Científicos de EE.UU. lo comprobaron tras el hallazgo de unos 62.000 araos comunes muertos o moribundos en la costa, desde California hasta Alaska.
Birds dead
© COASST (Coastal Observation And Seabird Survey Team)
Unos 62.000 araos comunes muertos o moribundos fueron encontrados en la costa del océano Pacífico norte (en EE.UU. y Canadá) entre el verano de 2015 y la primavera del año siguiente. La causa de esta gran mortandad los investigadores la detectaron en una zona de agua caliente que provocó cambios en la cadena alimenticia.

Según detalló el estudio publicado este miércoles 15 de enero en Plos One, la muerte de las aves coincidió con un importante aumento de la temperatura del agua en el golfo de Alaska, en especial en una zona a la que llamaron 'la mancha', que apareció en 2013 y se extendió durante tres años.

Esto derivó en modificaciones en los ecosistemas marinos, alterando el equilibrio en favor de peces grandes, lo que provocó una disminución en la población de arenques, sardinas y anchoas, dejando así a los araos comunes sin su alimento.

En ese sentido, Julia Parrish, profesora de la Universidad de Washington y coautora del estudio, explicó que hubo "menos peces forrajeros y presas pequeñas", a la vez que "aumentó la competencia con peces más grandes".

Una cifra que alarma

Pese a que la cantidad de aves halladas entre California y Alaska fue de unas 62.000, los especialistas aseguraron que el número de ejemplares muertos fue mucho mayor, ya que solamente una parte llega a la costa. Por eso, estiman que las aves que se perdieron serían alrededor de un millón.

"Fue sorprendente, alarmante y una advertencia de bandera roja sobre el tremendo impacto que el calentamiento sostenido del océano puede tener en el ecosistema marino", advirtió, por su parte, John Piatt, autor principal de la investigación y biólogo del Servicio Geológico de EE.UU. en Anchorage, Alaska.