unidos, Francia y Panamá sentenciado por narcotráfico, blanqueo de capitales y desaparición de opositores durante su régimen.

En 1993, un grupo de abogados panameños presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que recién en 2017 recomendó a EEUU "reparar integralmente las violaciones de derechos humanos", y compensar económicamente a las familias de las víctimas.

La comisión también pidió que EEUU inicie una investigación "diligente, efectiva y dentro de un plazo razonable con el objeto de esclarecer plenamente los hechos en forma completa, identificar todas las posibles responsabilidades e imponer las formas correspondientes de sanción respecto de las violaciones de derechos humanos".

El 5 de octubre de 2018, la CIDH concluyó que la invasión de EEUU cometió violaciones a los derechos a la vida, la libertad, la seguridad e integridad de las personas, así como el derecho a la propiedad y de protección a la infancia.