Un grupo de científicos chinos examinaron 103 genomas del coronavirus e identificaron mutaciones en 149 puntos de las cepas. Según su estudio, publicado este martes en National Science Review, las características de la mayoría de estas mutaciones indican que habrían tenido lugar recientemente.
Según los resultados del análisis, el virus SARS-CoV-2 ha evolucionado en dos tipos principales: el tipo predominante L (70 %) y el tipo secundario S (30 %).
Aunque entre los 103 genomas examinados el tipo L es el más frecuente, los investigadores creen que "la versión ancestral del SARS-CoV-2" fue el tipo S, considerado menos infeccioso y evolutivamente más viejo.
Además, los autores del estudio afirman que la frecuencia del tipo L — más agresivo — era inicialmente aún más alta, pero empezó a disminuir a principios de enero. La investigación sugiere que este fenómeno podría deberse a la intervención humana (cuarentena, tratamientos, cierres de ciudades, etc.) que "pudo haber ejercido una presión selectiva más severa sobre el tipo L".
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En conclusión, los investigadores subrayan la "urgente necesidad" de llevar a cabo estudios adicionales con datos genómicos y epidemiológicos, así como registros de los síntomas clínicos de pacientes enfermos, con el fin de comprender mejor la evolución y la propagación del actual brote.
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