La pandemia de coronavirus podría provocar una «conmoción histórica» en el mercado alimentario global y un deterioro de la calidad de la alimentación en la población más pobre, advierte un informe presentado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la ONU.
Para los productos agrícolas la brecha subió 7% a 5,66 veces, y para los ganaderos bajó 1,1% a 3,59 veces.
Para los productos agrícolas la brecha subió 7% a 5,66 veces, y para los ganaderos bajó 1,1% a 3,59 veces.
El documento, que contiene previsiones entre 2020 y 2029, alerta de un «escenario inicial» sobre los efectos a corto plazo de la pandemia, en el que el mercado de la comida vivirá un «shock significativo» por las menores rentas y un desempleo generalizado.

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, se congratuló en una rueda de prensa telemática celebrada hoy de que por el momento «afortunadamente la crisis sanitaria no se tradujo en una crisis alimentaria». Gurría pidió no ceder a la tentación de aplicar medidas proteccionistas por la pandemia y la crisis climática ya que «el acceso a mercados abiertos es vital para mantener la seguridad alimentaria».

Si bien el informe se elaboró cuando la Covid-19 todavía no se había expandido, una simulación utilizada en su elaboración permitió prever el impacto del virus en la alimentación.

Si se profundiza esta recesión, la más severa del siglo según Gurría, los países con rentas más bajas verán peligrar su seguridad alimentaria en los primeros años de esta década que acaba de comenzar.

Pero la pandemia no es el único riesgo que amenaza la producción alimentaria, sino que la agricultura se enfrenta a otras enfermedades como la peste porcina africana, que ha diezmado las granjas de cerdos en China y otros países de Asia, mientras una plaga de langostas que se extiende hacia Yemen e Irán hace peligrar las plantaciones africanas.

El mundo, subraya el documento, se encamina en los próximos diez años hacia un mayor consumo de carne y un aumento de las calorías en la dieta, lo que repercutirá en un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero del 6%.


«Debemos transformar nuestro sistema cultural alimentario pero primero hay que transformar la ganadería», advirtió en referencia a estos datos el director general de la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el chino Qu Dongyu.

Se espera que la población crezca en 842 millones de personas en una década, por lo que el mundo se enfrenta al reto de dar de comer a todas: el consumo alimentario general crecerá un 15% y el ciudadano medio comerá 3.000 kilocalorías al día en 2029, números similares a los de España actualmente.

El estudio prevé un gran crecimiento de la producción agrícola en América Latina, que aumentará en un 14% en los próximos diez años, especialmente en cultivos como el del maíz o la soja, ya que la región producirá el 54% de esta legumbre en 2029.

Los latinoamericanos consumirán más calorías al final de la década, llegando a las 3.100 kilocalorías por día de media, la mayor parte de ellas de origen vegetal, aunque con un predominio importante de los azúcares en la dieta.

De hecho, los habitantes de América Latina son los mayores consumidores de azúcar del mundo: comen 39 kilos por persona y año, muy por encima de los 24 kilos de media mundial, lo que ha llevado a distintos gobiernos a tomar medidas contra el aumento de la obesidad provocada por este consumo.

Fuente: Télam