Yu Muroga conducía su vehículo el pasado 11 de marzo cuando el terremoto que asoló Japón provocó además un tsunami que causó una catástrofe de proporciones. El hombre siguió su camino y no le dio mucha importancia al asunto ("es un terremoto más", pudo haber pensando). Sin embargo, su displicencia estuvo a punto de costarle caro.


Cuando se encontraba en la parada de un semáforo fue testigo de cómo el mar ganaba las calles y en cuestión de segundos su propio vehículo quedó a merced del tsunami junto a los cientos de automóviles que circulaban en esos momentos por las calles y avenidas de la devastada ciudad de Fukushima.

La cámara oficial instalada en el tablero de su automóvil (colocada para registrar posibles causas de accidentes) registró todo lo que pasó por los ojos del conductor: la manera en que los autos quedan flotando en las pistas chocando unos a otros con sus conductores aún adentro, asustados y clamando por ayuda.

En un momento del video, la cámara es alcanzada por el agua y la pantalla de vuelve oscura.

Según el diario "La Repubblica" de Italia, el video fue recuperado recientemente por la policía que confirmó que Yu Muroga salvó de morir pese a que el agua ingresó a su vehículo. La grabación, hecha en alta definición (HD), circula en distintas páginas informativas y ha desatado una serie de comentarios en redes sociales.